-¡Estas castigada! No saldrás de tu habitación ni para tomar el sol, tu doncella será despedida. Tu educación quedara en manos de tu tío Felix, y no se hable mas del tema.
Luna aun no podía asimilar lo que le estaba diciendo su abuelo. Pero si siempre hacia lo mismo y nunca eran mas que regaños por su parte y luego todo continuaba igual. ¿Pero ahora? Hasta a Mecle se la quitaban. ¡No podía permitirlo!.
-¿Quitarme a Mecle? ¡Eso nunca! Abuelo yo ya e aprendido la lección, te prometo que no volverá a ocurrir jamás. Pero no me quites a Mecle sabes que es la única amiga que tengo.
Su abuelo al oírla sintió su corazón ablandarse, pero no podía dar su brazo a torcer. A permitido que esa niña siempre se salga con la suya y debido a eso ayer por la noche casi la pierde . Era hora que aprenda a perder y si eso significaba que lo odie, no le importaba.
-La decisión esta tomada y ni tu ni nadie me dirá que debo hacer, soy el rey que nunca se te olvide. Porque algún día serás tu quien lleve esta corona y se que hasta ese momento me entenderás. Sobre tu educación no quiero recibir ninguna queja de tu tío porque te ira peor.
Nunca había visto a su abuelo tan enojado en su vida, ni siquiera cuando quemo gran parte del palacio al descubrir lo que era el fuego. ¿Y ahora que aria? Mecle ya no estaría con ella y su tío no era para nada amigable con ella, de echo creía nunca haber tenido una platica extensa con el.
Y ni siquiera contaba con el apoyo de su madre, que en cada ocasión que se lo presentaba la dejaba sola en aquel horrible palacio.
Lo único que la consolaba era la posibilidad de volver a ver a aquel joven que la salvo anoche Theobald. No ese nombre no le agradaba mucho quizás seria Theo, si Theo le agradaba mucho mas.
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Una doncella entraba a toda prisa a la cocina, buscando a cierta personita. Que el rey solicitaba ver
-Mecle Mecle Me..
-Si? Leila, ¿que sucede?
-El rey quiere verte, ahora.
-¿A mi? ¿No te estarás confundiendo?
-No! No me estoy confundiendo y yo que tu voy rápido porque se lo veía un poco enojado.
Enojado? Y todo por culpa de Luna, se lo había dicho que no se separara de ella pero claro esta la princesa nunca le hace caso a nadie. ¿Y ahora que le harían a ella?. Mecle se iba atormentando con preguntas todo el camino a el salón en donde el rey se encontraba.
Vio a los guardias que la miraban con pesar y al momento en el que la anunciaron al entrar se veía desvanecer, pero sacando fuerzas se logro mantener en pie.
-Majestad, ¿que necesita de mi?
-Mecle, al momento en el que la princesa solicito tenerte como doncella no me opuse debido a que creí que tu la ibas a acompañar en su camino para convertirse en una princesa y futura reina. Pero no solo no hiciste lo que se esperaba de ti sino también que la apoyaste en cada una de sus tantas travesuras y no solo se las e perdonado a mi nieta sino que también a ti. Por lo tanto quedas despedida de tus deberes y regresaras con tu familia hoy mismo. Puedes despedirte de la princesa.
-ss.. Si, majestad
Al ver como el rey se retiraba con sus guardias decidió ir a hablar por ultima vez a la princesa.
Toc toc..
-Adelante
-Princesa problemas- Entra haciendo un reverencia
-Mecle, no sabia que iba a causar tantos problemas con esta travesura. Lo siento, se que te despidieron por mi culpa.-Se disculpa Luna con pena en su voz
-Princesa no se lamente sabíamos que tarde y temprano algo así iba a suceder. Solo mírale el lado bueno podre pasar mas tiempo con mi familia.
-Al menos tu tienes a alguien que te espera después de todo, pero yo nunca e tenido a nadie mas que a ti. Y ahora te vas y me quedo sola.-En todo ese tiempo la única que apoyaba a Luna era Mecle y ahora la perdía.
-No estas sola, siempre contaras conmigo solo que ya no viviré aquí y cuando me necesites tendrás que llamarme primero.-Comenta un tanto divertida para aligerar el ambiente.
- No creo que me dejen volver a verte y mucho menos ahora que el príncipe Felix sea quien se ocupe de mi educación.
-Siento dejarte, pero las decisiones del rey no se pueden contrariar. Tengo suerte de conservar mi cabeza aun.
-Tienes razón. ¿Te puedo pedir un ultimo favor?
-Si esta en mis manos con gusto lo ago.
-Recuerdas que anoche cuando me encontraste estaba con un chico..
-¿El que te salvo?
-Si, ese. Podrías buscarlo y traerlo contigo para que podamos hablar?
-¿Te gusta?
-Me parece un poco lindo además quiero agradecerle, ¿lo arias?
-Claro, solo necesito su nombre y empiezo la búsqueda.
-Su nombre es Theobald
-¿Theobald?
-Si, Theobald aunque me gusta mas Theo
-Si yo lo busco, ahora tengo que irme. Nos vemos pronto
-Chau Mecle y GRACIAS
No pueden ser la misma persona, eso es imposible. ¿Cómo podría ella competir contra una princesa?
Definitivamente no puede ser el chico del cual estuvo enamorada desde que era apenas una niña.
Editado: 09.10.2020