Sin duda este nuevo hogar era maravilloso y absolutamente nada que ver con aquel sitio al que llame hogar por tantos años. Aquel era un inmenso desierto sin nada más que tierra color cobrizo que ver, y aquí la variación de colores es tan alta como el cielo mismo, no pude ocultar mi rostro de asombro, sorpresa y enamoramiento tras ver este lugar; claro que Kolhun estaba básicamente igual que yo y… Antes se poder seguir pensando en lo mucho que me gustaba este mundo una noticia emergente apareció en nuestro chip. “Saturno está sufriendo una revuelta a causa de los prisioneros, se especula que todo el territorio próximo al planeta será completamente clausurado para evitar una violación a la seguridad de nuestro sistema solar, seguiremos informando.”
- ¿Qué fue eso? – Preguntó Kolhun rápidamente.
- No tengo idea… - Dije yo confuso. – Escuche hace tiempo que las cosas en Saturno no iban necesariamente bien, y aunque imagine que era cuestión de tiempo para que las cosas se pusieran feas, no imagine que tan rápido. Solo espero que la Guardia pueda mantener todo bajo control.
- Seguramente sí, mi padre trabaja en ella y hasta donde me ha contado Saturno es solo el barrio feo de la ciudad, pero nada que no puedan controlar… Entonces creo que no deberíamos preocuparnos, además de que si se están revelando seguramente es con ellos mismos, pues en ese planeta solo existen personas como ellos y su tecnología afortunadamente no es ni ¼ de la nuestra.
- Bueno eso es cierto. – respondí un poco más tranquilo por la respuesta.
Justo frente de mi a varios metros hacia delante vi un cabello muy descuidado junto a una ropa que sin duda sabia de quien era; aquella chica que me ayudo estaba justo frente a mí y pensando en que no le había agradecido, le dije a Kolhun que me esperara y corrí tan rápido como pude para alcanzarla antes de que se fuera.
- ¡Oye! – Grite fuertemente hiperventilando porque tengo una condición pésima. - ¡Espera!
- … - La chica volteo y al mirarme alzo la mano agitándola para saludarme. - ¡Hola! – Dijo enérgicamente. - ¿Qué necesitas?
- … - Me quede un momento respirando solo mirando esos gigantescos lentes y cuando pude hablar le empecé a decir. – Hola Ikoru, solo vine a agradecerte por lo del aterrizaje; antes desapareciste y no me diste chace a siquiera decir gracias, entonces, pues. Gracias.
- No tienes de que preocuparte, lo hice con gusto, por cierto: No he preguntado tu nombre… - Me respondió inclinándose un poco hacia delante.
- ¡Oh, cierto! Soy Javier, pero puedes llamarme Javier… - Le dije recordando lo que me había dicho antes.
- Muy gracioso… - Respondió ella acomodándose los lentes.
Tras eso ella se volteó y agito su mano para después irse, me voltee para regresar con Kolhun y apenas voltear en mi mente por el chip llego una notificación: “Ikoru Hioe, desea agregar una conexión contigo” la acepte y en ella apareció el mensaje de presentación y decía: “Te veré luego, jeje firma: IH” voltee a mirar hacia atrás y solo reí, esa chica era bastante agradable. Regrese con Kolhun y me veía con una mirada penetrante y demasiado burlona
- Vaya, vaya… - Dijo en un tono de burla. – No pierdes el tiempo, ¿eh?
- ¿De qué hablas? – Respondí yo golpeándolo en un costado.
- Justamente de eso. – Y señalo mi rostro riéndose fuertemente.
- Simplemente fui a agradecerle. – Dije con voz fuerte y caminando hacia delante.
- Si, si… - Respondió el nuevamente en un tono sarcástico y después me alcanzo.
