Castigo

Kellen no solo lucía enfermo, sino que en verdad lo estaba, y en aquel momento aparte de lo anterior, también estaba cuestionándose muchas cosas. Entre tanto y si bien Leah e incluso Noah, estaban sintiendo pena por Kellen, Virgil seguía mirándolo con suprema ira y sin poder creer que precisamente él, se hubiese dejado engañar tan fácilmente.

Sin embargo, las cosas no eran del todo así, porque Kellen no había creído en Samael y en su discurso, mismo que ofrecía mucha más libertad que la que habían tenido hasta ahora; era verdad que aunque él conocía la profecía, nunca se había interesado en ella, y al principio no sabía que se trataba de Lil, lo que le había traído problemas, pues Samael creía que él se había enamorado de ella, pero cuando Samael notó eso y lo había removido de su puesto como vigilante de su hija, él había enfurecido y se había metido en un lío de la clase que lo había conducido directo a Bayal por órdenes de Virgil, y cuando salió, fue Samael quien lo envió de nuevo.

No obstante, luego Samael fue a verlo y después de explicarle la misión de Lil y lo importante que era para todos que cumpliese con ella, él mismo le dio su palabra de protegerla, asegurándole además, que no tenía por ella el sentimiento que Samael suponía, de manera que Samael prometió sacarlo de allí y había cumplido, así como lo había estado haciendo él protegiendo a Lil tanto como le había sido posible, aunque no con la intención de entregársela a Samael, sino con el de tener la oportunidad de mantenerla convenientemente lejos para el momento en cuestión, aunque naturalmente, eso no lo sabía nadie, y era por ello que él mismo no se había interesado en los detalles de la hipotética boda. Sin embargo, también se estaba cuestionando cuánto tiempo más podría sostener aquello ante Virgil, porque él podía mentirle literalmente a cualquiera, pero no a Virgil, y más importante aún, si podría conseguir la protección que solo Virgil podría darle a Lil.

Lo primero que había notado Kellen cuando Samael lo había restituido en su cargo, fue la inconveniente cercanía de Andras, pero, aunque los vigilantes de Lil habían dicho que ella no le prestaba atención, por algún motivo eso había variado y él había tenido que intervenir. Sin embargo, el necio aquel había insistido, de manera que él se lo había informado a Samael y éste lo había hecho llevar a su presencia, pero eso sucedió justo el día que Lil había sido secuestrada por Virgil, de manera que Kellen no se había molestado en averiguar qué había sucedido con Andras, pues había estado sintiéndose miserable pensando que Virgil los había descubierto y mataría a Lil. Aquellas habían sido las peores horas de toda su existencia, y aunque intentó seguirlos, sabía que era inútil, pues en ningún caso él podría llevársela sin la autorización de Virgil. Sin embargo, repentinamente Lil había regresado sana y salva, razón por la cual él había decidido guardar silencio con respecto a lo sucedido, y aunque no había entendido cómo era posible que Virgil no hubiese notado lo obvio, ahora sabía la razón. No obstante, ya nada importaba, ya nada tenía sentido, porque lo que acababa de leer en aquel libro era muy diferente a lo que Samael le había dicho y que él no se había molestado en verificar por lo aclarado anteriormente; y ahora estaba seguro que Lil iba a morir de cualquier manera y él tendría que vivir con aquel dolor el resto de su existencia.

Todo este repaso había sido hecho de manera veloz, y cuando levantó la cabeza, los tres estaban mirándolo, pero él se concentró en Leah.

• Tú puedes destruir mi cerebro  --  le dijo  --  hazlo
• No serviría de nada Kellen, eres un ángel y más temprano que tarde se regenerará, así que el dolor habrá sido inútil

Kellen se tapó la cara con las manos mientras pensaba que ningún dolor sería peor que el que estaba sintiendo y con el que tendría que vivir a partir de ese día.

Noah había seguido a medias el curso de los pensamientos de Kellen, porque aquel era de la clase con la que nadie la tendría fácil excepto Virgil y otros cinco individuos, así que solo le dio una interpretación a lo que había visto y se preguntaba cómo era que amando de aquella manera a la chica, había estado dispuesto a entregarla a otro, independientemente de los posibles motivos para ello, pero recordó, primero, quién le había metido aquellas ideas en la cabeza y eso lo explicaba todo, porque Samael era muy hábil en aquellas lides, y segundo, que era posible que quien estuviese equivocado fuese él al pensar como lo estaba haciendo, pues recordó cuál era la esencia de Kellen, pero independientemente de si estaba equivocado o no, Kellen iba a sufrir lo mismo y no había modo de evitar eso, porque aquella chica iba a morir de un modo u otro.

Virgil que no parecía en lo más mínimo interesado en lo que estaba pensando Kellen, pues tenía problemas propios mucho más serios y había dejado de mirarlo a él para mirar a Lil.

Las primeras luces del alba comenzaban asomar en el horizonte, y por primera vez en varios cientos de años, Virgil no dejó lo que estaba haciendo para ver el amanecer.

• Virgil  --  dijo Noah interrumpiendo su nueva contemplación  --  No hay nada que puedas hacer para evitarlo, así que hazlo de una vez

No obstante, él seguía mirando a Lil y repentinamente se puso de pie y miró a Kellen.

• Tuviste tiempo suficiente para ir a verificar en los otros libros y no lo hiciste, así que…
• ¿De qué serviría saber quién miente y quién dice la verdad si eso no me servirá para salvarla?  --  lo interrumpió, pero después de una breve pausa, y adoptando un tono diferente, agregó  --  Solo quisiera pedir una última cosa  -- y como Virgil no dijo nada, él continuó  --  Envíame a Bayal ahora, no quiero ver…  --  pero su voz se apagó
• Eres un cobarde, Kellen, pero estás muy equivocado si piensas que voy a ahorrarte el más mínimo sufrimiento, porque no solo tendrás que verla morir, sino que tú mismo vas a decirle la razón por la que va a hacerlo
• ¡Virgil!  --  exclamó Leah mientras Kellen componía expresión de horror