Maratón 2/3
-De eso no hay dudas majestad- pronuncio Felix al entrar al despacho de su padre.
-Créeme querida Luna que para que mi hijo lo diga es porque realmente lo cree así, ¿qué necesitas Felix?-cuestiono el rey a su hijo
-Solo que revises unos papeles sobre los productos que se comercializaran en el reino de Traslother, no quiero que esta nueva alianza comercial tenga falla alguna- Comento Felix entregándole los papeles al rey.
-Estoy seguro de que no habrá ninguna falla, al fin y al cabo tu eres el que la esta llevando a cabo, y confió en tu criterio hijo.
Luna se sentía un poco fuera de lugar, no entendía totalmente de lo que estaban hablando, las clases que estaba tomando con su tío, solo lograban abarcar historia y leyes del reino. No conocía mas que eso. -
-Si me disculpan creo, que es momento de que me retire estoy realmente cansada- comento poniéndose de pie, con ayuda de su tío. Estar embaraza de cinco meses no era tarea fácil, ya que la panza empezaba a pesarle.
-Claro Luna, ve a descansar. Yo en cuanto pueda iré a visitarte mira que no quiero perderme el ver como mi bisnieto va creciendo en el vientre de su madre- dijo el rey con una enorme sonrisa en dirección a Luna.
-Te estaré esperando, ay! casi se me olvida. Tío me dijeron esta mañana que puso a 5 guardias a mi completo cuidado. Y realmente no es necesario.
-Yo creo que si es realmente necesario, estamos hablando de vos Luna heredera al trono de Lebibeth y que aparte lleva en su vientre a otro príncipe o princesa. Su seguridad es un tema de suma importancia para el reino.
-Lose, pero no creo realmente que pueda llegar a pasarme algo, si a los únicos lugares a los que voy es del palacio de los príncipes hasta aquí- objeta Luna, odiaba mas que nada que anden tras ella como perros guardianes, no lo necesitaba, si le llegase a pasar algo podía cuidarse sola.
-Luna, tu tío tiene toda la razón, en estos momentos dos generaciones Litwolth podrían estar en peligro. Por lo que las precauciones no están de mas. Ahora ve a descansar que ya esta anocheciendo.
***
Luna no podía lograr conciliar el sueño, se sentía cansada pero también ansiosa y no sabia el porqué se sentía así.
Harta de no poder dormir decide ir a la cosina para ver si se podía preparar un te, sabe que si quería podría pedirlo pero no quería tener que despertar a alguien mas y con ello arruinarle el sueño.
Sale de su habitación y pasa a los guardias que custodian las puertas, que en ese momento se encontraban dormidos cada uno a cada costado del marco. Al finalmente llegar a la cocina, busca en esta todo lo que necesita para poder hacerse su te y al fin poder ir a dormir.
Pone agua a hervir al fuego, agarra un jarró y en su interior vierte los petalos de manzanilla. Al escuchar como el agua empieza a hervir se aproxima a quitar la pava del fuego cuando de este ve como emerge la cara de aquella mujer que conoció en los días en lo cuales estuvo inconsciente. Parecía que quería decirle algo, pero no lograba escuchar claramente que era, hasta que aquello figura fue creciendo hasta estar a la misma altura de Luna.
-Están en peligro...
Editado: 09.10.2020