Capitulo 3

Linda

Mi madre vino por primera vez a nuestra casa. Cabe decir que fue demasiado incómodo al principio, pues me veía haciendo de dueña de hogar para tratar de impresionarla, cuando en realidad solo debía ser yo misma como siempre. 

¿Por qué una debe cambiar cuando se casa o convive junto a su pareja? 

No estaba dispuesta a que mi madre me vea y afirme sus suposiciones con respecto a Edward y  a mi. Sin embargo, ella se mostró lo más neutral posible. Me preguntó sobre la casa y como lo habíamos hecho, me dió un truco para que la ropa blanca no se ponga amarilla con las lavadas y también me dió una receta de un postre que me aseguró que a Edward le encantará. No sé a qué iba tanta amabilidad, hasta que de la nada se puso a llorar. 

Le tendi un vaso de agua y un pañuelo pero ella rechazo todo eso y me abrazo. Y para ser sincera, no me había dado cuenta cuanto necesitaba ese cálido afecto hasta ese momento. Me pidió disculpas entre lágrimas y me dijo que a partir de ese momento,  yo tendría su total apoyo en todo. No sé quién habrá influido en su cambio tan repentino, pero sea quien sea, le estoy agradecida. 

Después de ese momento, el ambiente se aligeró un poco más hasta que de la nada nos veíamos riéndonos sentadas en el sofá y tomando café. Le conté a mi madre lo de July y como siempre, ella supo darme el mejor consejo posible, o mejor dicho, ella dijo justo lo que yo quería oir. 

"Nunca he visto a un muchacho de su edad luchar tanto por lo que quiere como él lo ha hecho por ti. Así que no temas cariño, que ella jamás será una amenaza para tu relación y si lo llega a ser, entonces él no es lo siempre aparento contigo y cabe destacar, que tendrás todo el derecho de mandarlo a la mierda y yo estaré ahí para apoyarte" Fueron sus palabras de aliento que en el momento me sacó una gran sonrisa. A veces, solo necesitas esas simples palabras de mamá que aunque muchos te digan  lo mismo, viniendo de ella toma un significado muy diferente. En fin, ella me dijo que con Will se irán cuatro meses a un crucero de vacaciones y que acaban de darle todos los derechos del bar a Edward, lo que quiere decir, que él es el único dueño. 

Después de que mi mamá se fue, Sandy apareció casi a los minutos después y nos pusimos al día. Le pregunté cómo se sentía con respecto a July y me dijo que le daba lo mismo, aunque  me aseguró que Todd ha estado raro. No supo explicarme bien, pero dijo que desde que se fueron de aquí la otra noche, él ha estado más reservado. 

—Bueno...es obvio que de alguna manera le iba a afectar—digo. Mi hermana se encoge de hombros y asiente sin decir nada. —Tranquila, que todo estará bien—le digo y reviso mi celular que me avisa que me ha llegado un correo. 

Lo abro media dudosa al ver de quien se trata y se me hace imposible no gritar. Sandy me mira estupefacta pero no puedo hablar. Es demasiada la emoción que estoy sintiendo que hasta me dan ganas de llorar. La escuela de derecho de la ciudad de New York aceptó mi solicitud. Lo leo y no lo creo. 

—Acaban de aceptarme en la Universidad de New York en la carrera de leyes Sandy...—digo aún atonita. Mi padre asistió a esa universidad y desde chica siempre aspire a entrar ahí, y ahora, la felicidad me carcome. —Yo... pensé que no había entrado—susurro volcando mis ojos en ella—...a Todd y a Bea le enviaron la respuesta hace semanas, pensé que yo no...

—¡Eso es fabuloso! Pero...crei que ya estabas inscrita en la universidad estatal—me dice y la realidad me golpea. Cierto. Muy cierto. 

—Mierda—maldigo y dejo mi celular encima de la mesa para pensar que es lo que haré—Cuando envie mi solicitud fue antes de Edward y ahora no se cómo voy hacer. New York está a cinco horas de acá y...

—Espera...no me digas que piensas rechazarla...¿O si?

—¿Y que voy hacer? Con Edward ya nos habíamos planeado, yo iría a la universidad que está a cuarenta minutos de aquí y todo seguiría igual...—Sandy niega estando en desacuerdo. 

—Tienes que hablarlo con él, estoy segura que Edward entenderá...—dice pero aquello se me hace imposible de creer. Edward se burló de Todd cuando recibió su carta de aceptación porque aseguró que no soportaría una relación a distancia con Sandy. 

—No creo que irme en este momento sea buena idea. Apenas estamos empezando y...—dejo la frase a medias porque se me hace insoportable imaginarme sin él. Pues yo me tendría que ir a NY y él se tendría que quedar por el bar, en definitiva no hay solución alguna para que los dos salgamos ganando en esto. 

En eso la puerta se abre y por acto involuntario guardo mi celular en mi bolsillo y miro a Sandy. Ella  hace un leve asentimiento de cabeza que me indica que no dirá nada y se pone de pie. Edward se acerca arrastrando los pies del cansancio y se tumba en el sofá mientras nos saluda con un movimiento de mano. Mi hermana bromea un poco más con él y luego se despide, excusándose que ya es tarde y que quedó en ir a ver a Todd.