El mirar como todos hacen su equipaje para irse a un lugar lejano de vacaciones hace que el escritor piense en lo que llevará en su nuevo viaje: dos mudas de imaginación, el mejor protector de críticas y envidias, un sombrero para que no se le escapen las ideas y sobre todo una bolsa para recopilar todos los sueños que pueda tener.
Una vez con su maleta hecha, sale de su casa para iniciar un nuevo viaje.