De Gitana A Princesa

El Zorro Y La Mariposa.

Fui camino a las carretas y allí encontré a  Bastián afinando una guitarra, me quedé un rato en silencio, para no interrumpir la repentina tonada, que  sacaba de aquellas cuerdas, era muy bonita aquella canción, pero yo como siempre de torpe tropecé y así aquella melodia se vio por terminada.

 

 

—L-lo siento hermano, no quería interrumpir, yo solo vine a entregarte las ganancias de hoy, sabes que iba a entregarte las monedas, más tarde pero prefiero hacerlo ahora.

 

—Está bien Mel  no  te preocupes —dijo este recibiendo el pequeño saquito de tela, con las monedas—, estás muy bonita hermana, vas a brillar está noche eh. —Decía este sacando, un sonrojo a su hermana.

 

—¿Tú crees hermano? Fue Clara quien me arregló está noche, la verdad me gusta como me veo Clara es genial. —La verdad ni yo me reconocía, era tan distinta. 

 

—Si Mel, Clara es genial, mira contigo hizo un milagro

—Comenzó  a  reír  a  carcajada suelta—, mira que hacer que tú te vieras bonita, es toda una proeza. 

 

Seguía riendo el castaño. 

 

—¡Bastián eres un idiota, un grosero respeta, no ves, que soy tu hermana  y tú me debes respeto! —le  di  un coscorron a mi hermano, en la cabeza por atrevido y grosero.

 

—¡Ash Mel solo era una broma! Hermana como crees, que lo que dije es cierto, bueno si es cierto Clara es genial y muy detallista, pero tú no eres tan fea...  ¡Oh espera un momento no era eso lo que iba a decir hermana! —ya Bastián estaba nervioso, en vez de aclarar oscurecía más. 

 

—Bastián ya mejor, cierra la boca y vámonos a la mentada taberna, antes de que te haga otro chichón en tu hueca cabeza. —Dije molesta. 

 

—Como diga la princesa. —Este no sabía ya cómo aguantarse la risa, pues molestar a su hermana, era muy divertido y llevaba días sin picarla, ya le hacía falta molestarla.

 

Llegaron a la taberna y fueron, directo a unas bodegas, que el dueño dispuso, para que los gitanos  allí se organizaran, el lugar está noche estaría a reventar y eso sería aprovechado al máximo; por el pueblo gitano que tanto lo necesitaba.

 

..........

 

No muy lejos de la taberna, estaba cierto cazaesclavos junto a sus dos secuaces, planeando como capturar a sus siguientes presas.

 

—Langrys lo mejor es atrapar a más de una sola presa, así habrá más plata tomamos a la pollita que quiere el duque  junto a otras dos y las vendemos fuera de Aldremir, en la provincia de Frassia, hay una casa de citas y ya nos ha pagado bien por llevarle buena carne, también hay muchos terratenientes allí que pagarían bien. —Decía uno de los peones de Langrys el mercader de esclavos—, por una hembra gitana darían buena pasta jefe. 

 

—¡Oh! Mi querido Riven no eres tan idiota, a veces tienes buenas ideas —Halago langrys a uno de sus peones—,  jacod tú ya pensaste en ¿Como entrar a la taberna...?

 

—Si señor lo mejor, es ir directo a las bodegas, allí están las mujeres, no hay mucha seguridad y con el alboroto, nadie sabrá que pasó. —Secundó jacob

 

—¡Por los dioses, hoy mis chicos están muy atentos, que habrán  desayunado! —decía langrys, en tono de burla.

 

—Bueno lo mejor es esperar a que el show comience, cuando el lugar este lleno allí actuaremos. 

 

..........

 

El lugar se llenaba, no solo iba gente de bajo estrato social, si no  también estaba mucha gente de buena cuna, de solo ver su vestimenta se notaba, la diferencia algunas mujeres derrochaban elegancia y  hombres tomando como si no hubiese un mañana. Pero lo que más llamaba la atención era el entretenimiento gitano, mujeres hacían filas  para saber su fortuna, unas querían saber sobre el amor, otras si su futuro esposo, sería rico y otras pocas querían saber cuantos hijos tendrían, el juego de azar no podía faltar y era que los gitanos tenían manos rápidas y muchos incautos  vaciaban sus bolsillos en las mesas de juegos de azar.

 

 

Algunas gitanas entre ellos yo, repartía antifaces para hacer, la velada de esta noche aún ya más misteriosa, de lo que ya era. Tenía un antifaz puesto, de color azul en forma de alas de mariposa, decorado con muchas piedras brillantes, que hacían destacar mis ojos verdes.

 

 

Cierto chico había, asistido a la dichosa, fiesta una de las gitanas le ofreció un antifaz sencillo de tela negra sin decoración  alguna este se lo colocó, mientras más misteriosa la noche, mucho más divertida sería. 

 

Quizás alguna gitanilla hoy sería cariñosa con él y con esa idea se fue adentrando; más a la taberna, le urgía un trago.  Su vista se desvío en unas mujeres, de vestimentas muy atrevidas.

 

 

—¿El panorama pinta bueno hoy?

 

—Miren a quien tenemos acá a nuestro zorro ladino ¿Qué hace tan lejos de las murallas del palacio su alteza...?

 

—Ca-pitan Andreas ¿Qué hace usted aquí? —preguntaba el príncipe algo nervioso al saberse descubierto.

 

—Yo pregunté primero su alteza, pero con gusto le contestaré a su pregunta, es mi día de descanso y vine como un Alkaryo más a celebrar las buenas cosechas. Ahora sí es tan amable, podría decirme ¿Qué hace usted tan lejos de palacio?

 

—¡Oh capitán al igual que usted vine a celebrar junto a mi pueblo las buenas cosechas!

—dijo el pelirrojo con una sonrisa de oreja, a oreja. 

 

—Damián es peligroso  que estés aquí y lo sabes, regresa al palacio es lo mejor zorro ladino te conozco muy bien. —Habló el rubio en tono de hermano mayor. 

 

—Vamos Andreas no seas aguafiestas, mira me estoy portando bien nada pasará, además amigo estás tú acá nada malo pasará, es más vamos a divertirnos de lo lindo. —Dijo el príncipe subiendo y bajando las cejas de manera muy sugestiva. Aunque bajo el antifaz no se notara el pícaro gesto. 




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