Miro el calendario fijamente cada vez me queda menos tiempo para terminar el salón,aunque ahora me siento mejor por tener una idea de lo que quiero, anoche después de que Darcel me dejara en la casa fui a ver a Aurora, mi vecina y le hice saber todo lo que necesitaba para empezar hoy a pintar el salón. Espero que todo se encuentre allí cuando llegue, si quiero tenerlo todo a tiempo debo empezar ya.
Me visto con un short corto y una blusa vieja que a veces utilizo para pintar. Cojo una mochila y guardo dentro algunas cosas que necesito, incluido mi teléfono. Bajo a la sala y puedo escuchar el murmullo de mis abuelos hablando, eso sí, no logro distinguir nada ya que hablan bastante bajito, cuando entro se callan, me resulta extraño, supongo que más tarde averiguaré qué es lo que los tiene con tanta intriga
- Buenos días- Camino adonde está mi abuelo con su café delante y le planto un beso en la mejilla.
- Buenos días mi niña.- Me contesta con una sonrisa, voy a donde mi abuela está preparando la masa de algo, parece ser unas galletas y le doy un beso.
- Voy a ir a pintar el salón, puede que llegue tarde.- Me sirvo un café en mi tasa y me preparo una tostada con mermelada, tengo hambre.
- Está bien, no te olvides de almorzar.- Me recuerda mi abuela y yo solo sonrío en respuesta.
Cojo una botella de agua del frío y la guardo en mi mochila. Me despido de mis abuelos y salgo de la casa para ir al salón, si que me espera un día largo hoy.
Cuando entro veo todas las cosas que necesita en una esquina, dejo la mochila en el suelo, donde no me vaya a estorbar y me recojo el pelo en un moño alto. Miro las paredes pensando por donde empezar, luego de decidirlo camino hasta la pared cercana a un inmenso ventanal que da vista al parque. El piso está completamente cubierto por una tela gruesa que impide que el piso se manche con la pintura.
No tengo idea de cuanto tiempo ha pasado, solo sé que debe ser bastante tarde porque el Sol ya está escondiéndose, pintando el cielo de un anaranjado precioso. Si mi abuela se entera que desde que llegué no he parado ni diez minutos me mata, eso es lo que pasa cuando pinto, todo el mundo desaparece, es como si lo único importante fuera terminar lo que tengo entre manos. Aunque claro está que a pesar que llevo más de diez horas pintando aún me falta más de la mitad, pero creo que por hoy lo voy a dejar.
Busco mi botella de agua y le doy un largo trago, terminando el agua que quedaba en esta. Recojo un poco las cosas y camino hacia la puerta, la abro y menuda sorpresa me llevo.
- ¿Darcel? .- Darcel está parado enfrente de la puerta con un brazo levantado como si estuviera a punto de tocar la puerta.
- Eh, sí. ¿Cómo estás? .- Me mira con esas dos esferas doradas que tiene por ojos lo que me provoca un sentimiento raro en la boca del estómago, como si me dieran constantes golpecitos desde dentro, menuda comparación la mía, lo sé, creo que es de esas sensaciones que no puedes explicar, que solo cuando las vives es que puedes saber cómo se siente, lo que es en realidad. Darcel se aleja un paso para darme espacio, ya que al cerrar la puerta habíamos quedado muy cerca.
Veo su mirada dirigirse hacia dentro de la habitación y cierro rápido la puerta para que no pueda ver.
- ¿No me vas a dejar verlo? .- Pregunta levantando una ceja, tienes los brazos cruzados y me mira extrañado.
- Es que todavía no está terminado.
- Está bien, como quieras.- Contesta desviando la vista para no mirarme. ¿Está molesto? .- Tu abuela te mandó unas cosas para que comas.- Se descuelga de los hombros una mochila oscura, que ahora es que me doy cuenta que llevaba, saca de ella una botella de agua y un recipiente, lo abre y siento el delicioso olor que proviene de la comida, sin lugar dudas es un pastel de limón.
- Amo a mi abuela.- Digo cuando Darcel me da el recipiente y saco el pastel. No pierdo tiempo y le doy un mordisco.
- ¿Y a mí?, después de todo fui yo quién te lo trajo.- Levanto la cabeza para mirarlo tan rápido que estoy segura que mañana me dolerá el cuello. Nuestras miradas se encuentran y me hace dudar de si lo que escuché fue cierto.
- Supongo que ya no me pareces tan malo.- Contesto
- ¿Solo eso? . Esperaba que me ofrecieras tu amistad o algo así.- Me dice riéndose.
- Está bien, serás mi amigo, por ahora .- Y sí, cuando las palabras salieron de mis labios fue que lo decidí, Darcel sería mucho más que ese chico intimidante que conocí en la sala de su casa, mucho más que mi amigo. El plan: "Conquistando a Darcel", empieza hoy.
Nota de la autora:
Hola, lamento la demora. Me apuré revisando el capítulo, por lo que si tiene algún error lo siento.
Bueno, déjenme comentarios para saber que les pareció el capítulo.
Besos
Sofi