El ascensor se detuvo, las escaleras se encontraban vacías, el pasillo que conducía hacia la salida en el callejón estaba despejada. Grey permaneció en el ascensor, no salió.
- ¿Por qué no sales? - pregunto Seth bajando del techo - ¿Estas asustado? -
- No, porque aquí tengo mejor vista -
Dirigió su mirada hacia el pasillo, Seth se giró al escuchar pasos, al primero al que vio fue a Hendrik
-Tiempo sin verte- dijo sonriendo -Por más que lo desees no lucharas conmigo- aclaro al darse cuenta de las intenciones que tenia de atacarlo
Detrás de él entraron otras personas, pero no eran de Tsereg, no tenían los uniformes, eran dos hombres y una mujer, nunca los había visto, uno de los hombres parecía tener la misma edad de Hendrik, se veía bastante fuerte, sus ojos rasgados se veían peligrosos, la mujer de piel morena, cabello rizado y abundante, noto que al momento en que sus ojos se encontraron, puso su mano sobre una pequeña bolsa que estaba atada a su pierna izquierda, el otro hombre parecía de su misma edad, su cabello castaño oscuro llegaba hasta su cuello y caía sobre su rostro, sus ojos cafés lo miraban con excitación, se notaba que estaba ansioso por pelear.
-Ellos serán tus oponentes- dijo Grey señalándolos -ahora demuéstranos de lo que verdaderamente eres capaz-
Esto era otra prueba, incluso en un momento como ese, solo seguían pensando en ponerlo a prueba, pero no les daría ese gusto, continúo acumulando energía
- ¿Acaso piensas quedarte ahí de pie? - pregunto el joven al ver que no se movía a pesar de la orden que le había dado Grey
-Entonces empecemos nosotros- dijo el otro hombre
Los dos se prepararon para comenzar el ataque, pero fueron recibidos por el fuerte impacto de la energía que Seth libero, Hendrik y Grey también quedaron aturdidos, como el espacio era reducido, recibieron el impacto con toda la fuerza, rápidamente aprovecho para salir de allí, sin mirar atrás, corrió hacia las escaleras que lo llevarían al callejón. Al salir corrió en la dirección donde estaba la terminal, pero todo era un caos, la gente corría asustada de un lado a otro, Seth miro hacia arriba y vio como las naves de Argos estaban siendo destruidas, los impactos de los disparos sobre el domo se escuchaban muy fuerte, lo que hacía que la gente se agachara en horror cada vez que hacían impacto, aunque el domo se veía en perfectas condiciones, volvió a correr, tenía que buscar la manera de salir de la capital, de comunicarse con Ark y Killian, tenía que asegurarse de que estuvieran bien, pero fue detenido por un hombre y una mujer.
-Por fin nos conocemos- saludo la mujer
-No podrás pasar de aquí- dijo el hombre
No tenía idea de quienes eran esas personas, ellos también se veían de su misma edad, la mujer era de cabello castaño claro y largo, lo tenía recogido en una trenza, su cuerpo era delgado y pequeño, no parecía muy fuerte, el hombre era solo un poco más alto que él, su cabello negro estaba desordenado, al igual que la otra mujer, tenía una bolsa atada a su pierna derecha, ahora se daba cuenta de que todos tenían una, el hombre apretó sus manos, estaba listo para atacarlo, pero no perdería su tiempo con ellos. Volvió a soltar otra descarga, pero la mujer logro crear un campo de energía que los protegió del impacto.
- ¿Quiénes son ustedes? - no se sorprendió al verla utilizar ese poder, ahora entendía lo que hacían en el laboratorio donde encontró a Thade, eso también explicaba porque Finley tenía tanta fuerza
-Sorpresa- respondió la mujer
El hombre corrio hacia el, de sus manos comenzaron a salir lo que parecian llamas, pero eran de color negro, Seth lo esquivo pero las llamas lograron alcanzar su brazo izquierdo y de inmediato su ropa comenzo a quemarse, pero no solo su ropa, su brazo tambien. Con su mano apago las llamas rapidamente, miro su brazo y su piel estaba roja, le habían salido unas cuantas ampollas, sentía el intenso ardor de su carne quemada.
- ¿Creías que eras el único que tenía poderes? - dijo el hombre con arrogancia -Nosotros somos mejores que tu-
Corrio hacia el otra vez, sus manos estaban envueltas en esas llamas negras, Seth tenia que evitar que lo tocara, tenia que buscar la manera de atacarlo sin acercarse a él, ya que, con solo acercarse un poco, las llamas lo quemarían, consumiría rápidamente lo que fuera que tocara. Como ahora se encontraba lejos de la mujer, soltó una descarga de energía con la que pudo alejarlo, no podía seguir perdiendo el tiempo con ellos y más porque desconocía por completo las habilidades que tenían, primero tenía que asegurarse de que todos estuvieran bien. Salió corriendo en la dirección opuesta de donde estaba la mujer, quien al ver que se iba a escapar corrió tras él.
- ¿Seth, me escuchas? - era Killian hablando por el auricular
- ¡Killian!, ¿dónde están? ¿Lograron salir de la capital? -
-Sí, no te preocupes, aunque si tuvimos problemas, unos hombres vinieron por nosotros, pero gracias a que todo se volvió un caos por el ataque de Argos pudimos escapar-
- ¡En donde están ahora! - no lograba perder a la mujer, era muy rápida
-Estamos cerca de la terminal, y tu dónde estás… ¿Estas corriendo? - pregunto al escuchar lo agitado que estaba
- ¡En este momento no puedo hablar…! - se estrelló con unas personas que corrían tratando de esconderse del caos, cayó al piso sobre su brazo quemado haciendo que su piel se desgarrara, el ardor ahora era insoportable, pero no tenía tiempo para preocuparse de su herida, la mujer estaba casi encima de él y el hombre también se estaba acercando.
- ¡Te tengo! - dijo la mujer agarrándolo por el cuello, de inmediato comenzó a sentir como perdía su fuerza
-Ya no podrás escapar-
Pero antes de que se quedara sin fuerza, reunió una gran cantidad de energía en su mano derecha, sorprendido, vio como rayos negros comenzaron a salir por sus dedos, pero sin pensarlo dos veces, giro su brazo y la tomó de la pierna soltando toda la energía contenida de un solo golpe, pudo escuchar el grito de dolor de la mujer, quien lo había soltado solo segundos antes de recibir la descarga, se giró solo para verla en el piso, su pierna estaba destrozada, la carne había quedado abierta permitiendo ver el hueso.