Del otro lado del andén

VII

Mentiras

Día n° 7

us palabras aliento me dan, no puede describirte lo que en poco tiempo has logrado y esto incluye el hecho de que mi espíritu por completo haz conquistado, sin embargo, ellos insisten en que una mala influencia puedes ser, que mi alma puedes corromper, pero no te preocupes, no creo tal cosa. Y por ello es que al caer el último pétalo de una rosa de siete espinas esta tarde, y es algo que he ansiado, te permitiré tomar mi mano para que me lleves cuando quieras a cualquier parte, eso sí, siempre a tu lado.

En mi lado del andén te espero. Recuerda que la puntualidad es cualidad de caballeros.

A las siete de la tarde del día de ayer estaba pactado nuestro encuentro, leí tu mensaje por la mañana antes de entrar a la universidad y no podía esperar a que el reloj marcara la hora de nuestra cita. La ansiedad estaba acabando conmigo, tanto que había decidido llegar antes de lo acordado. 

Justamente y para mi buena fortuna, la profesora había suspendido el último bloque de clases.

Nada podía interponerse a que nuestros caminos al fin se dirigieran en la misma dirección, pero la suerte no siempre estuvo de mi lado y te fallé. Un imprevisto de último momento hizo que me retrasara, malditos trabajos grupales, maldita memoria que hizo me olvidara de ello.

Llegué muy tarde, demasiado.

Ni siquiera me permitieron entrar a la estación porque justamente ese día un loco de remate había saltado a las vías y había muerto de inmediato, al menos eso era lo que había escuchado de los testigos que ensimismados relataban los hechos a las autoridades.

Fastidiado y enojado conmigo mismo por faltar a nuestro encuentro, por haber pedido la primera posibilidad de pasar tiempo contigo, llegué a mi hogar tarde por tomar transportes públicos a los que no estaba acostumbrado.

Tumbado en mi cama y con la pantalla encendida me prometí disculparme cara a cara al día siguiente.

Mis planes se vieron aplastados al ver tu rostro en frente. 

No eras tú en persona, tampoco era mi imaginación.

Era tu foto en la televisión.

—«Sol era el nombre de la chica que esta tarde se lanzó sin reparos a las vías del tren sufriendo una muerte instantánea, sus padres están devastados, dicen que habían perdido todo rastro de su hija hace una semana. La chica padecía de esquizofrenia y había sido diagnosticada hace justamente una semana... »

No quise seguir oyendo, mi corazón no tenía oídos para escuchar mentiras.

Por la noche no pude dormir, nada. La culpa era en ese momento mi nueva amiga.




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