Iona.
Me senté en mi cama y suspiré, hoy no había visto a Nicos ni había sabido nada de él...cuatro años lejos pero se habían borrado en los pocos días que llevaba en Hatria.
Tocaron la puerta y después que dije que pasarán, una Tabhita apenada entró.
- Hola Iona - extendí mi mano hacia ella, la tomó y se sentó junto a mi.
- dime Tabhita - ella bajó la mirada.
- disculpa mi comportamiento del otro día - tomé su barbilla y levanté su rostro.
- no te preocupes, a nosotras no nos gusta que nos vean así.
- tú hijo debe de pensar que soy una chiquilla - sonreí y me di cuenta que Tabhita ya se iba a sentir bien en Hatria.
- no te preocupes por Tomasso - ella llevó un mechón detrás de su oreja y desvío la mirada.
- ¿ya conoces a su novia?- luche conmigo misma para refrenar el impulsó de enarcar una ceja.
- él ya terminó con su novia - ella me mira rápidamente a los ojos y sonreí - su ex novia no quería a Tomasso, estaba enamorada de alguien más.
- pero tú hijo además de guapo se ve que es alguien tierno - vaya, si había sido atracción lo de estos dos chicos.
- el corazón de ella ya estaba ocupado y creo que es una suerte para otras chicas - sonreí para no completarle...suerte para ti.
- ¿él volverá?
- claro - pasé mi mano por su hombro - puedo pedirle a Tomasso que te llevé a dar una vuelta, estás en una ciudad nueva y debes conocerla.
- me gustaría conocer Hatria - sonreí por que desde hace unos días que habían llegado, no había mostrado interés de conocer Hatria, se negaba a acompañar a Thanos al supermercado o al mercadito a hacer compras... mi Tomasso lograría lo que su padre no había conseguido desde que salimos de Flore... que ella saliera de la casa.
- hablaré con Tomasso - ella dibujó una sonrisa tímida, se giró y me dio un beso en la mejilla.
- gracias - llevé mi mano a mi mejilla mientras Tabhita salía de la habitación.
Sonreí y me alegraba por estos dos chicos, quizás no llegarán a ser el amor de sus vidas pero si se ayudarían a superar su mal
enamoramiento o solo se hacían los mejores amigos.
Nicos
- pasé - término de quitarme la camisa frente al espejo y a través de el, vislumbró a Tomasso. El camina hacia mi y trae una cajita en la mano.
- padre - extiende la cajita y yo frunzo el ceño.
- ya tengo móvil - me giró había él y mi mirada se clava en la caja del móvil que me está entregando mi hijo.
- te lo envía Desa - ahora mi ceño se frunce más.
- ahora si me da miedo tomar ese móvil - meto las manos en mis bolsillos - Desa sería una gran jefe mafiosa - Tomasso enarca una ceja.
- ¿le temes a mi hermana?
- le teme su propio esposo, ¿por qué yo no?
Tomasso sonríe y suelta la bomba.
- con este número hablará el desconocido silencioso con mamá - pasó mi mano por mi cara.
- te lo dije, Desa sería una buena jefa de la mafia - meditó la situación con un sonoro suspiró tomó el móvil - presiento que Iona me arrancará los ojos - sacó el móvil que ya está encendido y está vibrando, indicando que ha entrado un mensaje nuevo - honestamente me da miedo leer el mensaje, pueden ser instrucciones para obligarme a caminar en una uña.
- lee papá - frunzo los labios y mi sorpresa es que el mensaje es de Iona.
- es de tu madre - Tomasso ha ladeado su sonrisa y se da la vuelta.
- yo de ti, la conquistó, no me pongo a dudar.
- pero... - siento la comezón por abrir el mensaje.
- piensa que puede ser una segunda oportunidad para ustedes y que el diablillo de mi hermana que se autonombra cupido, fue puesta en tu camino en el momento indicado. A mi jamás se me hubiera ocurrido montar está historia de amor.
- a eso le temo, Onesimo es la prueba viviente de que mi hija como Cupido es un fiasco - Tomasso suelta una carcajada.
- inténtalo - enarcó una ceja.
- ojalá a tu hermana se le ocurra ser cupido para ti, juro que ese día lo gozare mucho - Tomasso abre más los ojos de sorpresa - ¿pasa algo?
- creo que la cague - Tomasso limpia sus manos en sus jeans - le di el nombre a Desa de la chica que me gusta, tienes razón mi hermana como cupido es un fiasco y juro que esa chica me importa... debo detener a Desa - me quedó con la palabra en la boca al ver salir a Tomasso corriendo de mi habitación.
Me quedó en el centro de la habitación con el móvil en la mano, luego de dudar un momento, abro el mensaje.
Para: Desconocido
Gracias por ofrecerse en enviar vigilancia, honestamente no esperé que se tomará la molestia de escribirme y encima a ofrecer a su gente que debe mantenerse ocupada.
¿usted está bien?
Enarcó una ceja porque la condenada de Desa, le había escrito a su madre y mi móvil nuevo estaba registrado con el nombre de Desconocido.
Editado: 26.01.2019