Del cielo a la tierra : el sello de 1.000 años

Capítulo 2 : lobos de hielo

Febrero 12 de 1476, tras lo sucedido hace unos días, se le había permitido a Sara quedarse en la torre para mantenerla a salvo, si ella regresaba a donde estaba antes, probablemente no duraría mucho tiempo, además, el solo hecho de que ella pudiera hablar y comportarse como una chica normal era algo muy inusual. Debian saber como es capaz de lograr tal cosa, que es lo que la diferencia de los demás y si es posible lograr lo mismo con el resto. 

Por su puesto, era una idea muy surrealista...o tal vez muy optimista de parte de Nathan.
Sara no quería ser una carga para ellos, si descubrían que ocultaban a un demonio, lo más seguro es que los atacarían a ellos también. Iris mencionó muchas veces que no debería preocuparse, ellos estaban muy alejados de las ciudades y pueblos. 

Era tratada como una más de la familia, su vestido fue lavado y cocido, además le habían conseguido ropa nueva y una habitación propia. Mientras Nathan salía para ayudar cuanto pudiera en los pueblos cercanos, Sara ayudaba con las tareas diarias como agradecimiento por todo lo que hacían. 

                                    Parte 2

Febrero 17 de 1476, hacia varios días que Nathan había salido y aún no llegaba, la preocupación de sus padres y de Sara los tenía bastante inquietos.
Al atardecer, un caballo marrón claro con unas pocas manchas blancas, había llegado cargando a un chico que parecía dormido. Nathan entró a la sala común, recostado un un sillón intento explicar lo sucedido, sin embargo el cansancio se apoderó de el por completo. 

Tras un par de horas, Nathan dio un salto, como si se tratara de una pesadilla, el sudor lo estaba cubriendo y su cuerpo aún temblaba, el solo recordar lo que vio hizo que tartamudeara, le tomó unos minutos calmarse para poder hablar naturalmente. 

Naim— hijo, ¿¡que sucedió ahí fuera!?
 

Iris— tranquilo, mantén la calma y dinos que ocurrió.
 

Nathan— fue...fue una pesadilla, el suelo completamente rojo, muchas personas no pudieron llegar al refugio subterráneo...las heridas eran muy profundas, solo un poco más de la mitad sobrevivió...
 

Sara—...
 

Nathan— al segundo día, una orden llegó, eran alrededor de 150 hombres con una armadura plateada y una bandera con un sol, muchos de ellos resultaron heridos y aún así querían continuar.
 

Iris— hijo...¿a donde quieres llegar?, reconozco esa mirada, se que algo tienes en mente.
 

Nathan—...¡quiero entrar a una orden!, quiero ser quien de atención médica a los que pelean en el frente. 

Sus padres se miraron entre sí, aún preocupados por la decisión de su hijo, habían decidido apoyarlo si se trataba de ayudar a los demás, pero sus miradas decían algo que era difícil de notar si no era explicado con palabras.
 

Naim— a unos 300 kilómetros al oeste de aquí hay una orden, pídele a los guardias hablar con su capitán, llévate el baúl que está en la biblioteca y entregáselo.
 

Iris— ¡ten mucho cuidado!, sin importar lo que suceda, debes regresar a salvo.
 

Sara— ¡déjame ir también!
 

Nathan— si vas conmigo es posible que-
 

Sara— ¡tengo que hablar con ellos, soy la única que puede hacerlo!
 

Iris—...
 

Naim—...
 

Nathan— está bien, pase lo que pase, yo te protegeré. 

                                       Parte 3

Febrero 19 de 1476, 08:15 AM, luego de tomarse un dia para poder descansar y preparar sus pertenencias, Nathan y Sara parten hacia la orden recomendada por Naim.
El camino era un total desastre, en este último tiempo todo se había vuelto un caos, tenían que tomar varios desvíos y ocultarse por horas para evitar encontrarse con una de esas cosas. Pasaron tres días hasta que finalmente pudieran llegar sin ningún rasguño. 

Frente a ellos, una especie de Coliseo había sido construido. En la entrada había una bandera azul con un dibujo blanco de un lobo mostrando sus colmillos. 

— oigan, los alimentos se dan solo por la mañana, lo siento, pero llegan tarde. 

Actualmente era pasado el mediodía, quien les habló era uno de los guardias que debía atender a quienes intentaban ingresar y mantenerse atento en caso de un nuevo ataque. 

Nathan— no, no vinimos por eso, queremos hablar con su capitán.
 

— ¿voluntarios? Lo siento, pero no puede atenderlos personalmente ahora.
 

Sara— ¡es algo muy importante, por favor!
 

— ¡vuelvan en otro momento! Ya tenemos demasiados problemas como para lidiar con niños.
 

— ¿¡que es todo este escándalo!?
 

— ¡capitán!...estos chicos insisten en hablar con usted.
 

— mmm...ya veo, déjalos entrar, yo me encargo. 


Este capitán, era una mujer con el cabello muy corto de color rubio, ojos azules y una armadura del color gris como el acero, viéndola a simple vista nadie pensaría que tiene más de treinta y cinco años, esta mujer era conocida por los padres de Nathan...esta mujer es... 

Nathan— perdona por causar molestias, ¿usted es alice keira? 
 

Alice— no seas tan formal conmigo, así es, vienes como voluntario a los lobos de hielo, ¿cierto?, como indica nuestro nombre y emblema, los lobos son muy territoriales y su líder siempre cuidará de los suyos, el objetivo de nuestra orden es recuperar nuestro territorio y acabar con esas cosas.
 

Sara—...
 

Nathan—...quiero entrar para dar asistencia a los heridos y apoyar en lo que pueda, pero.. también hay algo más...por favor, no se asuste. 

Sara asiente con la cabeza, aún con miedo de lo que pueda suceder, pero no estaba sola, las palabras "yo te protegeré" resonaban en su cabeza, en su vestido en la parte de atrás tenía un cordón, al ser desatado, la espalda quedó descubierta.
Alice dio un salto hacia atrás y sin ver desde dónde, ella había sacado un par de cuchillos hechos para una pelea cuerpo a cuerpo. 

Sara se agachó y se cubrió con sus manos con temor. Nathan se puso en frente con los brazos extendidos. 
Se enfrentaría a un capitán, la desventaja era muy clara, pero si eso le daba al menos unos segundos para correr, no podría arrepentirse de nada. 

Alice no podía creer lo que había visto, si esto fuera escrito como un informe, seguro lo tomaría como una mala broma, pero no era el caso. Un humano protegiendo a un demonio y a su vez, un demonio capaz de hablar y razonar. 

Lentamente Nathan le acercó el baúl a la capitán, Alice con mucho cuidado lo abrió, dentro había algo que hizo que sus manos soltaran los cuchillos, dentro del baúl, había una lanza azul marino con la figura de una serpiente a lo largo...esta era...longinos.
 



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En el texto hay: demonios, reencuentros, aventura

Editado: 07.08.2021

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