A LA INDIFERENCIA Y LA APATIA

Oh,si volvieras!

Que duro es verte hijo mío, tu rostro voltear, vivir cuál errante sin saber donde vas, un día dijiste, ser fuerte y capaz, de mí te olvidaste quisiste volar ; oh si volvieras a mi rostro buscar, cual niño perdido que regresa a su hogar.  sentado en el banco por días y años te hiciste tan frío te hiciste lejano, se esfumó tu esencia cargada de tanto,  tomaste maletas que hoy te pesan tanto, no sabes quién eres, no queda ya rastro. Ojalá fueses frío ! o caliente,  gritaron ,oh  la tibieza que arrastra a su paso aquel corazón que a mí no hace caso. 

Oh si volvieras mi rostro buscando, podría ser libre de tan grande pecado, engañosa apatía que te aleja tanto, no te deja ver  que para mí no hay espacio.Con amor sellaría para ti nuevo pacto, cual hijo perdido que su casa ha encontrado, tan solo regresa,el perdón te he dado.  

—Mari Hernandez   (Autora:Verdaderamente Libres)