Estuve toda la noche despierta cuidando al misterioso chico que se desmayó cerca de mi casa, no creo que sea mala persona, puedo sentirlo en mi interior, es esa extraña sensación que todos sentimos cuando creemos que una persona es digna de confianza o para ser un posible amigo o amiga, este chico me trasmite eso, estoy segura de que una vez que despierte y me pueda explicar cómo llego aqui, podremos ser buenos amigos.
El chico estuvo con fiabre, tuve que cambiarle en numerosas ocasiones el paño húmedo de la frente, además de que cure algunas de sus heridas, que gracias a la magia, no eran muy graves, ¿Como llegó a tener esas heridas? Varias de ellas fueron hechas por algún monstruo muy poderoso, por lo que pude observar, algunas eran muy profundas, este chico llegó aquí por pura fuerza de voluntad, él se desmayó por la falta de sangre, agregando la fiebre ¿De dónde saco la voluntad para sobrevivir? Cuando despierte y si no se siente muy mal, le preguntare muchas cosas, no es inusual tener turistas en la aldea debido a nuestras tradiciones y rituales, pero si es extraño que lleguen personas con esta enorme cantidad de heridas aquí, a Brave.
Todavía es bastante temprano, pero es mejor que comience a hacer las tareas de la granja, me tardo demasiado debido a mi cuerpo, normalmente tardo unas 3 horas en terminarlo todo, regar los cultivos, cuidar a los animales, cosechar las cosas que ya están listas, ni hablar cuando ya es fin de temporada, Stella suele ayudarme a cortar las plantas, sembrar las nuevas semillas, regar y preparar cosas para el Invierno, donde no puedo plantar mucho.
Mirando por ahora, al chico, comienzo a retirarme y comenzar mi día, espero de todo corazón que cuando regrese el este bien y pueda hablarme, si no, tendré que ir a la tienda de Stella a comprar un poco de medicina, no voy a dejar que este chico siga enfermo, una parte de mí me lo impide, porque después me sentire fatal si él empeora.
Salgo de mi casa, directamente al campo donde ya tengo plantado lechugas, fresas, arándanos, brócoli, espinacas, entre otras frutas y verduras, como son muchas cosas, me tardo mucho en trabajar por mi cuenta, cuando mis Padres vivían, solíamos trabajar nosotros tres juntos pero desde que fallecieron, todo el trabajo que hacían tres, lo tengo que hacer sola, eso igual me deja bastante agotada, por eso debo de descansar antes de ir a la Iglesia y hacer mis tareas como la Sacerdotisa de la Aldea.
-Agua dame tu bendición y cae suavemente en esta tierra para que nueva vida pueda nacer- susurro el hechizo que hará que caiga una ligera lluvia y pueda regar los campos.
La magia todos la podemos ejercer, solo que algunos les cuesta más que otros o se tardan más en despertarla, desde que era pequeña, mi poder mágico, despertó, haciéndome la primera de mi generación en despertó, por eso mismo mis clases de magia comenzaron antes que las de mis amigos y amigas, hacer hechizos pequeños como el de ahora, no era complicado siempre y cuando el usuario supiera lo que está haciendo para evitar que se cree un lio, ya sea mojando a a alguien y en el peor de los casos, que alguien por accidente inciende la ropa de otra persona.
Me tarde aproximadamente una hora en regar todos los campos, la otra hora fue en cuidar a los animales, es decir, limpiando el corral y ellos, ordeñar a las vacas, esquilar a las ovejas que ya tenían lana suficiente, recoger los huevos de las gallinas entre otras cosas, por último la tercera hora fue en recoger algunas cosechas, es decir, un caos para mí que tengo la fuerza de una niña, hay algunas cosas de las que dependo de una silla o una escalera para poder alcanzar y tenerlas en la cesta, para que después Stella las pueda vender en su tienda.
Al terminar mis labores, fui a mi casa para darme un buen baño y descansar, también debo de ver al chico, espero que él ya este despierto, o que la fiebre le haya bajado lo suficiente, eso es lo único que puedo pedir.
Al entrar a mi hogar, me dirigí a mi habitacion para buscar ropa limpia, toallas e irme a dar una lavada para sacarme el sudor y en parte despertar, como no dormí anoche, tengo sueño, necesito estar despierta para cumplir mis deberes como Sacerdotisa, además de limpiar la Iglesia, debo de comenzar a introducir a los niños en la Melodía del Corazón, enseñándoles a los chicos a tocar un instrumento musical y a las chicas a la canción.
Mi baño fue tranquilo, pude despertarme bien, por eso mismo tras colgar mi toalla, hice un desayuno ligero para dos personas, ese chico estará con hambre una vez que despierte, por eso comi relajada, después de desayunar, fui a ver al joven que está en mi habitación de huéspedes.
Al entrar, me acerque a él, estaba comenzando a despertar, el chico movió su cabeza de un lado hacia el otro, de a poco, comenzó a abrir sus ojos, estaba intentando adaptarse a la luz, por eso se tardó unos minutos.
Ojos dorados se encontraron con mis ojos turquesas, la mirada de él mostraba confusión y desconcierto, preguntándome que es lo que había pasado, como llegó aquí y otras cosas más las cuales desconocía la respuesta.
-¿Donde estoy? Y ¿Quién soy?- pregunto el chico bastante desconcertado.
Él ¿No recuerda su nombre? Tiene ¿Amnesia?.
-Estas en la Aldea Brave, te desmayaste cerca de mi casa anoche, has estado con fiebre y estuve cuidándote todo este tiempo, en cuanto a la otra pregunta, no puedo darte respuesta, jamás te había visto hasta ahora- le respondo con sinceridad.