Como todas las mañanas desde ya hace tiempo, Dallan salía a correr acompañada de su canino, cuando lo hacía solía comer pasado el mediodía. En fin, ellos daban unas seis vueltas al parque del vecindario, que en si era muy gran, siempre saludaban a los vecinos que pasaban por ahí durante la mañana, cuando terminaron su rutina volvieron tranquilamente a casa, pasaron por algunas cosas a la tienda cerca de su hogar, decidieron consentirse comprando helado y carne seca.
Al llegar a la casa Peter subió rápidamente al segundo piso, con ella siguiéndole el paso, había cerrado la puerta de la cochera, así que no tenían que preocuparse, al llegar arriba dejo sus llaves sobre la isla de la cocina junto a la bolsa que llevaba y se sirvió un vaso de agua.
–Llamaron, es acerca de la casa –dijo Jean sin moverse de la posición en la que estaba.
– ¿Qué dijo? –pregunto antes de darle un trago al agua.
–Quería verte esta tarde, parecía una mujer mayor, estaba interesada.
– ¿Dejo su contacto? –Dijo dallan cuando termino su bebida
–En la libreta
Camino hasta el mueble a un lado del sofá, donde se encontraba el teléfono de cable y tomo la libreta –Graciela Foster, suena a una mujer de alcurnia –dijo despistadamente –y quiere verme a las tres, no pierde tiempo –rodo los ojos segura de que nadie le prestaba atención.
–La estuve investigando –Hablo Alice mientras salía de su habitación y caminaba hasta la cocina –Socia mayoritaria de Astra, Inc. –en ese momento Dallan comenzó a ahogarse, pero solo fue por un momento –La conoces –dijo algo curiosa.
–Solo respire y pase agua al mismo tiempo, no me ahogaría, por otra cosa, digo no conozco a la mujer, para hacerlo debería de ser una persona importante.
–Prosigo entonces –Alice seguía viendo su teléfono y comenzó a hablar –Compro acciones de la compañía hace unos años, y por lo que se fue una buena inversión, estuvo casada un par de veces, tiene tres hijos, los tres medios hermanos.
–Esa mujer tiene acciones de dos de las empresas más prestigiosas del país –dijo Jean antes de tomar agua –Es increíble, Dallan déjame ir contigo, imagina que nos conozcamos y me contrate, sería su aprendiz –hablo entusiasmada.
–Astra, Inc., es una compañía que construye partes de cohetes espaciales, y Tevé es la principal empresa de exportación e importación de cualquier cosa que le presenten en el país, es la empresa que lleva esas partes al ensamblaje para los cohetes en cualquier parte que se lo soliciten, es una mujer importante –replico Alice.
–Se quién es cual, sus nombres son los más sonados en este país, la insignia que hace que este lugar sea reconocido, ambas empresas son importantes, los hombres que las dirigen también y no creo que ella como su madre fuera tan estúpida para dejarle todo a ellos, digo si yo estuviera en esa posición ya sería la mujer más poderosa del mundo.
–Y vas a ir a ver qué es lo que quiere –pregunto la rubia.
– ¿Qué querría una mujer con tanto dinero buscando una casa en un barrio de mala fama? –preguntó Jean mientras hacia sus respiraciones.
–Comprarla y comenzar su propia empresa –Cometo sarcásticamente Dallan –Iré a ver qué es lo que quiere pero si el trato no es bueno me voy, es una mujer importante debe de ofrecer algo muy bueno.
–Dijo que estaría allí a las tres –hablo Jean acercándose a la cocina.
–Entonces tendrán que llevar a Peter a su cita con el veterinario.
–Es nuestro día libre –protesto Alice.
–Y es por eso que lo llevaran a su consulta mensual y su aseo semanal, es el único día libre que tengo al igual que ustedes, así que espero que el este bien, yo veré lo del trato con la señora Foster y les llamaré si pasa algo, así, si siguen en el veterinario yo iré de inmediato y ustedes podrán disfrutar de su tarde libre, entendido.
–Está bien, pero solo por ti –dijo Alice mientras comenzaba a comerse el helado –No por ese saco de pulgas.
–Solo trátenlo bien si lo van a llevar al veterinario, ahora me daré un baño estoy muy sudada; son las diez –dijo mientras miraba el reloj que estaba arriba del televisor –sírvanle la carne seca en su plato cuando se termine las croquetas y solo la mitad, saldré en un momento.
Dallan entro en el baño de su habitación para darse una rápida ducha como les había dicho, pero por su mente aun paseaban las imágenes de hace una semana, no dejaba de sentir culpa y seguía pensando que a pesar de estar mal ese día fue todo lo contrario.
De repente su mente dejo de prestar atención a las imágenes y comenzó a hablar, cosa que a veces ponía de muy mal humor a la castaña.
“El cumpleaños de Jean es el viernes, no tienes regalo ni nada que ponerte”
Su conciencia era caprichosa, y siempre, o la mayor parte del tiempo, la incitaba a llevar algunas cosas más lejos que otras, cosa que hacia inconscientemente, claro le agradaban sus ideas, pero la carga que le provocaba era de otro nivel, sabía que si algo salía mal cuando hiciera cualquier tontería la culpa se la tragaría viva.
–Heihey cuando salgas necesito hablar contigo –grito Alice desde el otro lado de la puerta.
–Vete y no me molestes.
Ella había terminado su ducha, camino hasta el otro lado del lugar por unas toallas para poder secarse; su mente divagaba, entre buscar un regalo para Jean, volver a ver a la viuda Foster, y el chico de aquella noche, su nombre seguía fresco en su mente como el momento en que se lo dijo, su imagen no dejaba de dar vueltas, de regresar a su cabeza, la comenzaba a volver loca, y sabía cómo aliviar esa locura.
–Ya casi terminas –volvió a hablar Alice desde el otro lado de la puerta – Peter está un poco inquieto.
–Salgo en un momento –sabía que algo pasaba detrás de esa puerta, y aunque fueran tres en el departamento a veces sentía que solo era una –Si lo hiciste enojar Alice ya no querrá que lo lleven a su cita con el veterinario –dijo mientras salía del baño en bata dirigiéndose rápidamente a la sala.