Descendencia Cain [saga Cain # 1]

Capítulo 15

—Qué deliciosa se ve la gatita —sus manos abrieron el botón del pantalón de la chica, paso su lengua por sus labios al ver su piel expuesta, con suavidad empezó a bajarlo y sentía como su bragueta estaba tensa por su miembro duro, sintió un viento helado golpear su rostro y luego sintió como su cuerpo fue lanzado en el aire y choco con algo duro, abrió los ojos, su vista era borrosa y lo que pudo enfocar fue una sombra alta acercarse a él, su maltrecho corazón luchaba por mantener el ritmo, pero este salto al escuchar el rugido como de un animal salvaje acechandolo, quiso gritar, pero no tenía voz, el golpe lo había dejado sin aire.

Cerró los ojos y sintió el dolor en medio de sus piernas y luego perdió el conocimiento.

Nikolett sostuvo entre sus garras el miembro del hombre, con satisfacción pudo ver la sangre brollar a borbotones en medio de sus piernas, tiro el miembro junto al hombre y luego en un movimiento rápido con sus garras dibujo una X en su frente, su gente sabría que no podían tocarlo, no beber de su sangre y menos ayudarlo.

Se giró y camino hacia el auto, ella estaba tirada en el asiento de atrás, con el pantalón a media cadera, sus mejillas rojas, llevo su mano hacia ella y pudo darse cuenta que tenía fiebre, se quito su abrigo y la envolvió   en el, la cargó en sus brazos y a como llegó con una velocidad impresionante, así mismo se marchó.

Entro a su casa y subió las escaleras, la acomodó en su cama y llamó a Zlatica con su mente, este llegó rápidamente y se detuvo en seco al ver a la humana en la cama de su amo, él estaba tocando su mejilla.

—¿Qué haces ahí de pie? ¡Trae agua y unos paños! ¡Busca al maldito médico del pueblo más cercano!

—Si mi amo —Zlatica corrió a buscar el agua y los paños, fruncio el ceño ante la actitud de su amo, eso no era común en él.

Entregó lo solicitado a su amo.

—Puedo llamar a alguien del servicio para que atienda a la joven mujer.

Su amo giró su rostro furioso hacia él y las palabras quedaron atoradas en su garganta.

—¡¿Qué esperas para buscar al médico?!

Zlatica hizo una reverencia torpe a su amo y salió rápidamente a buscar al médico.

—¿Qué hacías aquí Eugina? —le preguntó mientras colocaba el paño en su frente.

Ella dio un respingo, pero seguía sumida en un sueño profundo.

—Lo prometiste —Nikolett suelta el aire ante la voz detrás de su espalda.

—Está enferma

Se puso de pie y miro a su hija Deeanna en el umbral de la puerta.

—Casi fue violada frente a nuestra puerta, no iba a permitirlo.

—¿Desde cuando eso te ha importado padre? —su hija tenía los ojos vidriosos —Yo quiero una mamá y lo sabes bien, pero al tener a esa mujer en nuestra casa, Keitha jamás será mi mamá.

—Ve a tu habitación Deeanna.

—Padre... —él metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

Su hija sabía que sólo daba una orden una sola vez, no la repetía, jamás la había golpeado como los otros padres con su cinturón, pero sabía que podía hacerlo si le desobedecia.

Ella le lanzó una mirada llena de odio a Eugina que descansaba en su cama, se giró y salió de la habitación.

Estaba más convencido que el anhelo de una madre era para ser libre de su culpa por creer que había matado a su madre al nacer, eso estaba reteniendo su crecimiento.

—Tyr... —ella susurró, se giró hacia ella y seguía en el profundo sueño en el que estaba, sonrió al saber que pensaba en él.

*****

—Debo regresar —Ángelus la miró de reojo, pero siguió cambiando de canal —No quiero que algo te pase por mi culpa.

Dejó el mando del control y se puso de pie, camino hacia el balcón, la noche estaba llegando, el cielo aún con unos tonos violetas ofrecía un hermoso espectáculo.

—¿Ángelus? 

Él se giró hacia ella, su mirada violeta la cautivó una vez más, se preguntó si alguna vez ese corazón había sido ocupado por alguna mujer, era extraño que un hombre tan guapo como él, siguiera soltero.

—Estas mejor bajo mi vigilancia.

—¿Mejor? Ahí afuera hay un ejército de chupa sangre que me quieren clavar los colmillos en la yugular, tus hermanos quieren enfrentarte y hacerte daño.

—No podrán hacerlo —se giró nuevamente para ver las luces de la ciudad, Deacruz era un país muy desarrollado, los rascacielos eran impresionantes.

—¿Porqué debo estar aquí?

—¿Te molesta mi presencia?

Ella camino hacia él, y metió su mano en su brazo.

—No, me preocupa que alguien pueda hacerte daño —él la miró, en la mirada de ella había preocupación, algo nuevo para él, nadie se había preocupado por él... salvo su madre.

—No lo harán, te veo cansada, ve a dormir, mañana viajaremos al palacio de mi madre.

—¿Palacio? ¿Tú madre es de la realeza?

—Lo es, es ex esposa de Caín.

Ella sonrió y no dejó de mirar el perfil perfecto de Ángelus.

—De la realeza oscura —él la miró ante sus palabras, ella deseo morder su lengua.

—Así es, somos de la realeza oscura —ella se negó a irse a dormir en ese momento, realmente disfrutaba de la compañía de Ángelus, sabía que había quebrantado su regla de que no lo tocará, pero hasta este momento no le había reclamado por que su mano seguía aferrada a su brazo, ni que su cuerpo se había acercado un poco más al de él.

*****

—Posiblemente es un virus —el médico entregó la hoja a Nikolett —Que beba estos medicamentos y se sentirá como nueva —cerró su maletín —Su esposa necesita descansar.

Nikolett no respondió cuando llamó esposa a Eugina.

—Zlatica paga al doctor y encárgate que regrese muy bien a su casa —era una clara advertencia para su gente, no debian alimentarse del médico.

Cuando estuvo solo con Eugina, miró los frascos que había dejado el doctor y luego leyó las indicaciones, tocaron la puerta y esta se abrió, dando paso al vampiro viejo de su clan.

—Mi señor llamó a un humano para atender asuntos médicos.



#4113 en Novela romántica
#1067 en Fantasía

En el texto hay: misterio, cain, vampiros amor

Editado: 16.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.