Linda
No puedo creer lo que está pasando. Esto se parece mas a una terrible y espantosa pelicula que se repite una y otra y otra vez como un dejavú. El auto de la mujer con la que Edward se fue ha desparecido por completo pero aun asi, yo no consigo reaccionar. Podria irme a casa y llorar hasta dormirme, o podria salir detras de él y recuperarlo. Ni una ni la otra me garanteriza algo, pero de lo que si estoy segura es que ya no quiero esto. Podria apostar un dineral en que Pinzas, una vez más, organizó todo esto y ya me cansé. Es momento que él caiga y sea como sea, haré que lo haga.
Me doy la vuelta con la intencion de ir por mis cosas, pero Peat aparece justo detras mio. Aun tiene sangre en su rostro y se acerca amenazante tomandome con fuerza del brazo. Me quejo puesto que está clavando sus uñas en mi antebrazo y ademas, tiene una cara de loco lunatico que comienza a darme miedo.
—¿A donde crees que vas?—masculla muy cerca de mi rostro—Sabes que esto te saldra carisimo rubia...¿No? A Pinzas no le gustará para nada saber lo que ha pasado...y todo porque no puedes mantener al idiota de tu novio alejado...
—Has lo que quieras Peat. Yo...ya me cansé—me suelto con fuerza y avanzo algunos pasos cuando él nuevamente me toma, sin embargo, esta vez mi mano se estampa en su mejilla obligandolo a voltearse.—No te atrevas a volver a tocarme hijo de puta.
Le doy una última mirada severa y entro a paso rápido al evento. Necesito salir de aquí cuanto antes. Diviso a lo lejos el pequeño sobre negro que Anabelle me había pasado donde tengo mi celular y las llaves de mi casa. Ignoro a todo aquel que aún sigue pendiente de lo sucedido y me mira como si yo fuera la responsable. Troto hasta llegar a la barra de tragos donde puedo ver a Ty, Chad y Charles hablar de lo sucedido, ellos se callan cuando me ven y él único que se anima a acercarse a mi es Ty.
—¿Tienes las llaves del auto de Edward?—pregunto solo por curiosidad. Si él decidió irse con la morena de senos grandes es porque no tenía las llaves a mano. Supongo.
—Si, aquí estan—dice mientras esconde la mano en un lugar y saca el manojo de llaves—¿Que ha pasado? ¿Dónde está él?¿Que hacías acá?
—No puedo con eso ahora Ty. Debo alcanzar a Edward—digo. Le doy una rápida mirada a los otros dos que me miran y salgo corriendo buscando otra salida por si Peat aún está allí afuera.
Salgo por la puerta de atrás y busco entre la cantidad de auto su auto negro. Trato de memorizar la pantente y para mí suerte lo encuentro enseguida. Me subo rápido y antes que nada saco mi celular para hacer una importante llamada. Oigo el pitido de la llamada en contacto, espero que conteste. Por favor, contesta.
—¿Si?
—¡Henry! Al fin—digo aliviada a la vez que me coloco con rapidez el cinturón de seguridad—Todo se fue a la mierda...otra vez. Necesito que me cubras con Pinzas, puede que Peat esté hablando en este momento con él...solo...procura que él crea que estoy en casa y no con Edward...¿Puedes con eso?
—¿Que? Espera...¿Edward?—se que luce confundido. Y se también que lo estoy metiendo en un gran aprieto—Linda...¿Que ha ocurrido?
—Edward estaba en el evento y me vió con Peat. Ya no puedo esto Henry...esto...debe acabar. Le daré un fin a esta mierda—la desesperación se filtra en mi voz y decido desarmarme el rodete para liberar mi cabello. —Te explicaré todo...pero por favor, evita que Pinzas se entere...solo dame un poco de tiempo.
—Bien—responde enseguida—Tratare de hacer lo que pueda...llamame—me pide antes de colgar.
Reviso entre mis contactos nuevamente y decido hacer otra llamada importante. Esta vez ella contesta enseguida.
—¡Joder Linda! ¿Que ha pasado?—pregunta de inmediato. Oigo voces de fondo e imagino que debe estar con Todd en casa de Ethan, yo debería estar ahí también.
—Shh—le pido y las voces al fondo desaparecen—Es una larga historia, pero necesito que vayas a mí casa y te hagas pasar por mi...sube por la ventana y acuéstate en mi cama y deja la luz encendida para que vean que hay alguien.
—¿Que? ¿De que hablas? No entiendo...
—No debes entender, solo ayúdame por favor. Te explicaré luego pero por favor Sandy, se lo más precavida posible. Confío en ti.—le digo antes de colgar y poner en marcha el auto.
No tengo mi licencia a mano, así que si alguien me para estoy frita. El auto de Edward es fantástico, ni siquiera se acerca a la camioneta de mi madre, y sé que si esto no fuera importante él jamás me permitiría conducirlo. En fin, manejo alrededor de treinta minutos y al único lugar que se me ocurre es la pensión. Él querría estar solo. A no ser que...no, él no me haría eso. Él no se iría con la morena de trasero gigante...¿O si?
Es obvio que ella le tiene unas ganas terrible, y no sé si debería confiarme en que ahí no pueda ocurrir algo. Pero por otra parte, estamos hablando de Edward...es extraño, y pese a todas las cosas que hemos pasado, no lo imagino poniéndome los cuernos, a excepción de esa vez con Sandy aunque todo fue muy diferente. Estoy segura de sus sentimientos hacia mi, pero no sé si seguirán siendo los mismos sentimientos en una persona enojada y dolida. No quiero imaginarmelo con esa chica, definitivamente no podría soportar que él me hiciera algo así.