Capitulo 3

-California -hace un día-

~Narrador omnisciente~

Era un día normal en California, la ciudad estaba tranquila a excepción de que rara vez llovía como hoy, pero eso no era nada especial. Lo extraño para algunas personas se encontraba en un aeropuerto en donde cuatro chicas habían llegado hace escasos minutos, un poco apresuradas por no perder su vuelo, pero no era por el gran estruendo que se escuchó al abrirse las puertas del lugar, sino por la apariencia de estas jóvenes adolescentes. Las hacía ver raras sus tonos de piel, todos lucían sus bronceado geniales, pero ellas lucían diferente, parecía que nunca habían siquiera visto el sol, sus vestimentas eran un poco peculiares, al igual que sus apariencias, todas vestían de negro como si vinieran de un funeral o algo parecido, algunas tenían tatuajes y perforaciones. Una de ellas tenía el cabello verde con algunas partes rubias algo largo, la segunda chica tenía el cabello corto negro con unas llamativas puntas azules, la tercera chica tenía el cabello muy largo, completamente negro y lo que más hacía llamar la atención de ella eran sus accesorios por todas partes, por ultimo quedaba una de cabello rojo pero no uno normal, tenía unos tatuajes en la espalda y llevaba un sombrero.

Algunas personas se les notaban con solo ver en sus asquerosos rostros, estas palabras...

- Raras, extrañas, bichos raros. - A pesar de que a ellas parecía que no les importaba mucho, se les notaba en el rostro el asco que les daba estas personas que hablan mal de otras.

-Ah, hubiera preferido el vuelo en primera clase.- Se quejo Deisy guardando su equipaje de mano, en la parte superior de los asientos, justo arriba.

- Al menos ten un poco de agradecimiento, salimos de ese asqueroso y maldito lugar lleno de palabrerías absurdas, miraras por donde miraras.- Respondió Mikaela cerrando la compuerta que guardaba su pequeña maleta, utilizando su telequinesis con un movimiento de cabeza.

Al rato...

Selene y Mikaela empezaron a hablar con sus pensamientos una idea muy traviesa que se les había ocurrido y ya lo habían comentado cuando estaban despegando.

-Excelente- dijo sonriendo la pelirroja Mia, quien había escuchado sus pensamientos, ya que podía leer mentes, le susurro el plan a Deisy quien asintió no muy convencida.

Miraron levemente hacia el pasillo del avión, observaron hacia el techo y se aseguraron de que nadie las viera, lentamente todas posicionaron sus manos en discrecion hacia las maletas, todas movieron cortamente sus manos y los equipaje de todos los pasajeros salieron disparados hacia fuera, golpeando a algunas personas. Todos se miraron asustados preguntadose que pasaba y gritaron en cuanto mas cosas caían encima de ellos.

Ellas siguieron moviendo el avión como si fuera un juguete, pero raramente, no sufría daños y los pasajeros seguían asustados.

— Tengo hambre, esto es tan aburrido... — Dijo Selene moviendo su cabello de un lado a otro.

— ¿Qué tal unos chocolates que traje? Paremos un rato. — Sugirio Mikaela con una expresión feliz y sonriente, y haciendo el pulgar arriba, diciendo.

— Señora, tráigame una manzana. —Ordeno Deisy a la chica que se encarga de los aperitivos, al rato se la trajo.

— ¿Siempre tienes dulces encima no, Mikaela? — Pregunto con sarcasmo Mia , moviendo su mechón hacia un lado.

— Sí, y todo tipo de dulces, si sabes de lo que hablo, Además... Tu siempre me estas pidiendo dulces, Elizabeth. — Respondió Mikaela sonriendo, al llamarla por su segundo nombre.

— No, no me llames Elizabeth, idiota. — Respondió Mia tronándose los dedos, mirando hacia otro lado, odiaba que la llamaran por su segundo nombre, ya que le recordaba a su madre quien le encantaba ese nombre y había fallecido o eso era lo que pensaba.

Alguien que estaba delante de las cuatro chicas, se levantó y se apoyó al asiento que estaba en frente de ellas, el chico las miro por un minuto e hizo una mueca al verlas.

— Oigan, cierren la boca, oscuras de mierda.— Musito groseramente hacia ellas.

Las cuatro voltean, y le miran con ojos no muy agradables.

— ¿A quiénes crees que les estás hablando, maldito? — Cuestiono enojada Deisy, codeo a Mia quien inmediatamente lo miro con asco.

— ¿A unas chicas viniendo de un funeral? —  Pregunto el chico con burla.

— ¿¡Porque no te callas la jodida boca, imbécil!? —  Grito Mia, moviendo un mechón de cabello de su frente, estaba enojada, se le notaba en los ojos.

— ¿Porque mejor no me callas, rara? — Hablo el chico pasando su mano por su cabellos rubios para peinarlos hacia atrás.

Deisy miro a su acompañante, este tenía el cabello del mismo color pelo, castaño casi rubio, más largo y ondulado.

Termino de cortar la manzana que había pedido, y boto una semilla de esta y la condujo con su telequinesis al chico que estaba dormido, nadie lo noto, ya que Selene intentaba leer su libro mientras, Mia solo discutía con el chico mientras Mikaela habia ido al baño.

— ¿Que la puta de tu madre, no te enseño modales? — Le susurro el chico a Mia, acercandose con burla.

Mia movió la cara, sintió un gran dolor al recordar a su madre y se llenó de furia y tristeza, miro a Deisy que estaba concentrada, tomo el cuchillo sin que el chico la viera y lo enterró con rabia en su propio palido brazo derecho, todo el cuchillo habría entrado en su brazo, mientras le miraba atentamente. A Mia no le dolía para nada su brazo aunque tuviera ahora el cuchillo enterrado en este, pero sin embargo al chico grito de dolor mientras a su brazo derecho se le hacía un gran agujero en donde no paraba de salir sangre.