Capitulo 28

-Cuando debamos darle la noticia a tu madre, procura estar relajado. Sabes que es una completa dramática con todo lo que se refiere a ti - escucho que le decía Mecle a Theobald.

 Ya se encontraba en la puerta cuando se percató de que su esposo veía algo que estaba fuera, confundida decidió mirar y ahí fue cuando se percató de la presencia de la princesa fuera de su casa. Su reacción fue la misma que la de Theo, pero a diferencia de este ella rápidamente se compuso y de estar detrás se posicionó al lado de su esposo colocando su brazo alrededor del de este. Y con cara maliciosa vio que aquella era su oportunidad para quitar todo tipo de duda que puede existir en la cabeza de Theobald.

-Veo que realmente no posees ni una pizca de vergüenza, mira que venir a mi casa lo deja más que evidente ¿que es lo que quieres?- cuestiono mirándola con desprecio.

Luna al ver su reacción y escuchar todo lo que le decía supo inmediatamente que ella fue la responsable de que el padre de sus hijos haya acabado todo tipo de relación con ella.

-Venía a visitar a la que creí una amiga, pero según lo que veo jamás la fuiste después de todo- contestó dando a entender que sabía que ella fue la responsable de todo.

Mecle al percatarse de aquel gesto sonrió con suficiencia, y retomó el papel que estaba protagonizando.

-Tienes razón, jamás lo fuimos. Como podríamos serlo, tu eres la gran princesa Luna heredera al trono de Lebibeth y yo solo era una doncella mas en tu castillo. Lamentablemente tuve que verme salpicada por tus errores y no solo eso sino que también tuve que soportar cada una de tus ocurrencias jugando mi cabeza en todo momento. Ahora tengo la posibilidad de ser feliz junto al hombre que amo y no voy a permitir que ni tu ni nadie se ponga en mi camino, es momento de que te largues y jamás regreses ten muy presente que ni aquí ni en ningun lado serás bienvenida, jamas te aceptaran ni como princesa y mucho menos como reina.- terminó diciendo al ver que todos los que estaban a su alrededor se habían acercado para escuchar que estaba pasando.

Luna al percatarse de aquello y dolida por sus palabras, decidió seguir el juego que Mecle había comenzado.

-Veo que toda pizca de amor propio ya no está presente en ti, solo al ver que te conformaste con un hombre que jamas, escuchame bien- enfatiza- Jamas llegara a amarte deja en evidencia lo patética que eres, solo espero que encuentres la felicidad en las sobras que te doy- comentó para a continuación girar e indicar que era hora de irse de allí.

Todos los que hasta el momento se habían amontonado a su alrededor exclamaron asombrados al ver como Mecle salía a toda prisa y giraba bruscamente a la princesa para a continuación darle un bofetada que fue presenciada por el mismo príncipe Felix.

-Laila, lleva a la princesa de camino a la ceremonia- ordenó contundente. A lo que la doncella se dispuso inmediatamente cumplir, tomó a la princesa y la ayudó a subir al carruaje y en un par de segundos ya se encontraban en marcha, no sin antes dejar a un guardia a los servicios del príncipe.

-Que osadía la de agredir a una princesa que no solo es por mucho tu superior sino que también se encuentra en su tercer trimestre de embarazo. Es una falta que sin duda merece que te corten la cabeza, que lamentable que en un dia como hoy no se pueda realizar. Pero ten muy en claro que haré de tu vida y la de tu esposo un infierno si algo les llega a suceder a los príncipes por venir.- sentenció tomando marcha y dejando a Mecle atemorizada por lo que pueda llegar a pasar. 

***

Durante todo el camino que recorrieron hacia el palacio de la princesa, Luna fue en silencio. Y aquel silencio asustaba a Laila, temía a lo que pudiera llegar a sucederle con lo que acababa de presenciar.

 Al descender del carruaje y dirigirse hacia su alcoba la princesa se dobló de dolor al sentir como sus entrañas ardían, todos al percatarse de aquella acción corrieron a ayudar en lo que pudiesen.

Pero ya nada se podía hacer, por más que  se intentó detener lo que sucedería a continuación, todo fue en vano.

La princesa había perdido a sus hijos, a sólo horas antes de pedir la bendición y protección de la diosa Tesla...