Hola. ADIOS...

Aquel precioso día de verano…

Lleno de sol y promesas (…)

Inspirador y enérgico.

 [ … ]

Va cambiando las caras largas y ojos muertos de la gente por figuras alegres.

Invocando frases – ¡hoy es mi día! – ¡me sonríe el día! – ¡mi momento ha llegado! – en su mente.

 Mientras cruzan la calle.

 [Pero…]

¡¡BANG!!

La onda expansiva hizo temblar todo el lugar.

[Una sensación… fría …caliente. Late dentro de mi]

El sonido explosivo crea caos (...)

La bala se abre paso entre carne…nervios...huesos. Pulverizando el lado izquierdo, al salir por el otro extremo del pecho.

Impregnando un espectáculo de sangre y tejido que se desliza lentamente por los muros.

[Algo perdía]

Grandes cantidades de sangre afluía de esa atroz y horrible apertura del pecho. Parado en un lago de sangre que se expande a cada segundo.

Su brazo izquierdo se balancea en una delgada y astillada clavícula, dañada por el impacto. Dando la impresión de caer en cualquier momento.

[…]

Los sistemas dejan de funcionar. Todo se apaga…

Todo seacaba…

Respiración, pulso, latidos, movimiento ya solo son recuerdos.

Vivir con sangre caliente para morir a sangre fría. Irónico.

El vacío del cuerpo. La nada hecho cuerpo. Ser hueco.

Pero su conciencia se niega a esto. Toma lo que puede, se encierra en un esfera. Y arriba a lo más profundo, entre oscuridades. Hay un universo unico. Más allá del subconsciente.

Las puertas se cierran. La conciencia entra al filo del final.

Dentro una pequeña llama arde con dificultad. Eso debió irse hace mucho, es lo primero que sale.

Esta vez no. Significa que es la última llama. Un deseo egoísta y caprichoso de seguir. Todo era revelado.

Conciencia se acerca, siendo de combustible para brillar con fuerza. Dando lo que trajo.

El contacto provocó una reacción en cadena. A todo velocidad entre las fibras viaja.

Problemas. La energía al punto final era baja pero lo suficiente para hacerse mas daño

 [...]

Sus inertes ojos se mueven. Posa la mirada sobre ella.

Su cabello se balanceo con el aire. Ella aún mantenía el arma apuntando hacia el. Sonriente (..)

[TÚ..… TÚ~] – grito dentro de si.

Nos engañaste. Tu voz, muere…

Las piernas le impiden seguir. Estas colapsan ante el peso. Cae sobre sus rodillas al suelo rojo.

El atardecer de la vida. Se esboza en silencio.

Pequeñas ondas se crean en el charco. Ella se acerca delicada. Evita ensuciar sus zapatos con esa repúgnate sangre.

Desprende una señal bestial de calor acompañada de una sonrisa sádica de oreja a oreja.

Lo disfruta…

    –Jajaja... – ríe picara – Los hombres son tan idiotas y fáciles de engañar – soltó a mitad de caminó – Pero tu eres…

Coloco la boca del arma en la frente del sujeto. Alisto el martillo.

    –Adiós… ¡bang! ~ ja, ja, ja ~ – en tono de burla y superioridad. Fingió disparar y seguir jugando con su cuerpo.

No contenta. Lo empujo con un golpe en la frente con el arma. Siendo incapaz de mantenerse erguido, se desplomó.

Salpicando. El cuerpo se sumergió en aguas rojas.

 […]

Ella se puso de cuclillas a la derecha del cuerpo, con las piernas ligeramente abiertas. Lo suficiente para ver sin cortos. Un hilo negro que lucha por cubrir esa lubricada entrada con cada movimiento desleal que hace su ama.

Desde ese ángulo no deja nada a la imaginación. Lástima no pueda verlo.

Con suaves caricias los dedos de la mujer, recorren mi brazo. Dando saltitos y dibujando trazos. Juega con el.

Estos llegaron a mi cabeza y con ternura empezó a peinar mi cabello hacia un costado.

Sus hipnotizantes ojos verdes de ella revotaron con curiosidad, hacia los míos que desprendía pánico y muerte.

La sonrisa en su blanco rostro poco a poco se torno triste. Se veía afligida. Sus ojos se volvieron brillantes.

Aclaró su garganta.

   –Creo que me agradas. Quiero decir…somos tan similares. Cada sentimiento contradictorio.             Cada instante raro. Eres la joya en mi corona de pensamientos.

 Te odio…

 Te maldigo...

Porque hiciste eso… Te comportaste como un caballero, sabiendo el final entre mis manos… pero me diste el valor para hacerlo~.

La mujer acaricio el contorno del rostro del sujeto. Libero su brazo izquierdo que pega la blusa desgarrada a su cuerpo.

Revelando la piel desnuda de su pecho. Se puso de rodillas e inclinó (...)

Sentía que la voz de mi alma iba ser devorada.

    –…Lo escuchas, cada latido es para ti. Estoy tan emocionada. El temblar de mis labios. Las lágrimas en mis ojos. Todo es tu culpa. Tu eres el autor de todo esto. Haces que mi pecho duela de arrepentimiento.

       No quiero sonar rara, pero soy la última persona que escucharas y eso me pone feliz. Lo mejor para el final, me agradas. Estoy un poco loca, pero me gustas, me gustas de verdad – la mujer negó con la cabeza – No, te amo, ¡¡¡ TE AMO!!! – susurró pegando su rostro a mi mejilla. Lo suficiente para sentir su dulce fragancia y cálido aliento.

Boca, lengua, saliva. Un beso. Beso de la muerte…

[No ve estrellas, ni luces, ni cometas. Solo nubes que frenan para burlarse de mi. De ser un gran idiota. Un completo ingenuo]

La bella mujer lleva su mano a mi rostro. Elevando la intensidad del beso.

[Mire donde mire no encuentro esperanzas. Me ahogó en un final que no puedo cambiar. Cerrar mis ojos. Abrir y pensar que solo fue un sueño cruel. Pero la realidad no deja de masticar mis posibilidades]

[Este callejón registra mi última vela de vida. El reloj se va deteniendo. La puerta se abre, por la ranura se filtra la luz]