Viernes
– ¿viste ayer al que te gusta? – pregunta Mónica
– ¿por qué lo dices?
– pues porque vienes feliz — dice con obviedad — al contrario de cuando no lo ves
– Okay si lo vi —acepto — y ahora ya saben mis hermanas que él es quien que me gusta y lo apodaron
– ¿cuál es el apodo?
– maya
– ¿qué?
– maya
– ¿naya?
– ¡¡MAYA!! – digo gritando, ya me había cortado la paciencia
“sigo perdiendo la paciencia así de rápido”.
– oh maya... ¿por qué maya?
– pues porque estudia en el Liceo Maya
– ¿quién es maya? – pregunta Daniela llegando a nosotras, tan parece que grité demasiado fuerte
– el chico que le gusta a Alexandra – explica Mónica
– ¿se llama Maya? – pregunta confundida y asustada al mismo tiempo. Me limito a rodar los ojos.
– Maya es su apodo... no se como se llama – respondo con cara de pocos amigos por no saber como nombrar a este chico
– oh ¿y por qué Maya?
– porque él estudia en el Liceo Maya– explica Mónica
– oh muy ingenioso... ¿quien le puso ese apodo?
– el cuarteto – digo yo
– ¿tus hermanas y tu prima? – pregunta Mónica y yo solo asiento
...
Cuando llega la hora de salida me despedí de mis amigas y (como todos los días) caminamos a la parada del bus.
Esta vez al subir caminamos hacía los últimos asientos en la misma posición de siempre.
Cuando llega a la parada de donde se sube "maya", él sube después de varias personas y camina hasta el fondo siendo seguido disimuladamente con mi mirada.
Otra vez el cuarteto iba riendo y charlando, pero yo no les iba poniendo ni un poquito de atención.
¡Oh por Dios!
Siento un revoltijo en mi estomago cuando nuestras miradas se cruzan, pero no dura mucho, él y yo bajamos la vista al mismo tiempo.
Vale, jamás pensé que esto me pasaría pero segundos después volvemos a cruzar nuestras miradas. Luego de esto, él ya no vuelve a verme, se limitó a ver hacia abajo y yo lo deje de ver hasta unos minutos después.
– me di cuenta que intercambiaron miradas – dice Valentina y yo sin remedio, me sonrojo.
Subo a mi habitación y pienso repetidas veces en las veces aje se cruzaron nuestras miradas.
Pienso también en lo mucho que me gusta, en que no se como hablarle y en muchas cosas más, pero él es un chico más de los que me gustan, porque él no corresponde mis sentimientos y nunca lo hará.