El lunes llego tan rápido que lo único que me obligo a ponerme de pie fue el hecho de saber que esta es la ultima semana antes de las vacaciones de invierno y navidad también. Que navidad mas rara pasare este año. Me mire al espejo cuando trate de poner mi mejor aspecto antes de irme al instituto. Unas calzas negras y un vestido de lana que queda por encima de mi rodilla me hacia pensar que iba bien. Me gustaba mucho este vestido, era lindo y abrigado. Decidi ponerme unos botines del mismo tono de mi vestido, era una mezcla de morado y café. Me coloque un gorro negro y rogue no perderlo esta vez, claro, siempre y cuando no vuelva a huir de alguien. Tome mi abrigo, mi mochila y baje las escaleras.
Hoy me dije que no volveria a llorar. Me pase sábado y domingo a moco tendido, eso fue suficiente. Se acabó.
—¡Buenos días!—saluda mi madre con mas entusiasmo de lo debido. Agradezco que se haya pedido unos días antes de navidad. Por suerte, Phill cerrara algunos días por las fiestas, por lo que, mi madre estará mas en casa.
—Hola—saludo tratando de que mi voz sonara con un poco mas de animo. Aunque al ver su rostro apenado, se que falle.
Desayunamos en silencio. Cambie el te de la mañana por un café dulce antes de irme al instituto. Apenas le di una morida a mi tostada con mermelada y luego me despedi de mi madre. Ella se despidió y agradeci que no dijera nada ni tocara el tema. Al salir, sonreí al ver la camioneta de Todd esperándome. Trote los pocos metros que me separaban de el y entre de inmediato. Por suerte, la calefacción estaba encendida. Mi amigo lucia como siempre, a excepción de que ahora su perfecto cabello tirado hacia atrás, estaba oculto detrás de un gorro azul al mismo tono de la chaqueta de los halcones, llevaba una bufanda negra y pude notar que debajo de su chaqueta llevaba un polo gris. Se veía adorable.
—¿Como estas?—largue un largo suspiro y luego lo mire. Sus ojos claros me daban la paz que necesitaba para comenzarbien el dia.
—Estoy bien—le sonreí y el asintió conforme. La verdad, es que estaba bien.
El resto del camino nos limitamos hablar de los últimos examenes antes de las vacaciones. La música de la radio estaba de fondo y hacia el ambiente mas que agradable. Todd me sorprendió al abrirme la puerta, lo cual sonreí en agradecimiento y luego me arrepnti como nunca el haberme bajado. El frio era horrible.
—Hace un frio de mierda—masculló mi amigo y rei al oírlo decir aquello. A lo lejos note a Bea con un gran abrigo que pasaba sus rodillas, gorro de lana y bufanda, sin dejar de lado esas botas esquimales que todo el mundo usaba. Me resulto tierna verla, pues solo podia distinguir sus gafas.
—Hola chicos—hablo por debajo de su bufanda—¿Como estas Lin?
—Bien, estoy bien—respondi. Ella asintió y por como sus ojos se achinaron, puedo decir que sonrio ante mi respuesta.
—Bueno chicas, es un gusto pasar frio con ustedes…pero ya debo irme—Todd nos da palmadistas en nuestros gorros y se va corriendo donde su equipo lo esperaba.
Con Bea nos adelantamos a entrar para buscar nuestros libros. En el camino encontré a Ethan. Tenia una chaqueta de jeans forrado con piel por dentro, pantalones apretados negros y unas vans. Al igual que Todd tenia una bufanda, solo que esta era mucho mas grande que incluso un lado de ella colgaba por su espalda a la altura de su codo. Rei para mis adentro. ¿Cómo es posible que se vista mejor que una? Ahora que lo pienso, he sido una pésima amiga con Ethan. No le he devuelto ni una de sus infinitas llamadas luego de lo que paso el sábado. Me siento horrible.
—Nos vemos en el aula—me habló mi amiga sacándome de mis pensamientos. Se descubrió la cara y ahora pude ver mejor su rostro. Me dio una media sonrisa y acaricio mi hombro en consuelo. Segura se debe imaginar lo que me espera.
—Dale—le dije.
Tome mucho aire y camine donde estaba mi casillero. Ethan tenia la vista perdida dentro de su casillero buscando quien sabe que. Rebuscaba y rebuscaba e incluso lo oi maldecir. Una vez que saque mis cosas me acerque a el. Me escondi detras de la puertita que estaba abierta, por lo que al cerrarla se encontró con mi cara. Dio un grito agudo y retrocedió unos cuantos pasos antes de fulminarme con la mirada.
—Oh..eres tu—dijo con desden mientras colgaba su bolso en su hombro y me miraba serio. Mentiría si no me dolio su reacción, lo que menos quería era pelearme con el tambien.
—Por favor Ethan—susurre—No enfades…te explicare todo. Lo juro
—Pues mas te vale. ¿Tienes idea de lo preocupado que estuve por ti? Incluso amague con ir a tu casa…pero supuse que si quisieras verme, me habrias cogido alguna llamada—me parte el alma verlo asi. Soy tan tonta.
—¡Lo se! ¡Lo se!—me disculpo. Me acerco hacia el y apreto su mano con fuerza—Pase un fin de semana de mierda. Literalmente.
En cuanto dejo salir esas palabras, su rostro se suaviza y lo cambia por una cara preocupada. ¿He dicho cuanto lo amo?
—¿En el receso detrás de las gradas?—pregunto esperanzada. El timbre suena en ese momento y el aparta su vista de la mia antes de dirigirla al pasillo donde la mayoría corre para llegar al aula o sus casilleros.
—Ya. Esta bien—dice al fin al cabo. Sentí que el alma volvió a mi cuerpo y me abalanzo a sus brazos para estrecharlo y dejarle un ruidoso beso en su mejilla.