La noticia del compromiso del barón de Visi e Irina Davies se dio a conocer ante todo Londres cuando la mencionada llegó tomada del brazo del barón al baile más importante de la temporada, todos quedaron con la boca abierta, pero en especial el género femenino, que veían desvanecidos sus ilusiones de verse casadas con el misterioso Denis Vian, eran pocas las que lo conocían, pero en ese baile todas las jóvenes casaderas de Londres comprobaron que todo lo que se decía de él era verdad, el hombre poseía un encanto y belleza fuera de lo normal, una joven que estaba reunida con un grupo de jovencitas no pudieron definirlo mejor…
-Él es etéreo – y todas las demás lo confirmaron.
-Intangible, sutil y sublime. – Definió otra, el comentario de la definición de Denis no pudo haber caído en el peor momento, justo enseguida de Felipe que de por sí ya estaba de malas, viendo bailar a la pareja.
-Pero ¿cómo fue posible que lo atrapara? – preguntó una de las jóvenes. Los cotilleos estaban a la orden del día.
-Al parecer los encontraron en una situación muy incómoda.
-Solo de esa manera pudo haber atrapado al barón, no veo de que otra forma.
-Ya lo creo, ese hombre ni siquiera se dejaba ver, nunca salía de su mansión, menos el cortejar una joven. – De esa manera se consolaban las jóvenes de corazón roto.
Irina bailaba en los brazos de Denis, y se sentía segura, como si la estuviera protegiendo de algo o de alguien, pensó que se sentía así porque ya no estaba a la merced de Felipe, aunque no lograba borrar de su mente cuando la tenía abrazada con fuerza y aquellos besos embriagadores, no quería recordar, sentía que estaba traicionando al que iba a ser su marido, miró su hermoso rostro, él solo le había mostrado lo bueno en el poco tiempo que llevaba de conocerlo.
-De pronto sentí como si algo malo le pasara, ¿se siente bien? – la pregunta asombró sobre manera a Irina, era como si el hombre supiera hasta sus pensamientos, con sus enormes ojos le contestó…
-Si estoy bien, muy bien gracias.
Denis fue a saludar a la tía y prima de Irina, las cuales le contestaron el saludo con una leve sonrisa, el hombre realmente intimidaba con su sola presencia, también saludó a Felipe que estaba junto a Adele, ninguno de los dos se conocía, pero en un futuro tendrían mucho que ver los dos caballeros, Felipe lo fulminó con la mirada, acto que Denis de inmediato intuyo, su lado salvaje lo hacía estar alerta a las agresiones también en su forma humana, pero no le tomó mucho interés, pensó que era normal el sentirse un poco celoso por la prima de la que iba a ser su esposa, Irina era hermosa.
Cuando el baile terminó y el coche dejó a Irina y a su madre enfrente de la puerta, Denis le dijo que estaría fuera de la cuidad 15 días, pero en cuanto regresara iría a verla, y saltándose las reglas de caballerosidad le dio un beso tierno en su mejilla, Irina se estremeció, Denis de inmediato lo sintió y le gustó, también el beso se lo dio por que la joven realmente le atraía, Irina solo se quedó ahí parada cuando el bajó las escaleras y entró a su coche.
En el bosque Severnake, Denis veía la tormenta que estaba fuera de su cabaña, los rayos caían tan cerca que estremecían todo, algo que él disfrutaba, siempre que estaba en el bosque en sus días salvajes, solo trataba de pensar en la naturaleza a su alrededor, en olfatear todo, en dejarse llevar por sus instintos, sentía que de hacerlo no los perdería, pero ya llevaba una semana ahí y en lo único que pensaba era en los ojos de venada de Irina, su forma de mirarlo le gustaba, con esos ojo enormes cuando se le quedaba viendo, y su sonrisa con hoyuelos, se sorprendió a si mismo sonriendo pensando en esos detalles de su prometida, no recordaba que en toda su vida le llamaran tanto la atención los ojos de una joven, ni en su sonrisa, y no sabía si eso era bueno o malo, pensaba que pronto estaría casado, su esposa en algunos años envejecería y él seguiría igual, jamás pensó en vivir con alguien debido a lo complejo de su existencia, pero el destino hizo que conociera a la joven Irina, tal vez era su oportunidad de vivir un tiempo de su vida con amolr y cariño, sentimientos humanos. Sintió ganas de correr y salió disparado corriendo por el bosque en cuatro patas.
Mientras en casa de los Moore la boda de Adele estaba preparándose, al llevar un año planeándose, tenía que ser un gran acontecimiento, las dos familias que se unían eran de recursos, así que no se escatimaba en nada, flores, loza, cubiertos, vinos, champagne, mesas, manteles, todo sin perder un solo detalle, y hasta el vestido de la novia tenía que ser perfecto con lo último que dictaba la moda. Por la noche todas terminaban exhaustas, hasta Irina que le gustaba trabajar y no perder el tiempo, terminaba muerta, lo agradecía ya que no tenía tiempo en el día de pensar en Felipe, aun que estuviera comprometida con otro hombre ella estaba enamorada de él, el primer amor es muy difícil de olvidar.
Un mes después Adele entraba en la abadía con un vestido blanco como estaba de moda desde la boda de la reina Victoria, con los ojos brillantes de emoción, la joven estaba completamente enamorada del que iba a ser su esposo, Felipe esperándola en el altar, la vio tan hermosa que en esos momentos se olvidó de Irina y se entregó al momento como un esposo devoto. Como era de esperarse el acontecimiento fue tal, que se contó como una de las bodas del año, la señora Amanda podía jactarse de que todo salió perfecto, los novios bailaban valses románticos, Irina hasta entonces había estado sola, demasiado triste viendo como el hombre que amaba se casaba con su querida prima, estaba tan guapo en el altar hubiera dado todo por ser ella la novia.
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amor no correspondido, novela de epoca, un ser sobrenatural muy atractivo
Editado: 04.08.2023