Espectros

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Lunes y los días contando, para cuándo termine el fin de semana me convertiré en un adolescente de catorce años.

Estoy tan emocionado que incluso la rutina no me suena tan pesada a las ocho con quince de la mañana.

Cómo es costumbre la escuela Casper tiene un estricto itinerario las primeras horas de la mañana, Sam estaba provocando disturbios fuera de la oficina del señor Lancer.

Bendita mí suerte que sea este el único camino a mi primera clase pero ví a Paulina en su casillero justo detrás de la multitud, quizás mis últimos nueve intentos de hablarle fracasaron pero está vez será diferente.

Me acercaré y está vez la invitaré a salir.—"Ser discreto nunca intenso"— pensé mientras me acercaba a un costado de ella.

—Antes de que digas algo Danny, no, no quiero salir contigo.—

—"Cómo un gato en cuanto a reflejos, ¿Ahora cómo me retiro sin parecer intenso?"— Pensé y mágicamente me había olvidado de como me llamo.

—¿Quién dijo algo de salir?, yo sólo te invitaba a que tus amigas te tuvieran envidia y tu padre te prohiba verme.—

Mirándome a través del espejo colgado en su casillero, ponía brillo a sus labios, sabía que me tenía —"¿Que me delató?"— Pensaba mientras me perdía en el aroma a durazno de su labial.

—Me agradas y eres lindo pero... no eres popular, no saldría con alguien que no es popular; mucho menos si ese alguien es la mascota del equipo.—

A pesar de estar en un enorme pasillo no tenía escapatoria, ¿como librarse si me tenía contra las cuerdas?, en este punto quizás el referí diría que me dejara en paz y mejor lo golpeara a él.

—Y yo pensaba que era parte del equipo.— Tan lejos y tan cerca de ser del "círculo".
Ignorado no fuí, quizás sea buena señal.

—¿A propósito porque no fuiste a la fiesta de Dash?—

—Ah la política es que puedo asistir a las fiestas del equipo sólo si jazz va, lo cual es imposible porque se la pasa en la biblioteca.—

Paulina hizo un gesto de "ni modo" como si supiera que me estoy perdiendo de algo. —Bueno espero algún día verte allí y para la otra, si quieres preguntarme algo, no te tardes demasiado.—

Cerrando su casillero y una vez me deja con ese sensual toque de ambigüedad.

—"Empiezo a comprender sus señales."— O eso quería pensar.

El señor Lancer opaca la multitud con un portazo en la pared —¡Por la bala de Buster scruggs!, ¿Qué sucede aquí?— los carteles de protesta iban a levantarse cuando toda la multitud salió disparada dejando a Sam sola en medio del pasillo.
El rostro de Sam cambio a uno resignado a esperar la peor de las sentencias escolares.

—Señorita Manson, ¿una vez más protesta por cambiar el menú del almuerzo por algo que no tenga ojos?—

Y antes de que Sam pudiera defender su postura, una voz al otro lado del pasillo la interrumpe. —Señor Lancer, tiene un minuto?— Es mi hermana Jazz, tan entusiasta como siempre.

—"Otro dolor de cabeza"— Piensa el señor Lancer, lo cuál Sam aprovecha para escapar lentamente sin ser descubierta.

—Señor Lancer, ya pensó sobre mi propuesta de introducir talleres extracurriculares? Ya que el plan de estudios de la escuela Casper es algo ineficiente.
Debería enseñarnos calcular impuestos, manejar nuestras finanzas y desarrollar más nuestra inteligencia emocional. 
Es mejor que solo ver películas en la sala de cómputo—

Ella habla demasiado que te puede marear. Con la mano frotándose las cejas respiró un poco e interrumpió. —Señorita Manson, ¿A dónde cree que va?,— Sam únicamente volteó para recibir su veredicto e ir a la dirección mientras tanto mi hermana fue enviada a la enfermería. ¿Por qué razón?, no lo sé.

—¡Señor Phantom, a mi oficina!—

¿Cuál fue el mal que yo hice?, mi único crimen solo fue jugar a ser Romeo y por ser el único en el momento equivocado.

—¡Ahora, señor Phantom!—

Ya estaba resignado a recibir un regaño injustificado, cuando escuché que el señor Lancer cerró la puerta con cierto descontento y sacó documentos de su escritorio.

—Señor Lancer la idea de escapar al desfile de modelaje fue idea mía, no de Tucker, él quería quedarse a la plática de prevención de accidentes.—

Pero esté avienta los documentos al escritorio y trató de calmarse un poco, obviamente tenía miedo, pero sus manos temblaban más que las mías.

—Voy a finjir que no escuché eso, sólo quería deshacerme de tu hermana y de tu novia.—

Aliviado de que no estaba en problemas, pude respirar hasta que algo en sus palabras no me habían cuadrado del todo.

—¿Sam?, un segundo ella no es mi novia, sólo somos amigos.—

—Danny, que no estés en problemas no quiere decir que no quiera platicar contigo.—

Fabuloso, ahora tengo que lidiar con más charlas de las que mi madre me obliga a escuchar cuando no quiero hacer mi tarea.

—De hecho Danny, me preocupan tus notas, en clase eres disperso y no veo que tengas un círculo muy grande.—

—Por que no mejor me castiga como a mi hermana?—

—Escucha Danny, se que ahora para ti lo más importante pueda ser tener una novia, ser popular y buscar un lugar en la escuela pero los malos ratos así cómo los buenos que sucedieron y sucederán no importarán en unos años pero lo único que se irá contigo es lo que hoy estés forjando.—

—Pero Sam no es mi novia.— En ese momento la campana sonó para la primera clase y no quería hacer ejercicio. Me sonaba que esto sería un día muy largo.

—Piensa en lo que dije Danny— Me acompañó a la puerta y al abrirla para que pudiera salir pero antes de poder despedirme me dijo que quizás le permitirá a Jazz hacer un pequeño taller de regularización en la biblioteca después de clases y que yo debería ser el primero en tomarlo.

Y sólo tome la manija de la puerta y cerré por fuera, quizás eso bastaba para que entendiera mi punto.