Capítulo 28

Al medio día...

Era hora del almuerzo mi compañera de equipo era una chica muy simpática y amable. Nos sentamos a comer y me estuvo platicando sobre algunas normas y cosas de la empresa.

—¿No haz escuchado algo sobre cosas raras que suceden aquí? —preguntó Carmen mi compañera.

—No, no he tenido comunicación con mucha gente, sólo con la secretaria, el encargado de recursos humanos, la supervisora, y tú —le respondí.

—No sé si crees en situaciones paranormales pero se ha vivido varios eventos no muy comunes —confesó.

—No me digas una cosa así, yo soy cobarde, justamente vengo huyendo de una persecución —aclaré.

—¿En serio? ¡Cuéntame! —exclamó.

Carmen me caía bien hasta el momento, era muy extrovertida, es de las personas directas, claras, que dicen las cosas como son. 

—Pues una bruja me quiere matar, estuve de romance con una de sus novio y su otro ex se enamoró de mí, es una historia larga de contar —le expliqué —. Te lo contaré detalle más adelante, además se nos está acabando el tiempo.

Alzó una ceja.

—¡Bruja! Ay chica cuídate, entonces es es por eso que viniste a vivir aquí —supuso.

—Sí, pues me amenazó que me iba a torturar todo el tiempo, hasta se atrevió a lanzarme y caí al vacío en mi antiguo trabajo —confesé.

Tomó su móvil para ver la hora.

—Me hace falta mi gente —me entristecí.

Paso sus manos y tocó las mías.

—Yo estaré contigo, cuenta conmigo siempre y cuando quieras —me dijo Carmen aún con sus manos sobre las mías.

—Gracias, te tomaré en cuanta ahora y siempre —le agradecí.

Sonreímos juntas. 

Ya había llegado la hora de tomar puesto a retornar a trabajar, caminamos juntas hablando de cualquier cosa que se nos ocurría. Llegamos a nuestro puesto y vimos un montón de papeles, creí que me iba a desmayar. 

Nos miramos una a la otra.

—Tenemos mucho trabajo hoy —argumenté.

—Son verdaderamente abusadores, mis colocan el trabajo que debieran asignar a 5 personas, está gente son inconciente —protestó Carmen.

Caminé a mi puesto.

—No vale la pena lamentarse, vamos a ponernos en marcha, antes de que nos regañen ——pronuncié.