Capítulo 28:

Me costó un inmenso trabajo lograr tranquilizar por completo a Esmeralda, pero un rato después se quedó dormida. La arropé con las sábanas y baje a la cocina para tomar un poco de agua. Miré la hora en el reloj, casi las doce, ya llevaba más de una hora y media aquí y no sabía nada de Darcel, ni de lo que realmente había pasado. 

 Le escribo un mensaje a mi abuela diciéndole que estaba cuidando a Esmeralda porque Darcel tuvo que salir y Catalina está de viaje. Con toda la locura se me había olvidado avisarle que iba a llegar tarde.

 Siento el ruido de una moto, me asomo por la ventana y veo que es Darcel. Viene solo,  y no con Melissa como esperaba. 

 Me quedo en la entrada de la cocina esperando a cuando entre. Abre la puerta, se quita la chaqueta que llevaba puesta y la tirá en el sofá donde se sienta segundos después. 

Observo sin hacer ruido cada unos de sus movimientos. Como se inclina aún sentado y apoya la cabeza en sus manos, como si necesitara pensar. Me siento culpable por estar en un momento en el que es más que evidente que quiere estar solo, pero lamentablemente, no me puedo esfumar.

- Esmeralda se durmió.- Mi voz es suave, no quiero interrumpirlo, pero necesito decírselo para poderme ir.

Levanta la cabeza y mira hacia mí. Me habla, pero no puedo escuchar, me he quedado de estática cuando vi las marcas en su rostro. Tiene partido el labio, se ve un poco de sangre seca, un corte a un lado de la ceja izquierda y un golpe en el pómulo.

- ¿Qué te pasó? - En pocos pasos estoy enfrente del sofá. Tomo sus rostro con mis manos con sumo cuidado de no hacerle daño.

- Estoy bien.- Él aleja su cara de mis manos y vira la cabeza a un lado para que no lo vea.

- No, no estas bien. ¿Dónde puedo encontrar las cosas para curarte? .

- No hace falta, yo puedo solo.

- Dime donde están las cosas para curarte.- Sigo insistiendo. Él me mira y al parecer se da cuenta de que no voy a desistir.

- Sígueme.

Me hago a un lado para que pueda levantarse del sofá y lo sigo al segundo piso.  Abre la última puerta del pasillo, nunca he entrado ahí supuse que sería la habitación de Darcel o Catalina, al parecer es la de  Darcel.

 Me quedo en la puerta incómoda por no saber si pasar o quedarme allí.

- Puedes pasar, no muerdo.- Yo entro a la habitación y me quedo en medio de todo mirando a mi alrededor mientras Darcel entra en otra puerta, me imagino que será un baño.

 Las paredes de la habitación están pintadas de blanco, en el centro hay una cama, más grande que la que tiene Esmeralda en su cuarto, con sábanas en tonos grises y dos mesas de noche a cada lado.

 Me detengo a mirar una foto en la cómoda. Hay un niño de unos seis, siete años con un pelo oscuro y unos grandes ojos dorados que me confirman que se trata de Darcel de pequeño, está sentado en un sillón y tiene una linda sonrisa, en sus brazos hay una bebé que por los años que se llevan ambos niños, me hace pensar que debe ser Esmeralda.

 La foto es lo más tierno que he visto en años. Darcel ama con su vida a su hermana, por eso sé hoy pasó algo que no me han dicho, él no dejaría a su hermana sola en medio de la noche por ir a una fiesta.

- Ya tengo las cosas.- Darcel habla, entrando de nuevo en la habitación y me doy la vuelta para mirarlo. Tiene un estuche en las manos que debe tener las cosas que necesito para curarlo.

- Es preciosa.- Lo veo levantar una ceja sin entender y le señalo la foto.

- Acababan de traer a Esmeralda del hospital. Fue la primera vez que me dejaron cargarla.- Sus ojos miran la foto con ternura y sé que se ha quedado perdido en los recuerdos.- Mi mamá estaba nerviosa pensando que se me caería y mi...- Su voz se apaga de momento y no me pasa desapercibido la forma en que aprieta la bolsa que lleva en sus manos y aprieta la mandíbula.- Mejor empezamos con esto.- Deja la bolsa en la cama y se sienta en una esquina.

Me paro delante suyo y agarro la bolsa para buscar lo que necesito. Tomo su rostro en mis manos como hace un rato y lo alzo para poder verlo. Paso el algodón empapado en  alcohol por las heridas para curarlas. Empiezo por la cortada que está cerca de la ceja y después por el golpe que tiene en el pómulo. Lo veo hacer una mueca pero no se queja. 

 Paso a la cortada del labio, está en el labio inferior, esa parte se está empezando a inflamar un poco. Darcel cierra los ojos un momento por el ardor que le produce el alcohol.

- ¿Cómo fue que te hiciste esto? .- Le pregunto esperando una respuesta que no obtengo por varios segundos.

- Estábamos en una fiesta, Brandon se metió en problemas y tuve que ayudarlo.- Responde rápido como si nada.

- ¿Eso fue lo que realmente sucedió? .- Vuelvo a preguntar.

Me quita el algodón de la mano y empieza a recoger las cosas en la bolsa donde estaban antes sin abrir la boca.

- Sabes, siempre he detestado las mentiras y sé que Melissa me mintió en el parque y que tú lo estás haciendo de nuevo ahora.- Darcel abre la boca para hablar pero yo no lo dejo. - Cuando llegué Esmeralda estaba llorando en su cuarto asustada porque te pasara algo, sabes lo que me costó hacer que se tranquilizara. Tú nunca dejarías a tu hermana sola por ir a una fiesta. Te conozco lo suficiente para saber que serías capaz de hacer todo por tal de que tu hermana esté bien. Así que no me vuelvas a repetir la estupidez de la fiesta porque no me la creo.

- Eleena, yo no puedo contártelo, yo…

- Darcel, no escuchas que pensé que te había pasado algo grave, no sabía donde estabas y cuando llegaste tenías la cara hecha un desastre. ¿Por todo eso no merezco la verdad? .- Trato de no alzar la voz para no despertar a Esmeralda.

- No insistas porque no voy a contártelo.- Su voz es fuerte y me deja claro que no me va a decir nada.

Lo miro por última vez y tratando de hacerlo cambiar de opinión, pero él huye de mis ojos y mira hacia el piso. Desisto y me doy la vuelta para irme. Salgo de la habitación de Darcel y bajo las escaleras para tomar mis cosas e irme. Cuando voy a abrir la puerta de la calle siento que unas manos me envuelven la cintura.