¡Hoy es viernes!, mi día favorito de la semana, esta tarde nos iremos a la cabaña del bosque todos juntos, pasaremos un fin de semana sin gente indeseable, solo nosotros… será perfecto.
- Hey Mia- me dijo Caroline en el receso de la escuela.
- ¡Hola Caro! -Saludé sonriente- ¿Estás lista para el mejor fin de semana de tu vida?
-Sobre eso quería hablarte- soltó- yo…bueno… lo siento mucho pero no podré ir con ustedes.
- ¡¿Qué?! ¿¡Por qué?!- gritó Vivianne, que estaba sentada a mi lado- ¿nos abandonas?
- No los abandono, - repuso Caroline- es solo que tengo otros planes.
- ¿planes con el imbécil de Stevens? -Intervino Samuel que alcanzó a escuchar una parte de la conversación.
-¡Deja de llamar imbécil a Tom!, ¡Y sí, tengo planes con él! ¡Porque es mi novio! – le gritó Caroline, Samuel no tuvo tiempo de seguir discutiendo.
- ¡Está bien! – interrumpí yo y ambos me quedaron mirando como si hubieran olvidado que había más personas a su al rededor- Caroline, - dije esta vez más calmada- en serio nos habría gustado que nos acompañaras, pero TODOS entendemos que quieras pasar tiempo con Tom. Será para la próxima. -Concluí.
- Gracias por entenderlo Mia, -dijo con voz dulce posando una mano sobre mi hombro- tú si eres una buena amiga- añadió mirando a Samuel con desdén.
Caroline dio la media vuelta y se fue.
- ¡Mia!, ¿por qué la dejaste? – me preguntó Michael con algo de molestia.
- ¿y qué querías que hiciera?, ¿obligarla? -repuse- Por mucho que nos cueste aceptarlo, Tom es el novio de Caroline, y ella es nuestra amiga, y los amigos se apoyan entre sí. Así que todos haremos un esfuerzo y seremos amables con Tom, no digo que seamos sus amigos; pero intentemos no ser desagradables con él. Por Caroline.
- Estoy de acuerdo con Mia- dijo de pronto Vivianne- no podemos hacerle la guerra a Tom por siempre.
- Podemos hacerlo hasta que termine con Caroline- sugirió Michael con una sonrisa malvada.
- No, no haremos nada, y hablo en serio- contesté mirándolos seriamente- sé que ustedes dos odian a Tom, pero imaginen lo enojada que se pondría Caroline si se entera de que planean sabotear su relación.
-Ok, ya entendimos- dijo Samuel.
-Sí, lo entendimos, no le haremos nada a Stevens, -prosiguió Michael- pero eso no significa que estemos de acuerdo. En mi opinión, él no merece a Caroline ni ella merece tener tan poco.
Decidí que lo mejor sería dejar el tema hasta ahí. Pero no entendía desde cuando Michael se preocupada tanto por Caroline y le afectaba tanto su relación con Tom.
-¿por qué esas caras? ¿de qué me perdí? – esa era la voz de Alex, que había llegado sin que nos diéramos cuenta e hizo que nos sobresaltáramos, pues todos estábamos absortos en nuestros propios pensamientos.
Luego de que le explicáramos a Alex lo ocurrido, todos estuvimos de acuerdo en que era mejor no entrometerse en asuntos de pareja. Y comenzamos a planear nuestro fin de semana, pero Michael ya no parecía tan entusiasmado como antes. Yo no sabía si sería prudente preguntarle si estaba todo bien, pues creí que tal vez no querría contarlo frente al resto del grupo, así es que decidí preguntárselo más tarde, cuando estuviéramos solos.
Me dirigía sola hacia mi casillero, el número 210, junto al de Vivianne, el 209. Cuando abrí mi casillero y puse dentro un par de libros, una voz me sobresaltó.
- Mia Deberaux- dijo casi en un susurro
-Jason Forks- contesté con voz calculadora luego de que se me pasara el asombro- ¿se te ofrece algo?
-Para ser una niña consentida eres bastante inteligente y veloz- me dijo con una sonrisa de suficiencia.
-¿Asombrado? -repuse con la misma sonrisa- hay mucho más de mí que tu no conoces.
- No tengo duda de ello, pero no he venido a hablar de tus múltiples virtudes.
-¿Entonces a qué? ¿quieres un autógrafo?
-Nah- dijo con desdén- me gustan más las selfies.
Ambos nos reímos.
Cada vez que Jason y yo nos veíamos nos surgía la necesidad de burlarnos del otro, supongo somos amigos a nuestro modo.
-Quiero pedirte un favor- soltó
-¿Qué clase de favor?
-Necesito que hagas lo que más te gusta.
-¿Ir de compras? – pregunté con una evidente emoción
-No, ¿por qué te pediría que fueras de compras? – contestó casi riendo. -Quiero que te entrometas.
-¿entrometerme en qué? – mi intriga era evidente y Jason sabía que moría por descubrir el favor que necesitaba.
-En la vida de Vivianne- concluyó con una sonrisa
-Es mi mejor amiga, ya estoy entrometida en su vida- dije con obviedad. - ¿y por qué tu favor tiene que ver con Vivianne?
-Mia, tú lo sabes…no sé cómo lo haces, pero siempre te enteras de todo…
-Es un don- interrumpí sonriendo- soy omnisciente.
-Y yo sé que tú sabes que estoy enamorado de Vivianne, - prosiguió- así como también sabes que a ella le gusta el idiota de Stolzenbach. Pero yo sé que a ti él no te agrada, tú y yo sabemos verdades sobre él que destrozarían a Vivianne, - cuando dijo eso no pude ocultar mi cara de asombro- tú no eres la única que sabe manejar información Mia.
-¿Cómo sabes lo de Ben? -pregunté aún sin poder creerlo
-Lo escuché hablando con su grupito en los camarines. Pero no cambies el tema. Lo que yo quiero pedirte es que me ayudes a estar con Vivianne, yo estaría dispuesto a todo por ella, y sé que tú también.
-Jason, yo no puedo persuadir a Vivianne de que esté contigo. Le dije que tu sentías algo por ella, pero no puedes esperar a que se olvide de Ben de la noche a la mañana, aun así, la decisión final la debe tomar Vivianne, no nosotros. Por otra parte, no entiendo cómo puedo ayudarte yo.
- Ay Mia, - suspiró- tú tienes mayor influencia de la que crees.
-No Jason, sé en lo que piensas. No seré yo quien le revele la horrible verdad sobre Ben Stolzenbach. No arruinaré la ilusión de Vivianne, por mucho que me duela aceptarla.