En un apartado paraje se encontraba reunido un grupo de ángeles, y mientras Jeremiel como de costumbre, intentaba convencer a Mikhalyáh de que equivocaban el objetivo, Israfil, el ángel sanador, se afanaba con las heridas de sus compañeros.
Israfil se alejó caminando hacia el grupo que los acompañaba mientras Yibril miraba a Mikhalyáh.
Mikhalyáh lo miró con ira y a continuación desapareció dejando la habitual estela de luz azul.
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Entre tanto, las cosas se habían complicado mucho para los Shekhiná, porque aparte de los enfrentamientos usuales con los Olam, había un grupo de mercenarios muy decidido a encontrar a Lil, y si bien éstos últimos no estaban atacando mortales como los otros, se habían dedicado a perseguir a los descendientes de los Shekhiná.
Los mercenarios se mantenían fieles a la única premisa que les diese el inadvertido fundador de su oficio, es decir, trabajaban bajo las órdenes de quien pagase mejor, pero eso no los hacía sus seguidores, y al igual que lo hacía Kellen, trabajaban solos. Esta última característica podía dar como resultado, que un mismo objetivo tuviese a varios mercenarios persiguiéndolo, bien fuese porque fuera alguien cuya cabeza tuviese un precio, aunque nadie hubiese contratado a un mercenario en particular y cualquiera que lo atrapase podía recibir la recompensa; y el otro motivo que podía generar la circunstancia, era que hubiese más de un sujeto interesado en la captura de un mismo objetivo, y cada uno contratase un mercenario en particular.
Como en toda actividad, el costo de ésta depende de la calidad del servicio, de manera que todo el mundo sabía, por ejemplo, que si se quería precisión y rapidez para encontrar aquello o aquel a quien se buscara, el indicado era Kellen, pero también había que estar dispuesto a pagar muchísimo por el trabajo. El que lo seguía era otro caído, Varjan, cuyo verdadero nombre era Zaviel. El tercer lugar se lo disputaban Andras y otro caído de nombre Arbiel, aunque era conocido como Aker.
Varjan y Aker al igual que Kellen, habían prescindido de sus nombres angélicos al caer, y de eso hacía tanto tiempo que pocos o ningún descendiente conocía los reales. Los siguientes en la lista eran Nahariel y Adziriel, dos descendientes. Estos seis individuos eran la élite de los mercenarios, y para contratar sus servicios solo hacían falta dos cosas, mucho odio o mucho de cualquier otro interés en alguien, y estar dispuesto a pagar indecorosas cantidades de dinero.
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Editado: 24.07.2021