Capítulo 2

Salí de mi habitación en busca de  algo frío para tomar no encontré un refresco pero sí helado, en el mismo instante en que me incliné a tomar el envase de helado entró mi madre. Rodée mi cabeza a mirarla ella lucía muy contenta, luciendo una sonrisa de oreja a oreja.

—Mamá estás muy contenta —comenté —. ¿Se podría saber cuál es el motivo?

—Claro mi amor —respondió acariciándome el pelo —. Vas a tener un hermano y es varón.

Me emocioné pero de repente cambié mi aspecto.

—Mamá pero... —pausé —. ¿No sería arriesgado a tu edad?

—Sí, pero no soy una vieja soy una mujer madura de 40 años —se defendió —. Estoy fuerte todavía, no padezco de ningún tipo de enfermedades, así que no te preocupes. Además tu padre quería un tercer hijo y se le dio.

—Bien ojalá todo salga bien —pronuncié.

Busqué una cuchara para comerme el helado del envase, mi madre prosiguió a recolectar los alimentos para la comida del día.

—Está noche te toca a ti preparar la cena —me recordó.

Asentí.

—Lo sé mamá, lo sé —contesté.

—Por cierto —pausó, giré mi cara a verla —. ¿Dónde está Coreen?

—No lo sé, la llamé y se marchó. Al parecer andaba muy apurada —le respondí moviendo la cuchara en el envase en forma circular.

—¿Ah? —alzó una ceja —. Salió sin decirme nada, ella sabe muy bien que mientras sea menor de edad no podrá salir cada vez que le plazca sin mi permiso.

—Ay mamá sabes como es ella, además son 17 años que tiene no es para tanto —aclaré.

Rodée los ojos, mi mamá con respecto a Coreen es muy sobre protectora, pero sí le daba la razón en que debería de avisar cuando ella saliera a cualquier lugar. Pero Coreen era rebelde, terminaba haciendo lo que ella quería y ya yo estaba cansada de eso.