Era el día del banquete del cumpleaños del Emperador.
Después de ponerse su frac azul marino favorito, Rothesay se subió al carruaje junto con sus padres.
Mientras iban de camino hacía el Palacio Imperial para el banquete, la Condesa Braddington comenzó a hablar con su hijo.
"¿Te reunirás hoy con la señorita Petronilla?"
Preguntó.
"No estoy seguro de si podré ser capaz de verla debido al número tan grande de gente que estará asistiendo al banquete, pero daré lo mejor de mí para encontrarla."
Respondió Rothesay.
Después de haber dicho eso, una frívola sonrisa apareció en su cara como si hubiera pensado en algo de repente.
"¿Qué hay con esa tonta sonrisa?"
Preguntó el Conde Braddington.
"Solo estoy feliz."
"Dios, de verdad eres difícil de entender. ¿Has pensado acerca de qué regalo darle?"
La Condesa Braddington miró a su alrededor con confusión.
"¿Regalo? ¿Qué regalo?"
Dijo la condesa totalmente ignorante al asunto, y el Conde Braddington le explicó la situación con una fuerte risa.
"Querida, nuestro Ro ha estado pensando sobre qué podría regalarle a la señorita Grochester en conmemoración de su relación."
"Oh Dios, ¿En serio? ¿Cómo es que tu hijo es tan parecido a ti? De verdad no puedes engañar a la sangre."
Una suave sonrisa apareció en la cara de la Condesa Braddington mientras pensaba en el pasado.
"Siempre fuiste muy amable, incluso en ese entonces. Gracias a Dios que Ro salió a ti."
"Querida mía, ¿Cuál es el significado de esas palabras? Él es así de justo debido a que ha salido a ti."
Dijo el Conde Braddington coquetamente.
"Dios, de verdad eres algo más."
Como siempre, Rothesay miró a sus amorosos padres con suaves y complacidos ojos antes de responder a la anterior pregunta.
"He salido a ambos de ustedes. Pero, de todas formas, no sé si a la señorita Petronilla le vaya a gustar el regalo que le preparé."
El Conde Braddington notó la inseguridad en la voz de Rothesay e hizo lo mejor que pudo para alentarlo.
"No te preocupes, Ro. Mientras sea un regalo sincero, todo estará bien."
***
Lo primero que hizo Rothesay al llegar al salón del banquete fue buscar por Petronilla.
Sin embargo, encontrar a esa mujer pelirroja entre el mar de personas que había en el salón del banquete resultó ser una tarea más ardua de lo esperado.
Después de un tiempo, Rothesay comenzó a sentirse ansioso.
Ella había dicho que definitivamente llegaría a tiempo para asistir al banquete, pero Rothesay no podía encontrarla en ningún lado.
¿Podría ser que todavía se esté sintiendo mal?
Con el poder del amor moviéndolo en su búsqueda, eventualmente Rothesay vio a Petronilla hablando con otra mujer.
Rothesay sonrió enormemente ya que había cumplido su objetivo y esperó a que las dos señoritas terminaran su conversación.
Cuando Petronilla estuvo sola por fin, él se acercó lentamente a ella.
"Petronil..."
Pero Rothesay no fue capaz de terminar esa oración.
Petronilla comenzó a correr repentinamente a algún lugar con una expresión de urgencia en su cara.
¿Habrá pasado algo?
Rothesay miró en la dirección en la que se había ido corriendo Petronilla con una expresión severa.
Parecía bastante serio.
Me pregunto qué habrá pasado.
Aunque Rothesay quería seguirla y preguntarle acerca de eso inmediatamente, se contuvo por ahora.
Todavía quedaba mucho tiempo.
***
Fue mucho después de que la presentación floral del cumpleaños de Lucio había finalizado, que Rothesay encontró a Petronilla recostada de una pared bebiendo un cóctel sola.
Fue después de la conmoción sobre la presentación floral de cumpleaños.
¿Fue por eso que ella había corrido con tanta urgencia?
¿Estaba relacionado con ese incidente?
Rothesay calmó la inmensa cantidad de preguntas que rondaban por su cabeza y se acercó con cuidado a Petronilla.
"Petronilla."
Al escuchar su voz, Petronilla se dio la vuelta.
Afortunadamente, su expresión no lucía muy mal, pero ciertamente lucía contemplativa.
Enmascarando su preocupación con una sonrisa, Rothesay caminó hacía ella.
"Rothesay."
Dijo Petronilla.
"He estado buscándote en todos lados."
Respondió Rothesay.
"Me disculpo. Tuve que atender algo urgente."
"Lo suponía. ¿Está relacionado con su Majestad la Reina?"
Petronilla asintió lentamente y una mirada de entendimiento cruzó la cara de Rothesay.
Él le había dicho que había notado que algo pasó durante la presentación floral.
"No te estoy reprochando. Solo estaba preocupado."
Dijo Rothesay.
"Lo sé, Ro."
¿...Ro?
Rothesay lucía aturdido.
Él rápidamente miró la cara de Petronilla.
Ella lucía ligeramente avergonzada.
"¿Está bien si te llamo Ro?"
Preguntó Petronilla.
Por supuesto.
Rothesay no podía sentirse más agradecido.
El que ella lo llamara por su sobrenombre significaba que ella le había abierto todo su corazón.
Él era ahora alguien especial para ella.
Era imposible que Rothesay no se diera cuenta de eso.
Rothesay sonrió mientras temblaba.
"Por supuesto, Nilla. Estoy muy feliz."
Agregó.
Finalmente, Rothesay fue capaz de llamarla por su sobrenombre.
"Me hubiera gustado poder haber bailado contigo."
Dijo Rothesay con emoción en su voz.
"Ah... ahora que lo mencionas, este hubiera sido nuestro primer baile."
"Sí, nuestro primero. Sin embargo, está bien. Tenemos mucho tiempo de aquí en adelante. Así que, mientras estés de acuerdo con ello, Nilla, deseo pasar mucho más tiempo contigo. A menos que me digas que estás harta de mí, deseo permanecer a tu lado. Me gustaría estar contigo la mayor cantidad de tiempo que pueda y me gustaría que ambos nos volvamos preciosos recuerdos del otro."
Editado: 02.08.2024