Capítulo 22

Nikolett observa a la multitud, sus hijos, con una sonrisa de triunfo presenta a su hija ante todos, se escuchan exclamaciones.

—Tú hija ya está en edad casadera, mi rey—habló un príncipe, se paro frente a su rey, Nikolett Drageborg recorre con su mirada fría y ve el anillo en su dedo, era hijo de uno de los hombres que se revelo a Caín, alguien de su confianza —Es nuestra tradición.

Deeanna mira al príncipe, si está tarde no hubiera conocido a Islay, él hubiera sido el escogido, pero en este momento su cabellera negra le parecía común, su altura no era la adecuada ya que Islay le llevaba a lo sumo una cabeza, los vampiros eran musculosos, esto con el fin de atraer a su presa por su belleza.

Nikolett observa al príncipe, Deeanna estaba segura que su padre iba a declinar, no conocía al hombre.

—Eres de la casa de Lafric —el joven asiente con un movimiento de cabeza, llenó de orgullo —Tu nombre.

—Redgar Starfall, el hijo mayor del linaje Starfall.

Deeanna palidece, cumplía con los requisitos para ser esposo, conocía la amistad de su padre con Lafric.

—Puedes cortejar a la princesa Drageborg.

El príncipe Redgar sonríe y se inclina ante Nikolett, su mirada oscura se posa en Deeanna, ella levanta su barbilla, ya tenía un esposo, y no uno cualquiera, era uno de la primera generación y a juzgar por su porte estaba segura que era hijo de línea directa de Caín, así que su unión iba a hacerse muy viva en Islay, su ser primitivo no iba a permitir que otro hombre le pusiera un dedo encima a su mujer o eso esperaba que pasara.

*****

Ángelus saluda con un movimiento de cabeza a Gustav, él se quita el abrigo y lo cuelga, ya la noche estaba agonizando.

—¿Cómo te fue? —Gustav mira a Ángelus y luego a Islay.

—Son buenas noticias —sonríe —Nikolett Drageborg presentó a su hija.

—¿Hija? —Ángelus mira a Islay —Desde hace más de cien años no hay bebés vampiros.

—En eso te equívocas, nuestro rey presentó a su hija y anunció que viene otro hijo en camino.

—Se supone Nikolett también se alimenta de sangre humana, que son los causante que no existan los bebés, por tanto veneno que consumen —declara Islay.

—Aparentemente Nikolett cuida su alimentación como lo haces tú Ángelus, tengo entendido te alimentas de sangre de animales, en cualquier momento tu mujer puede concebir el primer bebé de la primera generación, después de más de cien años. 

Ángelus no responde, se sentía más seguro al saber que la llegada de Nikolett a DeaCruz era para presentar a su familia y no por que sabía que estaban en sus terrenos.

—Imagino con la próxima boda de la princesa Deeanna Drageborg vendrán más bebés.

Islay mira a Gustav, había escuchado perfectamente el nombre de Deeanna, ella era la hija de Nikolett Drageborg.

—¿Boda? —la voz de Islay tembló un poco, era celoso por naturaleza 

—Si, el príncipe Redgar Starfall hijo de Lafric Starfall pidió la mano de la princesa, el rey aceptó, como era de esperar, Lafric Starfall ha sido fiel a su rey por siglos.

—Voy a descansar —Islay Iversen se despide de todos.

*****

Deeanna se sienta en la cama al sentir que alguien la observa, lleva su mano a su boca para no gritar al mirar los ojos rojos observándola desde un rincón oscuro en su habitación, la mansión no era muy custodiada por encontrarse en terrenos de la segunda generación.

Ella suspira cuando identifica el olor de su visitante.

—¿Qué haces escondido? —pega su espalda en el respaldo de la cama 

Islay se acerca a la cama, estaba contra su voluntad, pero su ser primitivo había tomado el control de él, poseído por los celos, no respondió, se abalanza sobre ella, sus manos grandes y fuertes rasgan el encaje de su camisón, ella jadea por la sorpresa, pero sonríe abiertamente, sabía que él iba a llegar, que no podría estar lejos de ella. Era hijo de Cain, y los celos eran parte de ellos 

La boca de Islay se apodera de la suya, su rudeza se baja al sentir la suavidad de la cavidad de Deeanna y por que ella no ponía resistencia, rodea su cuello con sus brazos y se deja llevar, él le pertenecía, ella se lo dijo en el bosque, y aquí estaba la prueba, Islay acariciándola con desesperación, con ternura, con pasión con tantas mezclas de emociones y sentimientos.

Ambos estaban desnudos en la cama, besándose, probándose, sintiéndose el uno al otro, la unión de sus cuerpos era inevitable, Deeanna no se opone, él era su esposo, el hombre que eligió en el bosque, el hombre que cuando lo vio, supo que era el que quería junto a ella, cuando él entró en ella, cerró los ojos ante la punzada de dolor, y lo abrazo con más fuerza, para Islay Iversen no había vuelto atrás, él había completado el ritual del matrimonio, estaba segura que aún no se había dado cuenta de lo que había hecho, pero ya era demasiado tarde para echarse para atrás, el cuerpo de Deeanna recibió la semilla con mucho amor, esa que esperaba resultará en un príncipe, uno diferente a todos porque era fruto de un vampiro de la primera y segunda generación.

*****

Zlatica palidece al entrar al despacho de su amo, escucha aquella voz que tenía siglos de no hacerlo, pero que creía era imposible, la mujer abre los ojos como plato al verlo ahí de pie frente a ella.

—Rouse —murmura sin poderselo creer.

—Mi rey —Rouse mira a Nikolett con aflicción, ignora a Zlatica.

—¿Es un sueño? —Zlatica se acerca a ella, pone su mano en su brazo y para su sorpresa ella lo tira por los aires.

—¡No me toques! —ella se pone de pie, lleva un traje negro, de cuero pegado a su curvilíneo cuerpo, su cabello atado en una cola alta y trenzado.

—No te he ordenado que te pongas de pie —ella cierta los ojos molesta, pero debe obedecer, se sienta —No quiero más que Zlatica viva creyéndose culpable por tu presunta muerte, bebiste su sangre, pero ella volvió como uno de nosotros, me rogó que no se te dijera la verdad hasta que se adaptará a su nueva vida, pero nunca te buscó, cada día has ideado un plan para destruir a mis hijos, y a mí, por algo que realmente no pasó, te he estado protegiendo de la verdad, ella jamás te amo, se casaba contigo porque no tenia otra opción, en esta vida encontró muchos hombres con los cuales a vivido feliz y tú te has negado a seguir con tu vida, te has marchitado por una venganza.