Capítulo 26:

- Alcánzame la azúcar.- Le pido a Esmeralda. Hace unos minutos estaba a mi lado.

 Hace más de dos horas que Darcel la trajo. Me extrañó cuando la vi entrar sola a la cocina, pero me dijo que se encontraron con mi abuelo en la entrada y que necesitaba la ayuda de Darcel para llevar unas cosas al parque donde se celebraría el concurso.

- Esme, necesito que me traigas azúcar.- Le vuelvo a repetir porque la última vez no obtuve respuesta.

- Toma.- Doy un brinco cuando escucho la voz de Darcel detrás mío.

- Gracias.- Cojo la azúcar que me da y termino de preparar la masa para meterla en el horno.

 Cuando cierro el horno suelto un suspiro.

- Por fin terminé.- Hablo a la nada y me doy la vuelta para ir a lavarme las manos.

- Deberías comer algo.- Otra vez la voz de Darcel me sorprende, levanto la mirada y lo encuentro en una esquina apoyado en una pared.

- Y tú deberías dejar de asustarme de esa manera.- Me lavo las manos para quitarme todos los restos de masa.

- Eso no tendría nada de divertido.- Me responde con una sonrisa mientras juega con un anillo que tiene en el dedo índice, nunca lo había visto.

- Nunca te lo había visto.- Señalo al anillo con la mirada para indicarle de lo que hablo, haciendo que él también lo mire y se borre la sonrisa de su rostro.

- Siempre lo he tenido puesto, lo que antes lo tenía en una cadena.

- Me gusta.- Me acerco a él y tomo una de sus manos con la mía para ver mejor el anillo. Darcel no me detiene por lo que aprovecho para verlo bien. Es una alianza plateada tiene una fina línea de color negro en el medio que le da la la vuelta a todo el anillo, me da tanta curiosidad que no puedo evitar tocarla, Darcel aleja rápido su mano de la mía en cuanto toco el anillo.

- Mejor vamos con los demás.- Habla y camina hacia la salida.

 Me quedo extrañada por su comportamiento, solo toqué el anillo.

 Será demasiado importante para él.

 Salgo de la cocina para buscar algo de comer.

 Melissa está sentada en la barra con Esmeralda y Darcel.

- ¿Mi abuela se fue? .- Pregunto porque no la veo. En la cafetería solo quedamos nosotros. Mi abuela les dio salida para que puedan descansar un rato antes del concurso.

- Sí, dijo que iba a prepararse para el concurso. Me dijo te ayudara a limpiar para cerra.

- Está bien.- Miro el reloj y veo que ya son las tres de la tarde, llevo más de siete horas aquí.

Me siento en una silla al lado de Esmeralda  y suelto un suspiro, estoy agotada.

- Mira, estas son las galletas que hicimos.- Esmeralda señala una bandeja con algunas galletas que le ayudé a hacer.

 Cojo una de las galletas, saben a gloria.

- Son las mejores, deberíamos montar nuestro propio negocio.-Le guiño un ojo y me termino de comer la galleta.

- ¿Cómo le pondrían? .- Melissa nos pregunta.

 Esmeralda apoya la cabeza en una de sus manos y piensa seriamente que nombre le pondría.

- Eleena.- Esme da palmadas en el aire cuando dice el nombre demostrándole lo mucho que le gusta.

- Se parece mucho al nombre de esta cafetería, tendrías que buscar algo diferente.- Darcel le explica y ella se le borra la sonrisa, ahora tendrá que pensar en otro nombre.

- Nunca lo había pensado, pero Geleena es por tu abuela y por ti, ¿no? .- Melissa me pregunta mientras mira uno de los servilleteros con el nombre de la cafetería.

- Sí. Ge de Gema y leena de Eleena.

 Darcel y Esmeralda se quedan para ayudarnos a limpiar, menos mal porque sino seguro que terminaríamos de noche. Cuando todo está recogido y limpio cierro y voy a mi casa para arreglarme para el concurso, solo falta una hora y media.

 El parque está lleno de pequeños puestos que exhiben la comida de sus negocios y pequeñas mesas para que las personas se sienten. Todo está alumbrado con pequeñas bombillas que alumbran cada puesto. En una mesa separada está el producto que va a competir. Mi abuela preparó una tarta de limón la cual además de ser deliciosa, es el dulce estrella de Geleena. 

 El jurado está formado por el alcalde, su esposa, el director del Instituto local y Aurora, la vecina de mis abuelos. 

 Todo el personal de Geleena que está trabajando lleva un delantal con el nombre de la cafetería. Hay varios niños jugando en el parque mientras los padres hablan y mantienen sus ojos en ellos.

 Llevamos más de dos horas aquí en la que no he parado más de cinco minutos. Por la mañana pensé que mi abuela exageraba en la cantidad de pasteles y galletas que quería hacer, pero cada vez que miro quedan menos. Por lo general se hacen algunas rebajas, aún así hemos ganado casi el doble de lo que se gana en un día normal.

 El alcalde avisa que van a empezar a probar la comida del concurso y se prepara para pasar puesto por puesto con el resto del jurado.

 Melissa, mis abuelos y yo esperamos a que lleguen a nuestro lugar. Alison me quiña un  ojo antes de probar el pastel y yo le respondo con una sonrisa.

El alcalde camina hacia el centro y se prepara para decir quienes son los ganadores.

- Todos son deliciosamente buenos. Debo admitir que todo lo que probamos estaba especial. Pero como en todo concurso algunos tienen que ganar y otros perder.- Dice su breve discurso  hace una pausa para volver a hablar.- En tercer lugar tenemos a Manilú, en segundo está...- Veo como mis abuelos se agarran de las manos esperando que nos mencionen.- Geleena…

Dejo de escuchar cuando escucho que nos mencionaron. Abrazo a Melissa que está al lado mío mientras mis abuelos se dan un corto beso en los labios.

Nota de la autora:

Hola, creo que con este capítulo quedó claro que soy mala inventando nombres de lugares, así que si se les ocurre alguno mejor escríbanmelo en los comentarios. Si les gusta la historia háganmelo saber dejando sus votos y comentarios, siempre me alegra verlos.

Saludos

 Sofi