— ¿Lista?
Colt guarda la ultima maleta en el auto, yo ajusto mis gafas de sol a juego con las suyas.
—Lista —sonrío.
A pasado un año desde ese primer viaje, ahora él y yo haremos uno nuevo. Esta vez, tenemos dos destinos en una misma ciudad. El primero, la casa de Woody, vamos a visitarlo y pasar una semana con él y luego, el destino que más me aterra, la casa de mi padre.
Nos hemos puesto en contacto de nuevo, no es como antes porque nada puede ser como el pasado pero veremos que nos trae la vida. Quizás, algo muy bueno o no tan bueno, pero al menos vamos a intentarlo y en el camino, descubrirlo.
Claro, ese es el plan pero, ¿A quién engaño? Nada sale como lo planeas y eso es mejor, mucho mejor. A veces, es aterrador, a veces quieres detener el tiempo y regresarlo pero la mayoría de las veces descubres que el resultado ha superado a tus expectativas.
Y si no es así, aun no has llegado.
Colt toma mi mano y me besa la mejilla. —Espero que hayas preparado las mejores canciones.
—Como siempre —le contesto.
— ¿Ya se van? —Joseph se aparece, sosteniendo a mi sobrino como si aún fuera un pequeño bebé.
Ese niño va a ser tan consentido por todos, incluyendo Connor quien está fascinado con el “bebé” que así le dice y creo que siempre le dirá así.
Colt asiente. —Sí, ya estamos listos, ¿te nos unes, hermano?
Rueda los ojos. — ¿Para verlos besarse en cada parada? Eh, no gracias.
Los demás miembros de nuestras familias salen, incluyendo a Jared sosteniendo la mano de mamá. Él me sonríe y yo a él, después de todo Jared finalmente obtuvo a la chica. Supongo que si esta historia hubiera sido contada desde su perspectiva hubiera sido un final feliz.
Madeleine se acerca, ahora lleva el cabello corto pero sigue tan hermosa como siempre. Madeleine puede hacer lo que quiera con su cabello y su ropa, que siempre se verá genial.
—Eh… tráiganme un llavero o lo que sea.
Colt bufa. — ¿Un cerebro? ¿Es eso lo que necesitas?
Ella se acerca a golpear su hombro. —Tonto.
Connor ahora tiene el cabello más largo y bueno, está entrando a la adolescencia. Se ve genial, pero para mí sigue siendo mi pequeño Coco, cada vez que lo veo muero de ternura.
Suelto la mano de Colt y lo abrazo. —Te extrañare, ¿me extrañaras?
Él me abraza con fuerza como respuesta.
Adrien y Allan salen, empujándose y bromeando entre ellos como siempre. Esa amistad es más duradera que nada, ya son unos adultos pero siguen siendo como los chicos irritables que fueron cuando yo era una niña. Sin embargo, a ambos los quiero muchísimo.
Adrien se acerca y me abraza, casi podría exprimirme. —Auch —me quejo.
Él finge llorar. — ¿Por qué has crecido, Britt? No, mi pequeña.
Me despego de él mientras todos ríen. —Cállate.
Señala a Colt. —Sé bueno o veras, puedo vengarme en muchas formas y haré que tus hermanos me ayuden.
Colt suspira. —Tus amenazas son mi pan diario.
Allan ríe y lo abraza por encima de los hombros. —Eh, se bueno con nuestra princesa consentida…. Ah, esperen, esa es Maddie. Se bueno con la princesa Britt, nada de tonterías, ¿bien?
Colt se queja, negando. — ¿En qué me metí cuando empecé a salir contigo, Britt? Tengo tantos hombres en mi contra, incluso el pequeño de allí parece estar intimidándome.
Cameron, el hijo de mi hermano, solamente sonríe.
—Supongo que ya es hora —digo.
Terminamos de despedirnos con abrazos y bromas, nos aseguramos de llevar todo y subimos al auto.
No puedo creer que estoy realmente a punto de hacer otro viaje por carretera pero esta vez, solamente con Colt. Será muy divertido y ya no puedo esperar para ver que nos tiene preparado este viaje. También me emociona ir con su amigo y ver a papá, aunque sé que será otra de esas conversaciones complicadas.
Colt enciende el motor del auto y comenzamos a alejarnos. Volteo hacia la ventana de atrás viendo aun a mi familia. Todo ellos, lo son. Sacuden las manos aun despidiéndose y sonriendo, yo los veo hasta que Colt cruza.
Sé que nos volveremos a ver pronto, sé que siempre estarán ahí, esperando por nosotros.
—Entonces, ¿Cuál es el plan?
Veo al frente y la calle está vacía a esta hora, aun no hay muchos autos. Pronto estaremos atascados en el tráfico y rodeados de personas que llevan el aire acondicionado a todo lo que da.
Estiro mi mano y toco la suya que rodea el volante. —No tengo idea, supongo que solo debes avanzar y ver a donde nos lleva esto.
Él sonríe, toma mi mano y besa mis nudillos. —Espero que nos lleve a un restaurante con tostadas a la francesa.
Le sonrío también y bajo mi ventana, luego enciendo la radio buscando alguna estación con música, cuando encuentro una, la dejo.
Colt se detiene en una luz roja y me mira. — ¿Has hablado con tu papá?
Trago saliva. —Um, solo le dije que ya vamos en camino.
Asiente. —Está bien —se inclina hacia mí y levanta mi mentón—. No lo olvides, Britt, está bien.
Me acerco a sus labios y lo beso hasta que la luz cambia, sabiendo que volveré a besarlo en la próxima parada y en todas las que nos quedan.
Sí, lo sé.
Todo está bien ahora.
FIN