Capítulo 25 - Uno Mas En La Familia.

Abrí los ojos intentando reconocer donde me encontraba, era una habitación de la clínica. Me incorporé doliéndome el abdomen, gruñí encogiéndome por el dolor. 

- Mi bebé. - Dije bajando mi mirada con los ojos llenos de lágrimas.

- Daniela. - Me habló Calvin que se acercó. Levantando mi mirada y él me agarró de la cara. - No llores, la bebé está bien. - Me decía. — Es una niña, tenemos una niña. — Me abrazó, no entendía que ocurrió. 

- ¿Que a pasado?. - Pregunté y Calvin me obligó a echarme en la cama. 

- Daniela, había contigo una mujer, ¿quien era?. 

- Mujer... ¿Que mujer?. - Dije llevándome la mano al abdomen aguantando el dolor. Calvin me puso una mueca diciéndome. 

- ¿No sabes o no quieres decirme?. - Me quedé mirándolo, no sabía de que me estaba hablando. 

- No te comprendo. - Le comuniqué. Calvin asintió y me quise incorporar con dolor. 

- Ey, tienes que descansar. - Me habló Calvin serio y colocó su mano en mi frente dando un sobresalto gruñendo. - Te golpeastes en la cabeza al mismo momento que... - Se calló diciéndome luego. - Averiguaré quién es esa mujer. 

- Quiero ver a mi bebé. - Le dije a Calvin y él me besó en la cara. 

- Te hicieron una cesárea y tienes que descansar. - Me contó sintiéndome yo mal. Me obligó a que me quedara tumbada en la cama. - Yo estaré aquí a tu lado. 

- Si... - Contesté maldiciendo lo que había ocurrido, no recordaba el momento que me quedé embarazada y ahora... De mís ojos salieron unas lágrimas que no podía reprimir. 

- Oye, no llores. - Me pedía Calvin que se inclinó cubriéndome con su cuerpo, yo lo rodeé con mis brazos llorando hasta no poder más. 

No esperé a la mañana siguiente a que Calvin regresara, ya había esperado bastante. Fui a verla aunque fuera a través de un cristal. 

- Liam Áñez. - Leí en la placa. Era una gordita bebé, se veía que estaba sana. 

- Hija. - Escuché y al mirar vi a la madre de Calvin. - ¿Que haces aquí cuando tendrías que estar descansando?. - Se alarmó. 

- Me encuentro bien, mamá. - Miré para mi bebé. - Quería verla y no quería esperar a que Calvin viniera de casa. 

- Es tan bella. - Habló mamá. - Tu abuela me mandó una foto, pero quería verla en persona. - Me miró. - Mi hijo y tú me habéis dado una linda muñeca. 

- Gracias... - Solo me salió decir cortada. Cuando se nos acercó Candy y Marcos que traían cosas para la bebé. 

- Ya soy tío. - Se decía Marcos todo contento y Candy me abrazó. 

- ¿Como te encuentras?. - Me preguntó y vi que Marcos hablaba con la madre de Calvin, le enseñaba la cesta con las cosas que traía. 

- Confusa y con dolor. - Contesté dando un largo suspiro. - Tengo a Liam conmigo pero ni siquiera estuve despierta. Pero pese a todo eso, puedo decir que me encuentro feliz. 

- Calvin habla de una mujer. - Habló Candy que por su cara también estaba preocupada. 

- La verdad es que no se. - Confesé colocando las manos en el cristal mirando a Liam. 

- Tal vez era una fan de Calvin. - Saltó mi amiga Candy. - Para Calvin se a vuelto su obsesión, deberías de hablar con él. 

- Si... - Susurré intentando que algo me viniera a la cabeza, pero aunque lo intentara no recordaba nada de ninguna mujer. 

Calvin sonreía mirando como le daba el pecho a Liam, poniendo una mueca graciosa y tocándose la nariz. 

- Oye, deja de tomar. - Decía tocando a la bebé que tomaba de mi pecho. Lo miré dándole con la mano. 

- Calvin. - Le dije y él sonrió mordiéndose el labio inferior. 

- Es que quiero cogerla un rato. - Me habló sentándose luego a mi lado, sin quitar sus ojos de la bebé. Sonrió de nuevo agarrándose las manos y preguntándome. - ¿Recuerdas lo que me dijiste?. 

- ¿Que te dije? - Le pregunté y él mantuvo su mirada sobre la mía. Tragué saliva queriendo que no siguiera, claro que me acordaba de que le pregunté si dejaría su profesión por mi. 

- Me estás mintiendo, se que te acuerdas. - Me habló con molestia, su rostro se tornó serio y sus ojos me acusaron. 

- Ya te e dicho que no me acuerdo. - Le mentí queriendo que lo dejara. Se tocó de nuevo la nariz aspirando profundo y dejando escapar un suspiro. 

- Como quieras. - Pronunció. - Estuve hablando con Gleen. - Me habló luego y dirigí mi mirada a mi bebé. No se a que viene su insistencia. 

- Tengo muchas ganas de verlo, la abuela me dijo que lo traería. - Conté sonriente cuando Liam se soltó de mi pecho. 

- Lo hago yo. - Corrió Calvin que agarró a Liam de mis brazos. Lo miré cogiendo un paño de color azul para limpiarme el pecho, mientras Calvin cogió otro paño limpiando la boca de Liam, poniéndoselo luego en el hombro. - No pienso dejar mi profesión, me gusta. - Se dirigió Calvin a mi. 

- No lo haga si no quieres. - Respondí colocándome bien el camisón. 

- Tú puedes hacer lo que mejor te parezca, si deseas volver a tu trabajo hazlo. - Expuso mirándome con seriedad y sonreí. 

- Dijiste que todo esto terminaría cuando el bebé naciera. - Le dije apretando mis manos entre si e impidiéndome derramar unas lágrimas. 

- ¿Quieres terminarlo?. - Me preguntó con sus ojos triste. Negué mirándolo. 

- Pero... - Empecé a decir, callando para controlar mis sentimientos. 

- Daniela. - Me habló queriendo que no siguiera. - Yo no pienso renunciar a ustedes. - Se me acercó con Liam entre sus brazos. - Los tres juntos... Daniela. - Sus ojos derramaron unas lágrimas mirándome. - No lo hagas tú.