Aun no sabíamos a donde teníamos que ir y tras ver a las personas pudimos deducir cual era la salida pues veíamos a mucha gente caminando en una dirección (y curiosamente Ikoru no fue hacia allí, sino a otro lado) “Supongo que es hacia allá” le dije a Kolhun, quien solo asintió y me siguió sin pensarlo un segundo. El sitio era exageradamente grande y no cabe duda que tenía que serlo, un solo cohete de esos media quizás lo mismo que un estadio de football o quizás incluso un poco más; tras varios minutos caminando logramos ver la entrada/salida del sitio y una vez afuera toda la ciudad no estaba esperando, todo era increíblemente diferente a como era en marte, aquí había autos volando por todo el sitio, personas que si utilizaban su anti gravedad para flotar por los alrededores y llegar a varios sitios, no como en marte que no es común verlo, ni siquiera dentro del Vedro. Kolhun no parecía impresionado por ello y en cambio se unió a todos flotando para asomarse un poco más arriba para ver la ciudad.
- ¡Alto! – Dijo un oficial dirigiéndose a Kolhun quien ya estaba varios metros en el cielo y apenas podía yo escuchar las voces. – Los humanos tienen restricción de flotamiento de 200 metros por seguridad de las aeronaves y los propios transeúntes, por favor no vuelva a superar esa altitud.
Tras decirlo Kolhun bajo un poco, y me hizo señales para subir con él; nunca había utilizado la anti gravedad por lo que no sabía bien que hacer, en mi mente intente pensar en flotar pero no funcionaba, pensé en desactivar la gravedad pero tampoco funcionaba.
- ¡Piensa en desactivarla mientras te elevas con tus pies! – Dijo Kolhun desde arriba.
Empuje mi cuerpo con mis pies hacia arriba y en eso pensé en desactivar la gravedad y mi cuerpo comenzó a elevarse y llegando a los 100 metros que es donde Kolhun se encontraba mi cuerpo continuo elevándose.
- Ahora visualiza en tu mente 100 metros. – Dijo nuevamente él.
Lo hice y mi cuerpo automáticamente descendió a la exacta altitud de Kolhun.
- Nunca había utilizado esto… - Dije yo un poco avergonzado. – En Marte no es común ver a las personas utilizarlo y algunas nunca lo hemos necesitado…
- No eres el único. – Respondió Kolhun tranquilamente. – A la fecha existen demasiadas personas que temen esta tecnología y pues nunca lo han usado, pero bien, ¿A dónde debemos ir ahora? – Termino de decir señalando todo el sitio.
- Espérame un momento. – Respondí yo y cerré los ojos para buscar la dirección del departamento que había encontrado antes de salir de marte.
Teniendo la dirección, y aprovechando el mapa mental en mi cabeza le dije que me siguiera, parecía estar bastante lejos aún con la levitación así que mejor empezar a avanzar de una vez. Todo a nuestro alrededor eran luces, personas, autos y un sinfín de objetos que en Marte no se veían ni de lejos; pero si he de elegir algo me iría directamente por lo más hermoso de este planeta sin lugar a dudas: Su vegetación, en los libros de historia de la escuela hay cierto capítulo que narra sobre los sucesos del año 2102, en este año en específico el mundo estuvo básicamente al borde de la extinción total de toda la flora del mundo, pues la humanidad llevaba muchos años arrasando con absolutamente todo sin importarle su propio planeta por lo que el planeta mismo estaba en un aspecto deplorable, si se busca información se puede denotar que Marte y la tierra eran básicamente idénticos, pues el planeta hogar de la raza humana estaba tan descuidado por la especie que lo “gobernaba” que se mantenía con vida por mero esfuerzo. No fue sino hasta el año 2122 cuando la raza humana se dio cuenta (Por fin) que estaban actuando mal, y decidieron ir cambiando sus hábitos poco a poco para que aquello que estaban ocasionando, revertirlo. Fue aquí cuando el planeta, de ser siempre saqueado comenzó a ser ayudado. Esto siguió por 300 años más y en ese tiempo el planeta ya se encontraba casi sanado por completo y la humanidad pudo volver a respirar aire limpio una vez más; y esto que veo ahora frente a mí es el logro más grande que la humanidad pudo haber alcanzado: revivir a su planeta.
Tras 2 horas de avanzar sin descanso, dimos por fin con el departamento que renté, estaba en el piso número 40 del edificio y tenía una vista maravillosa, ahora solo nos quedaría dormir y el día de mañana comenzar a buscar trabajo y ver que nos depara el futuro en este increíble planeta; mañana 24 de diciembre del año 2763 empezará mi nueva vida.