Delirios [ Taehyung-Bts ]

Cincuenta y uno.

Cerré la puerta a mi espalda y suspiré, colgando mi chaqueta en el perchero a mi izquierda. La casa en la que vivían mis padres —y en la que ahora también habitaba yo— era muy distinta de la vieja casona a la que me habían relegado cuando salí del hospital. Me daba cuenta ahora que había regresado a la vivienda que me acogió por algunos meses ya que necesitaba recoger algunas cosas que se me habían quedado. 

Yoongi ya debía de estar con Jimin. El día anterior, después de la mañana, lo único que pudo hacer fue dormir toda la tarde y por la noche conversamos por horas. 

Pero ya era momento de ocuparme de los asuntos que tenía abandonados. Entre esos estaba Jin, de modo que pretendía llamarlo una vez que terminara con lo que me convocaba a ese lugar. Y por supuesto mis estudios, que tenía bastante abandonados, a decir verdad.

Estaba sumamente oscuro, porque las cortinas estaban corridas y los muebles habían vuelto a ser cubiertos por sábanas, lo que hacía que el lugar fuera un tanto aterrador, de modo que crucé lo más rápidamente posible el recibidor y la sala de estar, para luego trepar rápidamente las escaleras que se encontraban al fondo, frente al arco que conducía a la cocina. 

Estaba reuniendo las escasas pertenencias restantes que estaban desperdigadas en la que había sido mi habitación cuando escuché unos golpes secos en la puerta. Recordé que había dejado la cancela abierta con el fin de no tener que abrirla nuevamente al salir, ya que lo que tenía que hacer era un asunto rápido. Lo que significaba que ese alguien que estaba tocando había sido lo suficientemente impertinente como para atravesar el jardín (o bueno, la tierra llena de malezas que antecedía la casa). Los golpes se repitieron más fuertes, sobresaltándome, de modo que bajé lentamente la escalera prestando oído a cualquier cosa sospechosa. Cuando llegué al piso inferior miré por la ventana junto a la puerta y mi sorpresa fue mayúscula: Frente a la puerta no estaba nada más ni nada menos que Jane. Al ver sus hermosas facciones la cólera surgió en mí y circuló por todo mi sistema, haciéndome abrir la puerta con brusquedad y espetarle un seco "qué haces aquí".

—Daphne... —La mirada clara de Jane me observó con... ¿compasión? ¿o arrepentimiento? era difícil saberlo y no quería precipitarme.
—Te pregunté que qué haces aquí.      
—He venido esta semana a verte todos los días, pero no parecías estar... Sin embargo, lo que tenía que decirte era demasiado importante como para rendirme. Temía haber llegado demasiado tarde, per-  
—¿Qué es? —Mi rostro debía ser el de una hiena en ese momento.
—¿No me dejarás pasar? Necesito un vaso de agua...
—Jane, me perdonarás, pero nuestra relación quedó totalmente destruida, no sé si lo recuerdas. Lo mejor es que te largues.  
—Entiendo tu actitud. me porté como una perra contigo, Daphne. Realmente... no sabía lo que estaba pasando en mí, pero... Daphne, escúchame. Por favor perdóname. Quiero que sepas que vengo con toda la sinceridad del mundo para pedirte perdón y para advertirte que te alejes de Jiwoo. Él-    
—¿A eso vienes? ¿A asegurarte de que me aleje de quien amas con esa cara de mosquita muerta tuya? ¿No te aburres de representar el mismo papel de hipócrita? —Jane pareció genuinamente dolida.        
—Daphne, estoy hablando en serio. Yo ya no sigo viéndolo, y no, no es que quiera alejarte de él por alguna estupidez como "si no es mío no es de nadie". Es porque él es peligroso. Yo... descubrí su secreto. —En ese momento sentí como si mi corazón drenara toda la sangre que había en mis extremidades y un vahído me recorrió, haciéndome perder el equilibrio.
—¿Qué sabes de su secreto? —Pregunté llena de ira.         
—Tú... ¿lo sabías? —La expresión de horror y automática desconfianza de Jane me confundieron.
—¡Dime qué es lo que sabes! —Jane pareció resolver que yo no sabía de lo que hablaba a juzgar por mi expresión.        
—Él es un asesino, Daphne. Él es el asesino detrás de los casos reportados de las chicas que han aparecido muertas. 

