El día que nos conocimos fue por qué nuestras madres fueron amigas durante sus años escolares pero tomaron rumbos diferentes que hicieron que ellas no se volvieran a hablar,pero años después quizás por razones del destino hizo que mi familia se mudará a un vecindario dónde ella vivía todavía recuerdo cuando llegó una vecina con su esposo y hijo a recibirnos por ser nuevos en aquel lugar,ellas al verse gritaron,se abrazaron y hasta lloraron pero mientras ella hacían su show yo veía al niño que estaba a lado de su padre.
El era un niño hermoso al conocerlo no pensaba así yo solo pensaba en hacer buenos amigos y sí pude tener pero el parecía no tené interés en ser el mío.
Pero cambio su forma de ser conmigo el día que me encontró llorando por qué me había caído,el era dos años mayor que yo,ese día fue uno de los más bonitos por qué el me invitó un helado que ahora es mi sabor favorito.
-Ya deja de llorar ven te invito un helado si dejas de llorar-cuando escuché la palabra helado deje de llorar y hasta sentí que mostraba mis dientes.
-Vamos quiero un helado- el me tendió la mano y me ayudó a levantarme,ya al estar parada seguimos caminando,no soltó mi mano quizás para que volviera a caerme ya que mi super poder era ser torpe.
Llegamos al parque que había a una cuadra de mi casa y la suya ahí donde estaba el parque vimos al heladero.
-¿Que saboor quieres?—Yo no sabía de helado por qué mi mamá procuraba que no comieramos dulces.
Quizás vio que no sabía que escoger por lo que él decidió por mi.
-Deme dos de Galaxia—Nunca había escuchado de ese pero si el lo comia yo igual.
Cuando me fue a dejar a mi casa, aunque éramos vecinos,lo abrase por qué sentí que ese sería el inicio de nuestra amistad.
Desde ese día lo empecé a seguir como perrito faldero.