Los persas o farsíes son un grupo étnico que habita principalmente en la meseta iraní, específicamente en Irán. Pertenecen a los pueblos iranios y se caracterizan por hablar el idioma persa. Importantes colonias de los persas residen en América del Norte y Brasil.
La identidad persa, al menos en términos de idioma, se remonta a los antiguos indoeuropeos arios que llegaron entre 2020-1500 a. c. A partir de alrededor de 650 a. C., en la provincia de Farsa, los antiguos persas difundieron su lengua y su cultura a otras partes de la meseta iraní a través de la conquista y de la asimilación. Numerosos dialectos e identidades regionales surgieron con el tiempo. Con la pérdida de Afganistán y territorios en el Cáucaso, la identidad persa se centró en las actuales fronteras de Irán. Mirando a la relación con el estado moderno imperialista pasado, el gobierno de Reza Shah cambió el nombre del país de Persia a Irán en 1935, anunciando la aparición de un nacionalismo iraní, y más tarde, después de la Revolución iraní, el énfasis pasó a los valores islámicos chiitas.
Los persas, incluso bajo gobiernos teocráticos, han mostrado una fuerte predilección hacia la urbanización y la modernidad. Comunidades de exiliados en los Estados Unidos y Europa han seguido manteniendo estrechos lazos con sus familias en Irán y son una fuente de influencia occidental. Además, con la desintegración de la Unión Soviética, los persas también han comenzado a fomentar los lazos culturales en el Cáucaso y en particular con los talyshi, así como con los persas de Asia central en Tayikistán y Afganistán. Desde finales del decenio de 1970 a la actualidad, Irán alberga una gran comunidad de refugiados afganos en gran medida de un fondo de habla persa. En 1997, Mohammed Khatami fue elegido presidente de Irán, proclamando el comienzo de una política de cultura tolerante y el establecimiento de vínculos más estrechos con los países occidentales. A finales de los 90, los estados europeos comenzaron a restablecer los lazos económicos interrumpidos por la revolución con Irán. Sin embargo, Estados Unidos se mantuvo sin cambios en su posición.
Historia :
Los persas fueron mencionados demostrablemente por los asirios en sus inscripciones del año 843 a.C., cuando irrumpieron en el noreste de Asiria. Los persas, que se llamaban a sí mismos Artaioi, eran descendientes directos de los Aratti, un pueblo ario del este del antiguo Irán (probablemente de la región de Sistán, en a frontera de Afganistán e Irán actuales). Aprox. Hacia el 1000 a.C., los Aratti inmigraron en Persis (de ahí el nombre moderno de persas). Luego de su paso al sedentarismo conquistaron el reino de Elam, y dieron comienzo al imperio médico, hacia el 550 a.C. El imperio de los persas se desarrolló hasta convertirse en una de las civilizaciones más relevantes en Asia occidental y dejaron su huella en la historia de la humanidad. Después de su derrota contra los macedonios liderados por Alejandro Magno fueron helenizados, pero mantuvieron su gran influencia cultural durante siglos.
Los persas hablan una lengua indoeuropea y descienden de los pastores nómades que inmigraron en el sudoeste de Asia entre el 2000 y 1000 a.C en múltiples oleadas. La antigua Persia albergaba muchos pueblos diversos, pero ya en el siglo VI a.C. estos grupos estaban unificados bajo el Imperio Persa y a través de la religión zoroástrica. Recién en el siglo VII d.C. los árabes difundieron el Islam en la región, que reemplazó a la antigua religión.
Cultura persa :
A pesar de las numerosas invasiones extranjeras que el país experimentó desde entonces, los persas han preservado su cultura, idioma e identidad colectiva. Su singularidad es parcialmente reforzada por sus convicciones religiosas: ellos son el mayor grupo de musulmanes chiitas en el mundo, en contraste con los musulmanes sunitas, que dominan el resto de Medio Oriente. Una minoría persa practica todavía el parsismo que se remonta a Zaratustra, y existen también pequeñas comunidades de persas judíos y cristianos, así como simpatizantes del culto Bahai. Los miembros de todas las tendencias religiosas festejan el año nuevo persa.
Hoy en día, los persas constituyen la parte principal de la población de Irán (51%), pero también son numerosos en Afganistán (25-30%), Tajidistán, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. Desde la revolución iraní de 1979, muchos persas emigraron a Europa occidental y Norteamérica. A nivel mundial, el número de persas étnicos (incluyendo los de Tajidistán) supera los 60 millones. Los persas actuales no son idénticos al pueblo de los antiguos persas. La historia de los persas no puede por lo tanto ser reducida a la historia de un único pueblo.
En la época de la islamización de Persia, una considerable cantidad de persas huyó hacia Asia central, China, y el subcontinente hindú, donde todavía hoy subsisten como un grupo étnico independiente (Parsi), y donde la religión, antiguas usanzas e idioma se han preservado mejor que en la región que fuera su núcleo, que hoy se encuentra casi totalmente islamizada.
El imperio persa se formo en de la unión de los pueblos medos y persas, se desarrollaron en la meseta de la que hoy es Irán, hacia el año 1500 a.C. Se expandieron a los largo del Medio Oriente. Dario I fue su principal impulsor a nivel económico y territorial, aunque su expansión territorial se inició con el reinado de Ciro II.
Imperio Medo, inicios del Imperio PersaEn el II milenio, alrededor del año 1500, los persas ocuparon las regiones occidentales de Irán, indoeuropeos, venidos del otro lado del Cáucaso. Otros grupos penetraron en Asia Menor. Alguna de sus ramas siguió su camino hacia la India. Los que aquí se quedaron se llamaron medos y persas; éstos se establecieron en las comarcas meridionales, y los primeros en el Norte.
Mientras Asiria fue poderosa, pudo tener a raya a los montañeses vecinos, y entre ellos a los indoeuropeos de la meseta del Irán. Parte de éstos pagó tributo a Sargón. Cuando reinaba Asurbanipal, surgió un caudillo de los medos, Ciaxares. Unificó a su pueblo, llevó el límite de sus dominios hasta el río Halys, en la lucha con los lidios (585), y junto con los babilonios sublevados destruyó Nínive. Estableció la capital de su reino en Ecbatana. Su sucesor fue Astiages.