Darksouth: Detrás de la verdad

Capitulo 4

“Casi no había podido dormir recordado mi dia viernes ¡Que locura! Ice, Todd, Bea, incluso July. No me había animado a buscar a Todd luego de la pelea, supongo que darle su espacio es lo mejor, entiendo por lo que debe estar pasando, y lo ultimo que quisiera es que el se aleje de mi. Espero que se le pase pronto”

Guarde mi diario, y me lavante por cuarta vez en el dia a ver por la ventana, no había señales de Todd. Me canse de estar en mi habitación y decidi bajar, mi madre estaba tecleando en su laptop. Sabia que cuando ella estaba en su area de trabajo no me prestaba atención. Tome mi celular y como era diario, le deje un mensaje a mi padre, el cual, sabia que no resppnderia, pero ya se había vuelto algo habitual, mi plan era cansarlo hasta que se viera obligado a reponder aunque sea  un mensaje.

—Ire a dar una vuelta—dije cuando ya estaba a punto de salir.

—De acuerdo, no vuelvas tarde—dijo mi madre desde su lugar sin alzar la vista, asenti aunque no podia verme y sali de la casa.

Pase con un poco de temor por la casa de Todd, y segui caminando, aunque había muchas cosas de aquí que no conocía del todo. Necesitaba algún pasatiempo, algo que me distrajera de la tensión que crecia dia a dia en mi, era algo que no sabria explicar, pero que necesitaba liberar cuanto antes. Me coloque mis audifonos y guarde mis manose en la pequeña chaqueta de jeans que me habia puesto. Cruce la calle que daba a la avenidad principal, y me tope con un letrero algo deteriorado en el que se leia “BockGym” entre por mera curiosidad y me encontré con el interior de un gimnasio algo descuidado y un poco viejo, donde se veian algunos practicar boxeo con un saco, otros en las maquinas corredoras y otros levantaban pesas. El olor a sudor mezclado con colonial varonil era algo hostigante y repugnante, decidi dar la media vuelta e irme, cuando choque con un enorme señor de apariencia hostil. Era demasiado grande para mi metro sesenta de altura, podria decir que el tipo media los dos metros. Hice mi cabeza hacia atras y me quede helada.

—¿Perdida?— pregunto. Su voz era grave, muy grave, casi como la de un locutor de radios. Rei con nerviosismo y negué sin saber que decir. 

—Yo... solo quería saber que había, es todo. Ya me voy—dije rapido y pase por su lado para marcharme y no regresar o pasar por aca, pero nuevamente comienza hablar.

—Tranquila nena, no soy un ogro, puedes ver con tranquilidad y sin apuros—pese a su postura enorme, su voz transmitia seguridad. Voltee con una sonrisa tensa y preferí quedarme unos minutos mas.

—¿Usted es el dueño?—pregunte solo para decir algo.

—Asi es, yo soy Bock—respondio, yo asentí y mire a mi alrededor. No era el mejor gimnasio de la vida, se notaba que no el lugar era algo viejo—¿Te interesa algo de aquí?

—¿Disculpe?—pregunte dejando mis prejuicios de lado y lo mire sin entender a que se refería.

—Si entraste, es porque algo llamo tu atención—su sonrisa era agradable y hacia un enorme contraste con su piel morena. Era agradable el sujeto, pero aquellono quitaba el hecho de que fuera un tanto intimidante.

—Oh, yo…no lo se, andaba en busca de algo que despejara mi mente, pero no creo encontrarlo aquí. Lo siento—dije a la vez que retrocedia, trate de sonar lo mas amable posible y camine a la salida.

Luego de esto camine de regreso a casa. Quizas fui muy grosera con Bock, pero la verdad era que no me imaginaba en ese gimnasio, sin mencionar que no veía a ninguna chica entrenando allí, seria demasiado incomodo ser la única. Estaba llegando a casa cuando veo a Todd salir de la suya.

—Hola—me dijo en cuanto había me había acercado mas.

—Hola, Todd—le sonreí aliviada de que al menos me hubiera saludado—¿Como estas?

—Bien, mejor...—asenti y me guarde las manos en mi bolsillos—Lamento como te trate ayer, Lin. Tu no tenias nada que ver, es solo que…—le sonreí y me acerque despacio hasta el.

—Tranquilo, no tienes que disculparte de nada. No debi entrometerme...—le di un apreton amistosos en el brazo a lo que el sonrio.

—Ven aquí—dijo extendiendo sus brazos. Me acérque lo suficiente para fundirnos en un abrazo. 

Me quede unos minutos mas hablando con Todd y luego me fui a casa. Estaba feliz, pues Todd ya no estaba molesto y todo podría seguir igual. Temia que las cosas quedaran raras entre nosotros, pero por suerte no fue asi.

 

 

El dia lunes llego mas rápido de lo que había esperado, no estaba ni un poco nerviosa hasta que en el desayuno mi madre hace la gran pregunta “¿Estas nerviosa hija?” y luego yo pregunto “¿De que?” y luego ella dice “Hoy sabras si quedaste en el escuadron de animadora, ¿o no?” y hasta ahí llego mi tranquilidad, deje a medio comer mi tostada con mermelada y mi te lo deje tal y como estaba en un principio. Ahora salía de casa y Todd ya me estaba esperando en su camioneta como siempre.



#45552 en Novela romántica

En el texto hay: amor, mentiras e intriga, pandillas

Editado: 25.05.2019

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