Capítulo 33

La tarde del siguiente día...

Tomé la laptop para conversar con mi gente, Helen no me quitaba la mirada de encima. Abrí facebook y contesté mensaje por mensaje todos me hicieron la misma pregunta, le contesté lo mismo. Con Lester tuve una conversación en particular le dije que me llame por videollamada para poder entendernos mejor. Helen se movió colocándose muy cerca de mí.

—Denis dime la verdad qué sucede contigo —cuestionó Lester a través de la cámara.
—Puedo percibir que me estás mintiendo, algo sucedió la última noche que estábamos en la cabaña y sé que Alvaro no tiene que ver, estuvimos conversando, de hecho él también está preocupado, le conté todo lo que Magna había hecho, me dijo que lo sabía, lo que sucedió el trabajo él lo desconocía —prosiguió.
—Quédate tranquilo estoy bien además Helen está conmigo.
—Qué bueno me alegro, pero di la verdad confía en mí —insistió.

Tragé saliva, no sabía que contestar.

—Me parece sospecho porque además no hablas con nadie —continuó —. Me temo que tendré que ir a Brasil.

Abrí mis ojos bien grande, sentí que la presión me iba a bajar.

—No, no tienes por qué hacerlo —me negué.

—Tú nunca me negaste gana y ahora lo haces, lo siento pero no sé que más crees —espetó.

Helen se aproximó a la cámara.

—¡Lester ven pronto te esperamos, tenemos que hablar! —exclamó Helen.

Me puse roja. 

—Espera tú no vas a venir, ¿está bien? —demandé.

—¿Qué es lo que te sucede? 

—Nada así que adiós —cerré la pantalla y la sección en Facebook.

Luego me giré hacia Helen.

—¿Por qué dijiste eso? —inquirí.

—Porque sí —respondió.

—Es capaz de venir.

—Qué venga me alegraría.

Me levanté y me fui a mi habitación. 

—¡No seas cobarde y exprésale tu amor! —exclamó Helen cerrando la puerta.

El hecho de estar lejos no me hacía sentir bien del todo, no podía negar que Lester me hacía falta. Yo me había enamorado y no quería reconocerlo porque me sentía más segura siendo su amiga. Nunca tuve una amistad  con un hombre como la tuve con él, no quería romper ese vínculo vicioso. Pero aveces todo llega a su fin, es mejor hablar que callar y sabía en el fondo que Helen tenía razón.