EL VERANO PASADO
Me iré de esta casa con el corazón roto y muchos recuerdos amargos.
Sigo llorando mientras pienso en cómo, al regresar, nada será igual. Mis padres ya no estarán juntos, mis veranos como los recordaba jamás serán iguales y sobre todo, yo ya no soy la misma.
Termino de guardar todo y al fondo del cajón, veo un papel. No me tomó ni un segundo reconocer ese sobre color verde. Ese sobre que pensé que algún día se lo daría pero nunca ocurrió.
Lo tomo y me siento en la orilla de la cama.
Leo las palabras que la chica que fui hace un año escribió. La chica que aun quería a Colt, a pesar de todo lo malo en su personalidad. La chica que aún tenía deseo e ilusiones.
“Colt.
Sé que esto es raro, sé que probablemente te burlarás o simplemente vas a ignorar esto. Espero que sea así, espero que finjas que nunca lo leíste porque no sé cómo sería enfrentarte después.
Bueno, lo que te quería decir es que, me has gustado siempre. No sé cuándo empezó y no sé cuándo realmente me gustaste. Digo, de gustar, genuinamente.
No me caes bien, pero, sí me gustas. Yo sé, es complicado de entender y ni siquiera yo sé porque me siento así. No lo entiendo, no me entiendo. No te entiendo.
Solo sé que, cuando sonríes mi corazón pega un salto y cuando me ayudas, me haces sentir bien. Es una tontería pero supongo que tenía que decírtelo. Me prometí a mí misma confesártelo antes de cumplir dieciocho y no me queda mucho tiempo, tengo dieciséis y tú estás en tu último año.
Sé que probablemente no sientes lo mismo y está bien, nunca esperé nada de ti. En realidad, esto es algo que hago por y para mí, no por ti. No importa, estoy bien si me rechazas. Da igual.
Como sea, ahora lo sabes.”
Suspiro, leyendo la última frase una vez más.
Quería dársela, siempre he querido decirle lo que siento a pesar que me rechace y creo que si hoy me da una pequeña chispa de esperanza, si me abraza por un segundo más en nuestra despedida o dice algo diferente, se la daré.
Me esforcé tanto en hacer parecer que no me afectaría su rechazo pero la realidad es, que siempre me ha afectado. Nunca me gustaba verlo con otras chicas y cuando él y Madeleine hablaban a solas, sentía celos.
Ahora se supone que mi corazón debería estar en dirección a Joseph, pero, yo no puedo dejar esto sin ponerle un punto final así que busco entre mis cosas un bolígrafo y escribo al final.
“solo quería decírtelo, no es una confesión de amor. Tú y yo jamás estaremos juntos y no quiero eso. Solo quería que lo supieras”
La guardo de nuevo y me preparo para bajar. Aunque se supone que nadie sabe nada todavía, desde ayer vi la lastima en los ojos de todos. Mamá se ve totalmente destrozada y no hay que ser un genio para hacer algunas asunciones.
Bajo y veo a mí alrededor, buscando a mamá y sus maletas. Solo están los Medal, excepto por Colt. Tal vez está hablando con ella, tal vez se están despidiendo.
Madeleine entra a la habitación y me mira sin hacer una expresión, tal vez su padre ya se lo dijo. Prefiero que no me mire, prefiero no darle más razones para que piense que otra vez, su vida es mucho mejor que la mía.
La señora Medal se acerca a mí y me da un abrazo. —Britt, te extrañaré, por favor llámame cuantas veces quieras y ven a vernos, nuestra casa es su casa.
Le devuelvo el abrazo. —Yo también los extrañaré.
Joseph se acerca a mí pero también, luce distinto. Es como si ayer pasamos de la tierra a un planeta distinto, lejano, desconocido pero al mismo tiempo, similar al nuestro. Aunque nada es igual a antes, nada.
—Britt —rodea mis hombros con un abrazo—. Nos vemos luego.
Prometí vacíamente. Esa promesa quedó entre los granos de la arena que dejamos cuando regresábamos de la playa y que luego, barrieron de nuevo al exterior.
Después que me marché, no hubo un “luego” para Joseph y para mí.
Madeleine se acerca, mira a Joseph, a mí y luego aclara su garganta. —Adiós Brittany.
Asiento. —Adiós.
Jared se acercó y me abrazó. —Te veremos pronto, cuídate.
Pocas palabras pero honestas, le sonreí por un segundo y luego extendí mis brazos hacia Connor quien se acercó y me estrechó con fuerza. Connor no abraza a muchas personas pero sabe cuándo sí hay que hacerlo y ese era el momento en que necesitaba un abrazo así.
Mamá finalmente apareció junto con el señor Medal pero no con Colt, ambos me voltearon a ver y fue el señor Medal quien me habló primero. —Brittany, nos vemos, espero que hayas pasado un buen verano.
Fue bueno en parte, fue malo en muchos sentidos. —Gracias.
Se escucha un auto afuera estacionándose, seguramente es mi hermano para llevarnos de regreso.
Joseph se acerca a mis maletas. —Las llevaré.
Jared también tomó otra. —Yo te ayudo, iré a saludar a Aiden.
Connor se movió para ir a ver a Aiden también, Joseph lo esperó para salir juntos hasta allá aunque seguramente va a bajar para saludar a todos por aquí.
Muevo mis ojos esperando a Colt, sigo con la carta en mi bolsillo pero no está, ¿realmente me odia ahora?
—Hija —mamá tomó mi mano, la señora Medal le hizo una seña a Madeleine y ella torpemente se movió afuera, diciendo que iba a saludar también—. Quiero decirte algo.
La señora Medal comenzó a acariciar mi cabello y sentí que este era el momento donde me diría algo sobre un divorcio, una separación o algo sobre mi familia rompiéndose pero no, fue mucho peor.
—Me quedaré un tiempo con los Medal —afirmó.