Descendientes Prohibidos

CAPITULO 13 - EL AVIÓN

Mi madre me acompañó al aeropuerto, faltaba una hora para abordar el avión y Leo no había llegado.
Creo que mamá tuvo razón en decirme que soy un tonto y un insensible, tan sólo pensé que sería un buen momento para decirle sobre ese viejo libro pero nunca creí que fuera de su padre, ahora me siento tan culpable y lo peor es que debería de entenderlo, su padre murió y el mío desapareció, obviamente se que no es lo mismo pero es similar al mi parecer. Ya no tiene sentido preocuparme por un simple teléfono, gracias al señor que encontré mi antiguo celular entre los cajones de mi ropa sin usar. ¿Seria indicado pedirle una disculpa primero y luego buscar la copia de ese libro? O tal vez ¿Seria muchísimo mejor disculparme al mismo tiempo de tener una copia?, ay ya no se que hacer con todo esto.
-Deja de pensar hijo, se que pronto encontrarás la manera de disculparte- menciono mientras apoyaba su cabeza con cuidado en mi hombro.
-Son bien estúpido madre-.
-Tu mismo lo mencionaste no yo-.
-Auch, Mamá-.
-Si-.
-No te preocupes tanto, ustedes dos se van a arreglar-.
-Gracias mamá yo...-
-Pero no digo que ahora tal vez una semana después o volviendo de tu viaje-.
-Te iba a decir lo mucho que agradecía sobre como me apoyabas pero creo que prefieres a Leo-.
-Ya sabes que fue una pequeña broma y que ambos son mis niños, creo que tu abuelo tiene una copia de ese libro que Leo tenia, seria bueno que le preguntes cuando estés en su casa-.
-Genial, pero se que va estar un enojado durante el vuelo, espero-.
-Tu sólo deja que se tranquilice-.
-Esta bien- suspire con cansancio -¿Sabes a qué hora puede llegar?- dije mientras buscaba un asiento desocupado, no pude encontrarlo por lo que opte por sentarme en el suelo a ver como los aviones despegaban de poco a poco mientras que las voces de la multitud desaparecían por los pensamientos en donde siempre me hundía.

Pasaron varios minutos hasta supe que Leo había llegado por el grito que lanzo mi mamá hacia esa multitud que anteriormente he ignorado por un rato. -Ya levántate hijo, Leo ya esta aquí- con la mirada le dije me ayudara a levantarme, que bueno que pudo entenderme.
Ya levantado completamente, voltee hacia la dirección en que ella estaba viendo.
-Hola mamá Felicity-.
-Hola Leo, mejor llámame mamá-.
-Es difícil decirle eso, tenga un poco de paciencia-.
-Hola amigo ¿Cómo estas-.
-Tu ni me hables, solamente hazlo cuando sea necesario- todo esto se volvió incomodo.

 

-Bueno, ya es tiempo que ambos dejen sus equipajes donde es debido para después subir ese avión-.
-Nos vemos, madre-.
-Hasta luego madre Felicity-.

Ambos nos quedamos solos después de un tiempo, dejamos el equipaje y abordamos el avión, al entrar me di cuenta que nuestros asientos no estaban juntos.
Tal vez esto es lo mejor mientras que se le baje el enojo.




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