Agosto 2024.
— ¿En qué piensas ahora? —Interrumpió Marcel a Kalisman en su carro— Te deshiciste de la bruja, no veo porque esa actitud.
—Greta se fue con la orden de que dejemos sola a Melissa porque creemos que perderá la fusión…¿Qué pasa si gana?
—Carajo, nunca logro entenderte —protestó y arrancó el auto.
Melissa conoció finalmente a Greta a dos días de regresar de sus vacaciones.
— ¿Qué carajos es esto? Este no era el plan Kalisman —protestó por lo alto y con enojo volteando a verlo.
—Escucha niña —interrumpió Greta el berrinche de Melissa—, el señor Arkain ya no quiere que seas parte de su clan ¿quedó claro? Supéralo.
Marcel desvió su vista al oír esas palabras tan conocidas que hacía tan poco había oído hacia él de la misma mujer.
—Arkain siempre gana, el clan siempre gana ¿sabes por qué? —Se levantó de la silla del comedor— Porque solo apostamos por el equipo ganador —extendió sus brazos y la miró con desapruebo.
— ¿Creen que no ganaré la fusión? Ja —se rio sarcástica—. Soy yo quien es más fuerte.
—Que estúpida eres, ella puede ser igual de fuerte que tú —se sonrió jocosa.
—No lo creo.
—Tú misma te harás caer, y nosotros no vamos a arriesgarnos a perder por tu culpa —habló con desprecio—, podrás ser muy fuerte y ella no, pero la diferencia es que ella si tiene por quien serlo.
Las palabras duras de la mujer cortaron la actitud altanera de la pelirroja.
—Es curioso, tú viviste la que debió ser su vida y aun así no tienes nada —enfatizó cada palabra—, cuando ella no tenía nada y ahora lo tiene todo…cuando ella esté de pie y tú hayas caído, recordarás mis palabras, niña tonta.
Melissa apretó sus puños con tanta fuerza que incluso se marcaba la vena que tenía en estas. Greta caminó hacia ella, se paró a su lado y la vio con desdén para luego irse sin decir más.
—Ya oíste, largo bruja —ordenó Kalisman desde su asiento.
—Vas a pagar por esto —amenazó apretando sus dientes y viéndolo con furia.
Melissa se levantó de su silla y se fue a pasos rápidos, al salir solo se escuchó el azote de la puerta principal.
— ¿Estás seguro que es necesario irnos? —Volvió a interrumpir los pensamientos del rubio— Podemos quedarnos ¿sabes?
—Ya dije que no —contestó de mal humor—, no quiero que los lobos crean que somos parte de esto, sino estarán esperando nuestra jugada al final de la fusión.
—Bien, ¿entonces a dónde vamos?
—No lo sé, solo conduce… —suspiró mirando hacia afuera de la ventana.
— ¿Y qué hay de Elijah? —Marcel pudo oír como Kalisman apretaba sus dientes— ¿Lo dejaremos así?
—Él se puso la estaca al pecho en cuanto se unió a esos perros, será cuestión de tiempo para que lo matemos junto al resto.
Al siguiente día los chicos iniciaban un nuevo año en su escuela, algunos solo uno más de los que llevaban, otros el primero y para unos más, el último.
Liam estaba en la primera hora de clases, prestando atención a lo que el profesor de historia explicaba con devoción.
—Señorita…Thompson —finalizó luego de buscar el nombre—, llegó sumamente tarde.
—Si…disculpe señor Howland —imitó una disculpa falsa.
—Solo tome asiento y pida los apuntes al terminar, mientras copie lo de la pizarra.
La pelirroja asintió y caminó entre una de las filas luego de haber ubicado un lugar vacío, junto a Liam. Ambos pusieron mala cara luego de que ella se acercó al asiento.
La clase terminó y Liam guardó sus cosas para irse a la siguiente cuando ella lo detuvo.
— ¿Por qué tan rápido? No me digas que huyes de mi —hizo una pequeña broma que ganó una mirada irritada del chico—. Bueno ya ¿podemos llevar la fiesta en paz?
— ¿En serio? No me salgas con esto Melissa —respondió ofendido en voz baja.
—Oye mi problema no es contigo, yo no soy tu enemiga…Kalisman ya se fue ¿o no sabías?
— ¿Y porque debería creer en ti?
—Ese idiota me botó así que quiero que pague por eso —se cruzó de brazos—, podemos ser aliados ¿Qué piensas?
—No soy aliado de personas que quieren matar a mis amigos —tomó sus cosas y se alejó. Melissa lo tomó del brazo.
— ¡Por favor! ¿te refieres a mi hermana? Liam la conoces hace a unos meses, a mi hace años —alegó indignada—. Y por supuesto que haces alianzas, sino ve a los cazadores ¿si recuerdas quienes son su presa?
—Si, y también recuerdo que por tu culpa su líder está muerto luego de que matarás a mi hermano —se quitó de mala forma la mano de ella de su brazo.
—Él mató a tu hermano, no yo.
—Porque tú lo obligaste —dijo señalándola en su cara—, así que no estamos del mismo lado, vas a pagar por eso así tenga que hacerlo por mi cuenta.
La advertencia de Liam fue clara, el principal enemigo en esos momentos era Melissa Thompson no Kalisman, no Arkain.
Liam pasó a su casillero para sacar sus libros para la siguiente clase cuando alguien por atrás lo sorprendió.
—Lydia me diste un susto —le dijo agitado.
—Oh vamos, eres un lobo —susurró dándole un golpecito—, debiste oírme venir ¿no?
—Técnicamente sí, pero estaba distraído…así no funciona —dijo con gracia.
—Ya veo… ¿Y porque estabas distraído? —Se recargó sobre su hombro en el casillero— ¿Tiene que ver con cierta pelirroja? —dijo picara.
—Agh ni me recuerdes, acabo de tener una…¿discusión? —sacudió su cabeza— Con Melissa, cree que podemos ser aliados.
— ¿Hablas de Melissa? ¿Melissa la que nos engañó? —Frunció su ceño confundida— Yo hablaba de la otra ¡Agh! Esto es tan confuso.
Liam soltó una risita y cerró su casillero.
—Te acostumbrarás.
Empezaron a caminar rumbo a las escaleras para subir a la planta alta donde se ubicaba el salón de su siguiente clase.
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Editado: 06.04.2022