Leer la nota de la autora al final.
__ ¡Lo pesque Nick!
Nicholas soltó su caña de pescar y fue auxiliar a su hermano, ambos aplicaron sus fuerzas para sacar al pez del agua. Cuando lo lograron se quedaron observando como el animal saltaba en busca de oxigeno.
__Es un pez grande __Dijo un Nicholas de 10 años claramente emocionado.
__A nuestro padre le encantara __El pequeño sebas de 5 años se acerco al pez cautelosamente, cuando los movimientos bruscos de este se estaban apaciguando.
La puerta trasera de la antigua casa familiar se abrió causando el típico chirrido característico de la falta de aceite y de la vejez de la madera, Sophia Salió de la casa con un delantal floreado, ella sabia que sus hijos eran un par de niños muy tranquilos, pero su instinto protector materno, inspiraba a que vieran que estaba haciendo cada cierto tiempo.
Sebástian, al ver la figura de su madre, salió corriendo hacia ella con una genuina emoción reflejada en sus ojos esmeraldas, herencia de ella.
__ ¡Mamá mamá, pesque un pez muy grande, vamos a comerlo!
En el rostro de Sophia se reflejo confusión hacia la emoción de la pequeña mata de cabellos rubios
__Les he dicho a ambos que no pesquen en el lago, se pueden caer __Dijo Sophia en un tono autoritario.
__Nicholas agarro al espécimen en sus manos y se acerco a ellos a pasos tranquilos.
__Tranquila Sophia estábamos a una distancia prudente.
El niño de cabellos azabaches jamás le había dicho a Sophia “madre” tampoco a su padre lo llamaba de ese modo, a Nick le parecía mucho mejor sus nombres propios, habían cientos de madres y padres en el mundo y aunque el sabia que también habían cientos de “Sophias y Noah” por alguna razón para él, sus padres hacían que esos nombres pareciesen únicos en el mundo, solo para ellos.
La joven madre miro a sus dos retoños orgullosa, ella y su esposo habían pasado cosas realmente difíciles y actualmente todavía continuaba con algunos tropiezos, pero nadie podía negar que sus hijos fueran ejemplos y todos los días ella se preguntaba que había hecho bien para merecerlos.
__De acuerdo Nick, si dices que estaban en una distancia prudente te creo, pero por favor eviten jugar cerca del lago __Dijo Sophia mientras agarraba el pez que tenia su hijo mayor en sus manos
__De acuerdo, dijeron ambos niños al unísono.
Ellas los observo una vez más a sus dos hijos, eran tan diferentes pero a la vez tan iguales, ambos eran la perfecta combinación de ella y su esposo, tanto físicamente como en su carácter.
De pronto una brisa fuerte comenzó a soplar sobre ellos, ella se extraño inmediatamente, era verano en Rumania y por lo general esos fuertes vientos no eran comunes en esas épocas.
Ella les dijo a sus hijos que fueran a la casa a lavarse las manos y prepararse para el almuerzo, le entrego de regreso el pez a su hijo mayor y le dijo a ambos que regresaría enseguida adentro, ambos niños siguieron su orden si protestar.
Pero el hecho que ignoraba Sophia, era que su hijo mayor era muy observador y que al momento que entro a la casa observo por la ventana una figura negra ubicada entre los arboles, en la misma dirección en donde su madre se dirigía.
***
Luego de unos 20 minutos Sophia regreso a su hogar, ambos niños se encontraban aseados en la mesa esperando por ella.
__Regrese __Dijo la joven mientras se lavaba las manos y se dedicaba a servir el almuerzo.
__ ¿Tienen hambre?__ Pregunto ella posicionando los platos en frente de cada uno.
Los dos asintieron con la cabeza ante la pregunta, el rubio lo hizo feliz al recibir su almuerzo y el niño de ojos café lo hizo con recelo.
Después de servir, Sophia se sentó en la mesa con sus hijos y en los primeros 5 minutos se sentaron a comer, pero la duda invadía los pensamientos de Nicholas y no pudo evitar hacer la pregunta.
__ ¿Que hacías afuera sophia?__ El pretendía que su voz saliera indiferente, pero en cambio salió llena de curiosidad.
Su madre lo observo por un momento, ella siempre se sorprendía de lo perspicaz que a veces llegaba a ser su primogénito, le dedico una sonrisa dulce, pero que en su interior estaba cargada de preocupación.
__Solo estaba indicándole a alguien una dirección, se encontraba perdido cielo.
El niño asintió con la cabeza y siguió comiendo, aunque no le había convencido esa respuesta, dejo de insistir, su padre solía decirle que era muy paranoico y trato de no complicarse demasiado con lo que hacia su madre.
El pequeño Sebástian ignoraba completamente la conversación, porque desde su puesto podía verse una sombra negra viéndolos desde la ventana de la puerta.
***
Después de la cena los tres se encontraba frente del televisor viendo caricaturas. Los dos niños se reían con muchas ganas al punto de que se le salían las lágrimas y Sophia solo podía contemplarlos riéndose, disfrutando el sonido de sus risas.
El sonido de la puerta principal interrumpió el ambiente haciendo que todos los presentes voltearan hacia esa dirección, un corpulento Noah entro a la estancia notablemente molesto.