Un grito desgarra mi garganta, sacudo violentamente mi cuerpo procurando soltarme de mis captores, escucho risas y mi llanto se entremezcla con ellas, una voz me maldice a gritos, siento desvanecer mis fuerzas en el momento en el que me despojan de mis ropas, instante en el que también cesan las maldiciones y los toqueteos pero el aura de maldad que hay sobre ellos parece multiplicarse y segundos después en un intento vano por huir se aferran a mí con mayor fuerza, siento que esta vez será diferente, lo veo en sus miradas demoniacas, uno de ellos me sonríe de una manera que juraría dolorosa pero desde mi posición sé que es por mucho maléfica, sus ojos recorren mi cuerpo desnudo, mientras otro de ellos, uno de cuerpo en apariencia humana y cabeza de ciervo me toma por el cabello y me hace doblarme mientras le doy la espalda, entonces… entra en mi desgarrándome por dentro, doy alaridos como un animal al verse cerca de la muerte, uno tras otro repiten la acción del primero, me siento morir, el dolor y mi debilidad me hacen ver una luz que me ciega al instante, y en breve pierdo el conocimiento.
Bajo mis pies siento la suave, escurridiza y cálida arena, siento el calor del sol veraniego en mi espalda, contemplo el azul del cielo, oigo el murmullo de las olas, el viento sacude mis cabellos, me siento… completa.