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Era tarde para salvar la situación, ella lo sabía, pero él se empeñaba en arreglar aquello que él mismo habia destruido.

Hizo de todo por estar junto a ella...

Le ofreció aquello que por tanto tiempo ella le rogó: matrimonio.

Le ofreció demostrarle que aún la amaba.

Le ofreció bajarle las estrellas si ella así lo quería, pero ella ahora ya no amaba las estrellas...

Ella las aborrecia.

Ella ya no quería más estar cerca de él.

Y él se esforzaba por estar aunque sea un momento a su lado.

Separación, aquello retumbo en mi cabeza durante las largas noches de insomnio y llanto.

No sabía que esperar; al parecer la vida que mamá me ofrecía -lejos de papá- era el paraíso.

Dijo que nos doleria, que quizás nos afectase y nos pusiese triste.

Nos dijo de mil maneras posibles que aquello no significaba que nos dejaban de amar.

Nos dijo que éramos lo más preciado que tenía.

Nos mintió.

No nos dijo que papá nos olvidaría.

No nos dijo que ella nos dejaría de lado.
Tan solo nos pinto un mundo de colores, cuando el mío solo conocía las escalas de grises.