— ¡Alto! —Gritó una chica que entró de imprevisto al cuarto— Liam no.
El pelinegro respiraba furioso, pero poco a poco fue suavizando su puño.
—Descuida Lexi, él no vale la pena —bajó su puño y soltó con fuerzas al rubio.
Liam se salió del cuarto sin dar explicación a la castaña y se fue del refugio.
— ¿Qué demonios fue eso? —reclamó la chica extendiendo sus brazos.
El rubio la quedó viendo mientras acomodaba su camisa que Liam le dejó arrugada.
Lexi fue en busca de Mason que estaba en la cocina preparándose un sándwich y llevó a Jace sin ganas con ella.
—Tenemos un problema —dijo ella sorprendiendo al lobo.
—Es mi problema no el suyo —protestó Jace molesto.
—Lo es cuando uno de los nuestros está por golpear a otro de los nuestros.
— ¿Qué? —soltó su sándwich— Sé más específica Lexi.
—Liam y Jace estaban por golpearse —se cruzó de brazos.
—En mi defensa… él iba a golpearme.
— ¡Pero tú le diste la idea! —Se giró hacia Jace— ¡Y no me digas! — Se quejó enfadada— Iban a golpearse por esa chica ¿o me equivoco?
— ¡Podrías callarte! —Alzó la voz molesto— Tú no sabes nada sobre esto.
—No necesito saber mucho, para ver lo estúpido que es esto —alzó también la voz ella—, no conozco a esa chica, pero no me agrada nada si por ella se golpean dos amigos.
—Lexi está bien… —trató Mason de calmarla.
—No lo está ¿Por qué no dices algo? —Protestó indignada— Te enamoraste de su novia ¡Bien! ¿Creíste que si dejabas que te golpeara aminorarías tus culpas?
Jace desvió su mirada con enfado.
—Eres un chico al igual que Liam y ella una chica de la que ambos se enamoraron —afirmó seria—Es parte del drama adolescente ¡Supéralo! —dijo por último y se fue.
Mason colocó su sándwich en el plato y se lo extendió a su primo que seguía molesto.
—Ahora ¿Me dirás que ocurrió? Y esta vez no digas que nada.
Jace respiró hondo y se dio de topes contra el refrigerador.
— ¿No podían haber hecho esto después de la misión? Tenían que arruinarlo antes —le dijo decepcionado—, Liam aún tiene 17, sigue siendo un adolescente, pero tú tienes 20…dices ser alguien maduro y responsable, pero en ocasiones actúas muy estúpido justo como ahora.
—Mason…
— ¿Qué diablos fue eso de decirle que te golpeara? ¿En verdad creíste que eso arreglaría todo?
—Tienes razón, lo siento…fui un grandísimo imbécil —aceptó avergonzado—, no volverá a pasar.
—John odia que nos peleemos entre nosotros…si se entera tendrás problemas —tomó su sándwich—, supongo que no lo comerás así que…—le dio una mordida y se fue.
Más tarde, cuando algunos ya estaban en sus cuartos y otros pasando el tiempo jugando videojuegos en la sala, Jace estaba en su cuarto apurado guardando sus cosas en una maleta de viaje pequeña.
Cuando terminó se fue por el pasillo deprisa para que nadie lo viera y llegó a la cocina para tomar las llaves de su auto que se quedaban colgadas en la pared, no prendió el foco para que nadie lo viera y debido a su vista de licántropo que le permitía ver a oscuras no le era necesario.
— ¿Irás a verla? —Comentó Mason que estaba parado a un lado de la estufa— A ella…
Jace reconoció la voz, pero no le dijo nada mientras guardaba sus llaves en el bolsillo de su pantalón y se ponía su chaqueta negra de cuero.
—La forma en que sientes tus sentimientos puede ser peligrosa —añadió Mason sin moverse de lugar.
— ¿Peligrosa para mi o para Liam? —contestó mientras subía la manija de su maleta para irse.
—Ambos —aseguró serio.
El rubio se mantuvo serio al oír a su primo, pero no le respondió, solo puso una expresión insegura sin que este lo viera y siguió adelante para irse del refugio.
Al día siguiente, los lobos habían ido con los VK para ir a Orkus.
— ¿Dónde está Jace? —Cuestionó Alec al no verlo con el resto de lobos.
—No vendrá… —respondió Mason nervioso— Él se fue y no sé hasta cuando vuelva.
A todos tomó por sorpresa y empezaron a murmurar entre ellos. Miranda jaló del brazo a Mason para hablar con él a solas.
—Dijiste que no se arruinaría el plan, pero ahora tu primo se ha ido y ni siquiera sabes cuando volverá si es que lo hará —murmuró molesta.
—Se lo que dije y lo mantengo, solo habrá que ajustar unos detalles del plan…
— ¿Es una broma? —se cruzó de brazos— Tardamos días en idear cada detalle con precisión para que nada fallara ¿y ahora quieres que lo cambiemos?
—Miranda confía en mi…por favor —la miró apenado—, si algo sale mal podrás clavarme las flechas y balas que quieras, pero confía en mí.
—Yo no confío en lobos —afirmó con una expresión abatida.
—También soy parte humana —intentó hacerlo sonar como una broma—, por favor ¿Confiarías en mí, aunque sea esta vez?
Una mirada esperanzada se reflejaba en los ojos azules del lobo que veían a la rubia que pretendía una actitud dura y rígida pero que en el fondo deseaba creer en el chico y que sus convicciones inculcadas por su familia cazadora se lo impedían.
—Oigan no necesitamos a Jace —interrumpió en voz alta Liam el murmureo de todos—, podemos hacer esto…sabemos cómo hacerlo, confiemos en nosotros ¿sí?
Mason y Miranda dejaron inconclusa su conversación por prestarle atención a Liam.
—Vamos chicos —intentaba animarlos Liam—, solo es un psiquiátrico…
—Liam tiene razón —intervino John—, seguimos siendo más, un miembro menos no puede afectar tanto al plan ¿O si Barton? —lo miró con una sonrisita.
—Estoy de acuerdo contigo —apoyó el líder de los cazadores con rigidez—, con o sin ese chico el plan sigue en marcha, ahora alístense todos que nos iremos en 10 minutos.
Liam se adelantó para esperarlos en la camioneta, pero Miranda lo detuvo parándose frente a él antes de que saliera de la sala de reuniones.
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Editado: 06.04.2022