Me detuve en seco y tragué saliva. ¿Debía decírselo?
Jimin me miraba, esperando una aclaración.
Lo único que me detenía a contarle la verdad detrás de todo aquello, era la advertencia de Taehyung: "si le dices a Jimin quien fui, me veré obligado a desaparecer de tu vida". No estaba segura de que ésas fueran las palabras exactas que pronunció, pero el sentido de ellas se quedó grabado a fuego en mi memoria. ¿Y qué importaba, ya? Si él se había ido... No podía ubicarlo, y no parecía querer que lo hiciera tampoco. Siendo así ¿Qué importaba que se lo dijera o no?
Por otro lado ¿Qué me impulsaba a revelar el secreto? Taehyung había desaparecido, y la clave de todo lo que ocurría estaba en su pasado. ¿Quién mejor para darme una pista que Jimin? ¿Y no merecía acaso él saberlo, como siempre creí?
—Mira, Jimin. Hay algo que debes saber.
—¿Qué cosa? —Jimin me observaba muy serio— Dime, Daphne, me estás asustando. —Sonreí, pero sentí que mi sonrisa era como la mueca que haría un rostro de cera al ser expuesto al sol.
—¿Me puedes dar tu teléfono? —Jimin me lo extendió, con los labios entreabiertos y el ceño fruncido— Pero desbloquéalo —Le dije en cuanto noté que no podía acceder a la pantalla de inicio.
En cuanto lo tuve en mis manos, me fijé una vez más en el fondo de pantalla. Ahí estaba. Un sonriente Taehyung con el cabello castaño y liso y con la expresión de más genuina inocencia en su mirada.
—¿Por qué te quedas mirando a Taehyung? —Me preguntó Jimin con recelo— Dime ¿Acaso sabes algo de su muerte?
—Nada en absoluto. Y ése es el problema.
—¿Qué? ¿De qué hablas, Daphne? Por favor sé más clara. No entiendo qué tiene que ver Taehyung en todo esto y la verdad es que... —Jimin cerró los ojos y se detuvo, apretando los labios.
—¿Qué?
—Nada, olvídalo, yo sólo... por favor, dímelo. —Respiré hondo, para armarme de valor.
—Antes que nada, te quiero pedir que me escuches atentamente, sin que tus emociones intervengan en mi narración de los hechos. Necesito que me prometas que me escucharás hasta el final.
—Bien, te lo prometo.
—Yo conocí a... a Haneul cuando salí del hospital. Él en ese tiempo no me había dicho su nombre, y se resistió a hacerlo por un largo tiempo. Creo que no quiso decirme su nombre legal porque de alguna manera no quería mentirme, y por eso me pedía que lo llamara de una forma muy personal... me pedía que le dijera Vante. —Jimin en ese momento abrió los ojos en una explosión de incredulidad y recelo.
—¿Vante? ¿¡Vante!? ¿Qué quieres decir? Ése era el nombre artístico de Tae...
—En un comienzo yo no lo sabía, pero-
—No te atrevas a insinuarlo, Daphne- —Sus manos temblaban.
—¿El qué?
—Que Haneul mató a Taehyung, porque si es así te prometo que voy ahora mismo a romperle el cuello-
—No, Jimin...
—Ahora que lo pienso ¿Cómo sabes tú que ese nombre estaba relacionado con Taehyung? Yo nunca te lo mencioné. Muy pocos lo sabían, por lo demás. Daphne ¿Qué es lo que estás ocultando?
—¡Jimin! Te dije que me dejaras terminar —Él moderó su impaciencia, pero su expresión mostraba lo nervioso que estaba.
—Está bien... —Se pasó ambas manos por la cara y luego volvió a mirarme.
—Debo decirte que yo quería contarte lo que sé y que te voy a decir ahora, pero prometí no hacerlo creyendo que era lo mejor para ti, para mí y para... para Taehyung. —Los ojos de Jimin se abrieron desmesuradamente— Sí, Jimin, Taehyung está vivo. Haneul es Taehyung.