Ya no sé cuantas vueltas he dado en la cama. Me sorprende ver el Sol salir por la ventana de mi habitación, al parecer me he quedado despierta más del tiempo que pensaba. Después de mi discusión con Alison ella salió de la casa. Me cansé de llamarlo al celular, pero no respondía mis llamadas. Solo me quedaba de consuelo pensar que estaban juntos.
Aún así no logré dormir ni cinco minutos. Sentía un dolor punzante en la cabeza que aumentaba cada cinco minutos. Sabía que no podría descansar nada así que me levanté y fui al baño para vestirme, tenía que buscar a Diego y a Alison, necesitaba hablar con ellos.
Bajo a la cocina cuando estoy lista y me llevo un susto cuando los veo en la entrada hablando.
¿Qué les puedo decir? . No sé ni como acercarme a ellos ahora. ¿Debería preguntarles donde estaban? . ¿Cómo pasaron la noche? .
- No sabían que habían llegado.- No sé porque fue solo eso lo que dije. Tal vez porque pensaba que si les preguntaba como estaban se reirían en mi propia cara.
La culpable de todo preguntando por como están.
- Solo vinimos a buscar las cosas.- Diego me miró mientras hablaba. En vez de esa mirada dulce que siempre me dedicaba había una dura, como si verme fuera lo último que quisiera en el mundo, y en parte estoy segura que era así. Tenía los ojos rojos como si hubiera pasado un largo rato llorando y unas ojeras se estaban formando debajo de esos ojos azules que siempre estaban felices.
No paraba de recriminarme.
Yo era la que había ocasionado eso.
La única culpable.
- Nos vamos en el primer autobús que sale.- Esta vez la que habló fue Alison, su voz mostraba todo el cansancio que sentía. Se veía igual de destruida que nosotros.
- Lo entiendo. Pueden pasar a buscar las cosas.- No quería que se fueran, me dolía ver como nos íbamos a separar así. Pero los tres necesitábamos tiempo para pensar las cosas, ellos necesitaban tiempo para perdonarme y yo también.
Subieron a mi habitación para buscar sus cosas y o me quedé sentada en la sala, mis abuelos todavía no se habían levantado y había un silencio horrible que solo acrecentaba mi dolor. Unos minutos después bajaron. Diego salió por la puerta sin mirarme, fue la primera vez desde que nos conocimos que sus ojos no se posaron en mí cuando estábamos en la misma habitación.
Alison caminó hacia la puerta, pero se quedó unos segundos enfrente de esta, como si se estuviera replanteando algo.
- Yo también lo lamento.- Salió por la puerta y me dejaron en una completa soledad.
Nunca me había gustado llorar delante de nadie. Me hacía sentir vulnerable.
Pero en la soledad dejé que las lagrimas corrieran por mi rostro. Me permití recordar todos los momentos que habíamos vivido los tres. Sentía que había perdido una pierna o un brazo. Solo esperaba que algún día pudieran perdonarme.
Tengo la vista fija en la ventana, está lloviendo torrencial mente afuera. La lluvia ha impedido que se siguieran con los planes del festival para hoy. Cosa que de cierta forma me alegra porque evita que tenga que ir a la cafetería a trabajar.
-Eleena, ¿pasa algo? .- Mi abuela para de cortar las verduras para mirarme preocupada, ha tenido esa mirada desde que me vio ayer por la mañana, pero no ha querido preguntarme, supongo que para respetar mi espacio.
- Diego y Alison se fueron porque yo hice algo que los hirió.- Por fin digo que es lo que pasa. Estoy segura que ella se imaginaba que habíamos discutido, teniendo en cuenta que se fueron dela noche a la mañana y yo prácticamente he salido desde que se fueron.
- Tal vez me estoy equivocando y solo son ideas de una anciana loca, pero a veces ocurren cosas que no podemos manejar y más si se trata de los sentimientos.
- Alison tiene razón, yo tenía que haberme dado cuenta, así quizás podría haber…
- ¿Evitado que Diego se enamorara de ti? .- Ella termina por mí, impresonandome. Se limpia las manos y se sienta al lado mío.- Eleena, ya te dije que los sentimientos son algo que no se pueden manejar, no podías impedir que él se enamorada de ti y tampoco puedes obligarte a enamorarte de él. Así no funcionan las cosas. A veces conocemos a personas que solo de verlas nos despiertan millones de emociones y otras que por mucho que las conozcas nunca te van a hacer sentir así. La química entre dos personas no se fuerza, surge.
- Pero no quiero perderlos. Ellos son muy importantes para mí. También herí a Alison, ella me odia.
- Cuando estamos dolidos somos capaces de herir como nunca, porque lo único que queremos es hacer aún más daño que el que nos ocasionaron. No te digo que esté bien, de hecho es algo horrible, pero somos humanos estamos destinados a equivocarnos. Yo las vi juntas, Alison te quiere mucho, no creas todo lo qque te dijo cuando estaba dolida.
- ¿Crees que me puedan perdonar? .- Mi voz sale en un susurro. Tengo miedo de saber la respuesta.
- Tú no hiciste nada malo, deja de culparte. En realidad ninguno hizo nada malo. Los tres necesitan tiempo para pensar las cosas y curar las heridas. Una amistad como la de ustedes no se acaba así.- Me da un beso en la frente y me sonríe.- Ahora ve a poner la mesa.
Me levanto para buscar los platos. Mientras camino pienso en lo mucho que quiero que sus palabras sean ciertas.
Nota de a autora:
No pensaba publicar hoy, pero bueno, aquí está el capítulo.
Feliz Día del Libro.
Muchas felicidades a todas esas personas que encuentran un refugio en la lectura.