debes ver más allá.

debes dejar de huir.

 

la noche anterior había estado horas leyendo y a pesar de esto era la primera de todas las chicas del orfanato que estaba arreglada, aunque había un motivo tras todo esto, yo pensaba irme de este maldito orfanato de una vez por todas, tenía todo planeado, esta vez no habría nadie que pudiera detenerme; había metido todas mis pertenencias que realmente no eran muchas en la mochila de la escuela, irónicamente en esta había de todo menos cuadernos o libros de texto y ahora estaba escribiendo en mi cuaderno una nueva historia mientras esperaba a que las hermanas del orfanato nos permitieran bajar al desayuno; después saldría con el grupo de las demás chicas en dirección a la escuela pero en la cafetería que quedaba en el camino me desviaría, esperaría en el callejón, después de eso con mis pocos ahorros tomaría un bus que me llevara lejos de este pequeño y sofocante pueblo y después ya veré que hago, algo se me ocurrirá.

 

Cuando finalmente la hermana lucia sube a la habitación a darnos permiso de bajar a desayunar para irnos a la escuela me retiene como todas las mañanas, ella me odia y no se va de mi lado hasta que vuelvo a tender mi cama, solo tenía una arruga en el lugar donde me había sentado a escribir y era una de las mejor tendidas pero la hermana lucia claramente no me dejaría ir sin antes tentar mi paciencia.

 

Bajé y desayune con lentitud, esperaba salir entre las ultimas para que así nadie se diera cuenta de que yo me separaba del grupo.

Y así fue, todo estaba saliendo de maravilla, me desvié en la cafetería, esperé en el callejón hasta que no hubieran más de las chicas y ahora me encuentro tomando un bus que va bastante lejos, le pago al conductor que aunque me mira un poco raro por ir con el uniforme de la escuela que consiste en una falda color verde con medias del mismo color una camisa blanca y una corbata con el mismo diseño de cuadros de la falda no me dice nada.

 

yo me conformo con darle una mirada fría y seguir por el pasillo hasta sentarme en la última fila de asientos y saco mi cuaderno y un lápiz y empiezo a escribir, estaba rebosante de alegría, ya que por fin lo estoy consiguiendo, el bus frena y alguien sube a este, no le presto mucha atención, estoy demasiado ocupada pensando en que tipo de magia iba a ser la protagonista de mi nueva historia en proceso de ciencia ficción y fantasía.

 

De pronto siento como alguien se sienta junto a mí, lo ignoro hasta que siento que esa persona me da un fuerte pisotón en el pie, mis dedos comienzan a palpitar por el dolor ocasionado unos segundos antes.

 

Miro a la persona con mucho enojo pero mi cara inmediatamente se contorsiona en una mueca de desilusión, sé que estoy en problemas pero eso ahora no me importa, lo que me importa es lo que mi único amigo Estefan piense.

 

él es el único que me conoce realmente, que no me ve solo como a una estúpida niñita huérfana que busca atención, él era un gran amigo de la familia hasta que la familia dejo de existir y ahora es un gran amigo pero solo mío; también es el la persona que se encuentra junto a mí en el asiento de un bus que está siendo utilizado únicamente por nosotros dos y el conductor que da la vuelta y empieza a volver por la carretera lleno en dirección al pueblo y a mi cárcel; es decir al orfanato.

 

-creía que ya no lo harías más, sabes que debes dejar de escapar-

Después de todo si hay alguien que me puede detener.



#23249 en Fantasía

En el texto hay: adolescentes, escritora, magia

Editado: 21.06.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.