La miré sin poder creerlo, sin querer creerlo. 
—No sabes de lo que hablas ¡No sabes de lo que hablas! ¡Eres una mentirosa! ¡Una maldita zorra mentirosa! ¡Lárgate de mi casa! 
—¡Daphne! ¡Escúchame! ¡Te estoy diciendo la verdad! ¡Él es un asesino! Lo supe y estuve a punto de morir a sus manos cuando lo descubrí, pero alcancé a huir y ahora me he estado escondiendo... me quise arriesgar a salir para decírtelo, porque sé que estás enamorada de él... no quería que te pasara nada, por favor ¡créeme!
—¿Qué pruebas tienes?  
—Nos volvimos a ver hace tres días... Estábamos en un bar, pero él evitó mirarme. Supuse que era porque estaba con otra chica —Al oír esas palabras mi corazón dolió—. No le presté mucha atención, yo estaba con mi grupo de amigos, pero al cabo de un par de horas vi casualmente cómo salían por la puerta trasera del bar. Supuse que se estaban marchando. Me había asaltado la curiosidad de saber qué había sido de ti, así que decidí seguirlos y preguntarle. Cuando atravesé el bar tuve un mal presentimiento, pero lo dejé pasar. Ojalá no lo hubiera hecho, porque cuando salí... dios, Daphne, todavía no puedo quitarme esa imagen de la cabeza. Estaba todo muy oscuro, por lo que no podía distinguir bien lo que ocurría, pero estoy segura de que, al fondo del callejón, estaba Jiwoo junto al cuerpo de esa chica, comiéndosela viva. 

—De qué mierda estás hablando... ¡Cómo se te puede ocurrir siquiera que él hiciera una cosa semejante! ¡Estás loca!   
—Lo vi con mis propios ojos, Daphne. Cuando notó que lo estaba mirando se puso de pie y comenzó a caminar hacia mí, pero fui más rápida y volví corriendo al bar. Esa misma noche puse la denuncia en la policía y, efectivamente, encontraron a la muchacha en el callejón, pero ya estaba sin vida. De Jiwoo no hallaron ni rastro. Les dije lo que sabía de él, pero no quise mencionar tu nombre para que no te molestaran. A juzgar por cuánto lo amabas, supuse que eras una víctima más de sus mentiras, porque ni siquiera se llama Jiwoo, en la policía me dijeron que no había nadie con sus características registrado bajo ese nombre.
—¿Y cómo puedes estar tan segura de que ese hombre que viste era él?
—No puedo estar tan segura, fue a la distancia. Pero sí sé que era él quien salió del bar con esa chica y no pudo ir demasiado lejos si es que la hubiera dejado allí sola. Además, su silueta desde lejos era idéntica. Vamos, Daphne, lo conocemos, sabemos cómo luce... 
—¿Le viste el rostro? —Jane negó con la cabeza.     
—Pero Daphne, atiende a razones ¡Incluso su identidad era falsa!
—Las personas son inocentes hasta que se pruebe lo contrario. Y no tengo por qué creerte, de todas maneras. Ya me has mentido una vez y ni siquiera fuiste lo suficientemente humilde como para admitir tu error.      
—No sabes cuánto lo siento... Si no hubiera hecho eso, no estarías en peligro ahora creyéndole a un homicida. Sólo espero que no te pase nada, Daphne... pero por favor, piénsalo. Yo vine y me arriesgué para decírtelo. Ahora mismo estoy tramitando mi regreso a Europa. No pienso estar un día más en este país considerando que hay un asesino que probablemente esté buscándome ya que soy la única testigo que lo inculpa. 



#6353 en Fanfic
#35518 en Novela romántica

En el texto hay: vampiros, amor drama, bts taehyung

Editado: 20.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.