UNA NOCHE OSCURA: EL ESPEJO
Fue la primera vez que me miraba así al espejo y me asombré, porque me veía tan entera, era la misma cara de siempre, el mismo cuerpo, pero solo parecía ser todo lo mismo, porque la verdad era otra muy distinta. En ese instante me sentí más miserable de lo que ya me sentía. Me odiaba a mí misma por volver... Era como si el pasado no fuera más pasado, sino el presente, tan real como si lo estuviera viviendo por primera vez.
Sentía tanto en ese momento, sentía cómo mi coraza se quebrantaba poco a poco, como mi luz interior se apagaba de nuevo, me sentía como si estuviera en una escena de una película donde colocaran una canción triste, el único problema era que esa escena era la única de la película, no había más.
A mamá siempre le decían que eran cosas de la edad, pero esa vez, frente al espejo tuve esa valentía para decirle:
—Mamá, ayúdame, que muero.
Pero ella en realidad no estaba ahí ni en ningún lugar de esa casa, solo estaba yo, hundiéndome.